Recibido: 14 de julio de 2020; Aceptado: 22 de junio de 2021
El acompañamiento formativo de las semillas de vida con los y las sabedoras nasas
Formative Accompaniment of Seeds of Life with the Nasas
O acompanhamento formativo das sementes da vida com os sábios da nasa
RESUMEN
La realidad en la que estamos nos da posibilidades para afrontarla caminando junto a los senderos iniciados por los sabedores ancestrales de miles de pueblos o mediante una estrecha, plana y limpia trocha construida por unos pocos que gobiernan el mundo, dirigiéndolo a una posible destrucción de toda vida humana. Desde uno de esos saberes en resistencia, compartimos este artículo que recoge algunos elementos del camino recorrido entre las sabedoras ancestrales del pueblo Nasa Sa'th Tama Kiwe junto con las semillas de vida de este Territorio Ancestral. Este camino fue realizado en comunión con las energías cósmicas y los espíritus de la Madre Tierra, pero complementados en tensión con aquellas familias que están perdiendo la posibilidad de formar con autonomía a las niñas y niños que inician su ciclo de vida en el Territorio. En este caminar nos hemos encontrado para sentarnos junto al fuego y mascando coca para compartir la palabra, reflexionar y proyectar las maneras de acompañar la crianza de nuestras semillas de vida desde los saberes ancestrales y esos sentipensamientos que pretendemos compartir en este texto.
Palabras claves:
semillas de vida, sabedores ancestrales, formación, crianza .ABSTRACT
The reality in which we are gives us possibilities to face it walking with the ancestral knowledge of the original peoples or we only let ourselves be carried away by a narrow, flat, and clean trail built by a few who rule the world and are leading it to the imminent destruction of all human life. Therefore, the dialogue of knowledge in resistance collects elements of the path traveled between the ancestral pieces of knowledge of the Nasa people together with the seeds of life of the Ancestral Territory of the people Nasa Sa'th Tama Kiwe. The journey was made in communion with the cosmic energies and the spirits of Mother Earth but complemented in tension with the families that are losing the possibility of forming autonomously the children who begin their life cycle in the Territory. Thus, we have found ourselves sitting by the fire and chewing coca to share the word, to reflect and project ways to accompany the breeding of our seeds of life, from ancestral knowledge and those sentipensamientos we intend to share about the experience of living in a community.
Keywords:
seeds of life, ancestral knowledgers, formation, breeding .RESUMO
A realidade em que estamos nos dá posibilidades de enfrentá-la caminhando pelas trilhas iniciados pelos sábios ancestrais de milhares de povos ou através de uma estreita, plana e limpa estrada construída por alguns poucos que governam o mundo, direccionando-o para uma possível destruição de toda a vida humana. A partir de um desses saberes em resistência, compartilhamos este artigo que reúne alguns elementos do caminho percorrido entre os conhecedores ancestrais do povo Nasa Sa'th Tama Kiwe junto as sementes da vida do Território Ancestral. Este Caminho realizado em comunhão com as energias cósmicas e os espíritos da Mãe Terra, mas complementado em tensão com aquelas famílias que estão perdendo a possibilidade de formar autónomamente as meninas e meninos que começam seu ciclo de vida no Território. Neste caminhar nos encontramos para sentarnos ao redor do fogo e mastigando coca para compartilhar a palavra, refletir e projetar as formas de acompanhar a criação de nossas sementes da vida desde as sabedorias ancestrais e esses sentipensamentos que pretendemos compartilhar no texto.
Palavras-chave:
Sementes da vida, sábios ancestrais, formação, criação.Compartimos con este artículo una insinuación al diálogo intercultural con la pregunta planteada por Raúl Fornet de si "nuestras culturas están en condiciones de darle a todas nuestras relaciones y situaciones históricas una calidad distinta y más humana que la que nos dan las redes del mundo globalizado" (Fornet, 2011, p. 233). Este interrogante nos anima a reflexionar sobre el camino que estamos recorriendo junto con las niñas y niños de nuestro territorio y producto de ese üus yahkina, 'sentipensar', desde los Andes del sur de Colombia las palabras continúan caminando buscando otros sentidos de vida.
Al suroccidente de Colombia, nororiente del departamento del Cauca, se encuentra persistente y resistente el territorio ancestral del pueblo nasa Sa'th Tama Kiwe, 'territorio del cacique Tama. Este territorio es biodiverso en sus climas con la existencia de infinidad de plantas, animales, piedras y pueblos indígenas, que por cosmovisión todo está hermanado con la naturaleza. De manera más específica, la pluriculturalidad, con la existencia de comunidades campesinas, pueblos nasa, misak y los asentamientos de familias afrodescendientes. Esta polifonía es nuestro lugar de enunciación, que es descrito por Boaventura de Sousa:
En términos geopolíticos estas son sociedades en la periferia del sistema mundo moderno donde la creencia en la ciencia moderna es más tenue, donde los enlaces entre la ciencia moderna y los diseños de la dominación imperial y colonial son más visibles, y donde otras formas de conocimiento no científico y no occidental prevalecen en las prácticas diarias. (Santos, 2014, p. 54)
En este territorio se implementa la estrategia Semillas de Vida, 1 financiada con recursos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que adopta la figura con un enfoque intercultural en el 2015, la cual se consiguió sustentar desde la concepción indígena producto de la negociación cultural y política por parte de la consejería territorial de la Asociación de Cabildos, Ukawe'sx Nasa Çxhab, 2 fundamentada en una investigación realizada por un grupo de sabedores culturales del territorio y con el método de mingas de pensamiento que permitió recrear y concretar la comprensión de las prácticas de crianza culturales que significan la resistencia, la sociabilidad del niño y la niña como proyecto político. 3
La experiencia de trabajo en equipo con cuidadoras y cuidadores de las niñas y niños en los resguardos de Sa'th Tama Kiwe, nos ha permitido evidenciar que aún persisten familias ancestrales nasa formando autónomamente con los valores culturales milenarios, que expresan conocimientos desde el pensamiento y lenguaje como auténtico pueblo nasa a través de la metáfora "semillas de vida" para denominar a los hijos e hijas bien llagados al mundo. No obstante, también se encuentran familias que nos plantean el compromiso de acompañamiento para recuperar y recrear otros saberes y prácticas de crianza necesarias en este momento histórico en crisis por los sin sentidos de la vida y existencia humana.
¿Qué visión semántica tiene la metáfora semillas?
La categoría conceptual "semillas de vida" tiene diferentes connotaciones según el pueblo que lo relacione; en el pueblo nasa en la lengua propia se interpreta como Kwesx Fxiw, 'nuestra semilla', acercándonos desde el nasa yuwe al castellano, en el sentido que todos y todas somos hijos e hijas de Uma Kiwe, la 'Madre Tierra', y que en el ciclo de la vida los seres de la naturaleza pasamos por diferentes momentos. Ese primer momento mágico del antes, durante y el después, que ocurre con el nacimiento hasta la caída del primer diente de las niñas y niños, lo denominamos Kwesx fxiw, 'nuestra semilla', concepción vivenciada en las familias Nasnasa, 'nasa con valor cultural enraizado en su identidad ancestral'.
En el marco de la diversidad cultural esta categoría fue adoptada por el Gobierno nacional colombiano en el Decreto 1953 de 2014 como "semillas de vida", que recoge la definición concertada entre los pueblos indígenas participantes de la Comisión Nacional de Trabajo y Concertación de la Educación para Pueblos Indígenas (CONTCEPI) que en el artículo 41 expresa que las semillas de vida son
parte del ciclo cultural de vida de los pueblos indígenas que inicia desde antes del nacimiento, en la cual se cimientan los valores de las cosmovisiones de los pueblos indígenas a través de sus saberes, prácticas y la lengua materna. (Decreto 1953, 2014, p. 10)
Además, deja planteados elementos que se recogen en las contrataciones con el ICBF para la implementación de este programa en los pueblos indígenas que
implica la interacción dinámica y permanente del territorio, la comunidad y la familia en lo relacionado con la protección, el cuidado, la crianza, la educación, la alimentación y nutrición y la participación de los niños y niñas como sujetos fundamentales en la vida de los pueblos indígenas y del resto de la sociedad colombiana. (Decreto, 1953, pp. 20-21)
Semillas de Vida es una estrategia política que se adecúa a cada contexto territorial de los pueblos indígenas, pero esta adecuación ha implicado diversos, así como dispares, procesos de negociación con el Estado, por ello en el territorio de Sa'th Tama Kiwe ha implicado a los consejeros territoriales y al equipo de semillas de vida conformado con personal en su mayoría de la comunidad nasa, el sustentar y soportar culturalmente las acciones investigativas y administrativas a ser desarrolladas en los componentes de formación, cuidado y nutrición. Lo anterior hace vinculante y permanente a los sabedores y sanadores en la planta de personal, aspecto de tenso debate con el ICBF, sobre todo en el primer año de la implementación de la estrategia en el territorio.
Por consiguiente, este artículo recoge las reflexiones realizadas en las tulpas 4 de sentipensamiento con sabedores culturales que han participado activamente en diferentes momentos en la implementación de la estrategia de Semillas de Vida de la Asociación de Cabildos Ukawe'sx Nasa Çxhab de Sa'th Tama Kiwe.
Así se garantizan los espacios en los que, junto al fuego, la coca y los espíritus de la naturaleza recreamos nuestros saberes, interpretamos la experiencia realizada y planteamos propuestas para seguir resistiendo como pueblos milenarios, con una conceptualización cohesionante desde la formación propia de nuestras semillas de vida.
Nuestras sabedoras
El sabedor Jaime Guainas, en una de las tantas visitas a la familia Camayo Osnas, escuchó unas palabras que le quedaron retumbando en su corazón, y que caminaron velozmente con el viento: "Mientras el caminito nos llevaba a la casa sembrada alrededor de varios robles, la niña de seis años que ya me conocía gritó a la mamá: 'Viene el mayor que se sienta hablar con el cielo". Que concepción tan especial de la niña, producto de la observación y el análisis, se expresó tan locuazmente para definir a una persona sabía que aprende en la interacción cotidiana y dialógica con los seres espirituales, con el fin de mediar las relaciones familiares y comunitarias con el contexto de la naturaleza y el cosmos.
La importancia de los y las sabedoras culturales el/la Kiwe Thé", 'sabedor/a humano/a', Tutx bajxi'sa, 'calentador/a de barriga', Nuykathisa, 'sanador/a', Umsaa, 'tejedor/a', del pueblo nasa y de los pueblos indígenas en general es determinante para la vida en todas sus dimensiones y posibilidades. Aunque la realidad nos ha demostrado que los sabedores han resistido a prácticas, comportamientos y actitudes de exclusión, ridiculización y estigmatización social, sustentadas en una visión ideológica colonial de supremacía de la razón, de la cientificidad y la violencia epistémica sobre conocimientos otros.
Este epistemicidio, como lo plantea Boaventura de Sousa, contra los pueblos indígenas se mantiene en la misma negación del hecho de seguir aniquilando los saberes, prácticas ancestrales y las formas de construir conocimiento para la vida y por la vida, conocimientos que al dialogar con otros producidos por la ciencia occidental y otros pueblos del mundo aportarían significativamente recuperar el ciclo natural de la vida, de la vida de cada uno de los seres que habitamos en la Tierra.
Las y los sabedores son personas que en el encuentro y diálogo con la naturaleza aprehenden saberes especiales, adquieren capacidades y habilidades para una comunicación con los espíritus de la naturaleza, ellos trabajan en la recuperación y conservación de relaciones de armonía y equilibrio de las personas, en la familia, en la comunidad y las relaciones con la Madre Tierra; por tanto, son personas sabias que con la polifonía de sus palabras, sentires y haceres le apuestan a que la vida con sus diferencias perdure, comprendiendo que esas diferencias en las familias, el territorio y el mundo son "rasgos que distinguen unos seres humanos de otros, son construcciones históricas, estrategias de gobierno que cumplen una función modeladora en cada momento preciso" (Castillo, 2016), y que para el pueblo nasa han permitido que la solidaridad, reciprocidad, comunitariedad y dialogicidad sean aún principios para el Buen Vivir con la Madre Tierra.
Relación de las sabedoras y semillas de vida
En el acompañamiento del proceso formativo de las semillas de vida, los sabedores y las sabedoras, en diferentes diálogos nos permitieron profundizar en prácticas y saberes ancestrales, así como en las concepciones de crianza cultural nasa. Por ello, queremos resaltar inicialmente que hemos reafirmado la importancia y pertinencia que tiene el ritual del Sxhabwe'sx u’jnxi, 'siembra del cordón umbilical'", 5 momento en el que, agradeciendo, se une, se ata el despertar de la semilla de vida con la Madre Tierra y se potencia su camino con el camino de la luna, así el parto haya sido atendido en la vivienda o en el hospital, pues en él se recoge la preparación antes del parto y se afianza la vida de las semillas con la Madre Tierra, lo que previene desequilibrios que luego generan enfermedades, pues afirma la mayora Laura Valencia (Comunicación personal, 2016):
Txawte kwe’sx luuçxa’ wâth fxi’zewêçxa kwe’sx tula’s çxhäçxhan, aysu ü’as luuçxtxi’s puuçna, ksxa’wtxi’s ki’sna fxi’zena’w txawyu’ wëtwët çxhäçxha fi’zena’w. [los rituales y prácticas culturales son el camino para que nuestros hijos y nietos crezcan sanos y fuertes, para que sean indígenas de verdad, que aman la tierra y no mantienen enfermos].
Por consiguiente, la salud, la identidad, la felicidad, la fortaleza espiritual y lo que permite el Buen Vivir en el nasa dependen directamente del cumplimiento de las prácticas culturales y de la realización de los rituales fundamentales como la siembra del cordón umbilical, así como de los rituales que se definan por el sabedor en comunicación con los espíritus de la naturaleza en relación al camino de cada semilla de vida.
Plantean nuestras sabedoras una fuerte crítica a las prácticas asistencialistas del sistema de salud así sean realizadas por profesionales de salud de las IPS-I, 6 porque han llevado a una significativa disminución de la atención cultural de los partos, situación preocupante en resguardos indígenas que están cerca de los centros urbanos o poblados, en donde se han mermado significativamente, a lo que con preocupación expresa la sabedora Ana Emérita Chocue: "Ya casi no nos buscan para ir a atender los partos y cuando llegan algunas jovencitas muy complicadas, que no las hemos atendido en el embarazo, ya no se puede hacer nada, y de ahí se agarran para criticarnos". Esto demuestra no la mera competencia médica, sino el debilitamiento de la solidaridad cultural por efecto de un interés discriminatorio por parte de la medicina de mercado.
La crítica infundamentada a las sabedoras y de los saberes ancestrales ha llevado a la subvaloración de la práctica y del saber ancestral que acompaña a la gestación, el nacimiento y la formación en las familias de las semillas de vida. Situación que refleja cómo está imponiéndose la visión capitalista de lucrarse con la salud del pueblo, el mercado está camuflado en el concepto de servicio, hasta en los momentos más sensibles y bellos, íntimos y sentidos de la vida, como es el nacimiento. Esta práctica de centrar las atenciones de los controles prenatales y del parto en los hospitales es claramente una manifestación más de epistemicidio, la práctica de una política genocida soterrada para controlar la población indígena al considerarse que el conocimiento ginecobstetra válido lo sustentan los profesionales formados en las universidades exógenas.
En las prácticas culturales y cuidados en la formación de las semillas de vida, las sabedoras y sabedores han enfatizado en prácticas tan comunes en la cosmo-visión de los pueblos indígenas como el realizar toda actividad relacional con la familia, la parcela y la comunidad en compañía de la semilla vida, ya sea apao 7 o caminando por sí mismo, ya que las semillas nunca se quedan solas en algún lugar de la casa, pues duermen inicialmente con los padres, luego con los hermanos, no hay cunas o corrales; las hamacas se ubican muy cerca del fogón para que el bebé cuando duerma esté protegido y tenga seguridad brindada tanto por la madre como por el fuego; cuando hay que desplazarse a un trabajadero o ir de visita a una familia y estar lejos de la casa, siempre se lleva a la semilla de vida en la espalda de la madre, la abuela, hermanas, tías, primas, vecinas y ahora nuevamente algunos padres están amorosamente disponibles y por iniciativa propia asumen cargarlos en la espalda, retornando a prácticas orientadas por Uma Kiwe, Madre Tierra.
Esta práctica para el pueblo nasa es muy importante en la formación de las semillas de vida, que le significan a los niños y niñas beneficios como la seguridad con la familia y con la naturaleza, el superar los miedos, la confianza en sí mismo, el reconocimiento del entorno natural, así como de los trabajos de los adultos, el conocimiento de la familia y los amigos; aprendizajes determinantes de sentidos y significados en el camino de cada semilla de vida que le permitirán ser una persona autónoma, por formarse en la cercanía y el sentir de la familia que desde el amor, lo protegió y acompañó.
La conexión íntima y permanente con la familia de las semillas de vida para su andar en el tiempo y espacio se complementa con las fuerzas de la naturaleza y el cosmos, la cual podemos comprender en palabras del sabedor Silverio Yujo (Comunicación personal, 2016), que recoge el sentido del pueblo nasa de Sa'th Tama Kiwe en la siguiente expresión, que en castellano podríamos aproximarla así:
Las semillas de vida crecen y se forman saludables, inteligentes, felices y fuertes espiritualmente cuando permitimos que desde antes de su nacimiento y en los primeros años de vida sean cobijados, orientados y alimentados por las energías de la Madre Tierra; del Sol y la luna; del Agua y los espíritus de las plantas y animales.
Esa permanente y estrecha cercanía de la semilla de vida, desde la gestación hasta la caída del primer diente dentro de su familia es la garantía de un crecimiento saludable, de una formación sensible, creativa y solidaria, así lo expresa la sabedora Omaira Guetio (Comunicación personal, 2019), que en una aproximación al castellano diría: "Las semillas de vida apaos se acostumbran a ver ni chiquitas, ni grandotas a las personas, árboles y animales"
Esta práctica cultural de observar el mundo circundante desde pequeños sin distorsiones permite que las niñas y niños se formen más seguras, más autónomas, más aprehendientes de la Madre Tierra, gracias al movimiento constante y la posibilidad de ver a las personas y naturaleza de manera horizontal desde los primeros meses de vida. Ello garantiza la socialización cultural hacia una existencia colectiva, solidaria y recíproca, que no se garantizaría con el aislamiento en un sitio especifico de la vivienda, sea en un corral o en una guardería. Esa horizontalidad que forja una visión de la realidad diversa, multicolor, polifónica y para nada vertical ni excluyente, como la configura la visión capitalista.
Otro aspecto por resaltar es la curiosidad de las semillas de vida, capacidad que se fortalece con la potenciación de cada semilla de vida con el camino de la luna desde el ritual de la siembra del cordón umbilical y desde los otros rituales de revitalización, pues como expresa el sabedor Jaime Guainas (Comunicación personal, 2017): "La semilla de vida es curiosa cuando su espíritu es libre" y es un espíritu libre cuando esta armonizado con la naturaleza. Esta capacidad la identificamos en las niñas y niños cuando en su caminar libre por la casa, por el tul, 8 observan, tocan, huelen, palpan, escuchan y sienten la existencia de otros seres y energías que nos acompañan, que en esa sensibilidad experimentan y juegan con lo que encuentran en su ambiente, recreando prácticas familiares como la siembra, la cosecha, el preparar y compartir alimentos, el cuidar bebés, el construir casas, cuidar animales y el tejer; en nasa yuwe, la curiosidad en el juego, en el buscar en el entorno libremente se determina como: Luuçxu'ywe'sxa tulsu pwese'n u'juta', 'las niñas andan libremente jugando por la huerta'.
En las niñas y niños nasa, esa curiosidad de jugar en el tul los lleva a experimentar, dialogar, construir, compartir, insistir, sentir, planear, comparar, discutir, llorar, reír y así aprehender; por consiguiente, aprenden en compañía de los seres espirituales con los que pueden interactuar como la gallinita, el perro, la gata, la lombriz, el gorrión, el maíz, el fríjol, la guayaba, el sauce, la ortiga, la col, la oveja, el roble, el limón, la papa cidra, el guineo y, por supuesto, con otras semillas de vida.
Semillas de vida con capacidades diversas
En las visitas familiares del equipo de Semillas de Vida de la Asociación de Cabildos Ukawe'sx Nasa Cxhab, se encontraron niñas y niños con unas condiciones diferentes por sus capacidades, estas realidades se fueron dialogando en las tulpas de sentipensamiento y desde el segundo semestre del año 2019, por orientación de los sabedores ancestrales y autoridades tradicionales, que decidieron, desde un sentipensar, empezar a estructurar una estrategia de acompañamiento para quienes conocemos esta apuesta como "semillas con capacidades diversas"
Las semillas con capacidades diversas, denominación cercana a lo que en nasa yuwe se definió como Ksxa’wwe’sx luuçx, 'niños espirituales', para llegar a esta conceptualización trabajamos en varias tulpas con los sabedores del territorio, partimos de la observación en las familias, de lo analizado y dialogado territorialmente. Además, se trató de no utilizar categorías del castellano como personas "discapacitadas o invalidas", pues esto no permitiría hacer el proceso de conceptualización cosmológica desde la lengua materna, el nasa yuwe.
Para los participantes en las tulpas de sentipensamiento, fue necesario confrontar y no compartir la concepción del pensamiento occidental que plantea que las personas con capacidades diversas se identifican como discapacitados, entendiendo que "discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación" (Organización Mundial de la Salud, OMS). Para nosotros, cada persona se valora, se identifica en todas sus dimensiones y posibilidades de existencia en relación con la Madre Tierra, por tanto, cada ser humano tiene su camino, que se devela en compañía y orientación de los sabedores, dando sentido al "estar siendo" en la naturaleza en sus diferencias y capacidades.
Para los sabedores, la apuesta de acompañamiento integral a las semillas con capacidades diversas ha implicado analizar por qué nacen o se forman así, y se concluye que culturalmente muchas niñas y niños nacen así porque traen dones especiales que se deben potenciar desde el embarazo y estos dones, capacidades diversas son para fortalecer el proceso comunitario desde lo artístico, político y espiritual, pues referencian que muchos sabedores ancestrales han tenido condiciones físicas diferentes, diferencias que solo han potenciado su fuerza espiritual.
Otras semillas de vida nacen con capacidades diversas por desobediencia de las prácticas y rituales culturales, en el diálogo se identificaron diferentes experiencias en donde por una dieta alimenticia desarmonizada, el no respeto de los sitios de poder y al no realizar controles culturales en el embarazo, los niños nacieron con problemas de movilidad y hasta mentales; en otros casos, se mencionaba que las mujeres en gestación al estar fuera de la casa cuando habían eclipses, llevaba a que perdieran los bebés por desobediencia cultural.
Otras semillas con capacidades diversas son adquiridas después del nacimiento o en algún momento de su existencia o en procesos de recuperación de la Madre Tierra, o en las mingas hacia fuera del territorio, en donde las personas desarrollan otras habilidades para adecuarse a las nuevas circunstancias de vida y desde las cuales siguen aportando al proceso organizativo desde el nivel comunitario y familiar, resistiendo de otras maneras a los mecanismos de exclusión.
Reflexiones continuas
Históricamente, el acompañamiento formativo de las semillas de vida en el pueblo nasa ha sido determinado por los principios ancestrales de cuidar, preservar y garantizar la vida en la naturaleza y este andar ha sido en contexto con los caminos de la Luna, el Sol y la Madre Tierra, para ello, las sabedoras y sabedores han recreado nuestra historia como pueblo nasa, han ritualizado nuestras existencias familiares y comunitarias, han mimado amorosamente el despertar de las semillas de vida y siguen tejiendo con sus prácticas y saberes vidas en resistencia a la muerte; por consiguiente, seguimos apostando en la formación de las semillas de vida desde el andar junticos, cogidos de la mano: la sabiduría con la curiosidad, la experiencia con la creatividad, la escucha con el hablar y la esperanza con la incertidumbre.
El ejercicio desde las tulpas de üus yahkxsawe’sx, 'los sentipensadores', en las que vamos recreando críticamente el saber ancestral para afrontar los desafíos que nos exigen las relaciones con las semillas de vida en contextos cada vez más afectados por la globalización neoliberal, pero que asumimos esta realidad en conexión con el pensamiento de Fornet: "Como expresiones de culturas vivas que dicen hoy su palabra y que, por ello, confrontan su presente con otra visión de sí mismo" (2004, p. 110), para proseguir los caminos de la resistencia siempre renovada desde los vientres maternos hasta el retorno al vientre de la Madre Tierra y desde allí a los otros niveles de la vida espiritual.
El constante proceso investigativo nos ha llevado a asumir otras formas de percibir, ver, sentipensar, actuar y de estar con las niñas y niños, a comprender que si nosotros cuidamos y acompañamos amorosamente junto con las energías de la Madre Tierra y el cosmos el caminar de nuestras semillas con capacidades diversas podrán fortalecer sus dones y habilidades. Además, si junto con las familias recreamos las prácticas culturales de crianza las semillas de vida se formarán como personas que amarán, respetarán y trabajarán por conservar la dignidad de la vida de la naturaleza, las personas, las familias y la comunidad.
Requerimos seguir observando y dialogando sobre las prácticas de las semillas de vida para saber qué las estimula y qué debemos reorientar, pues aún muchos padres influimos negativamente, por ejemplo, con la curiosidad, al no dejar que ellos busquen y construyan sus juegos, sino que los direccionamos por lo que nos ofrece el comercio y ahí tiene sentido comprender que "ninguna curiosidad se sustenta éticamente en el ejercicio de la negación de la otra curiosidad" (Freire, 1997). La curiosidad está íntimamente ligada a la posibilidad de ejercer la autonomía de la búsqueda, de saber cuándo, qué, cómo, dónde, con quién y para qué lo quiero, sino, no hay curiosidad, habrá condicionamiento y por tanto no tendrá la niña y el niño la posibilidad de tomar decisiones, en definitiva disfrutar la vida.
Sabemos que toda resistencia local por la vida tiene repercusiones globales, por ello, las respuestas a la violencia contra la Madre Tierra desde la avaricia de las corporaciones multinacionales las enfrentamos diariamente escuchando el cantar de los pájaros, dejando que en los montes renazcan la vida, "dejando de comprar pendejadas como los pañales des-echables", como nos insiste desde hace varios años el mayor Edilmo Basto (Comunicación personal, 2016), quien termina retándonos: "Pues tenemos otros medios como los pañales de tela que no contaminan el suelo y que no le afectan a los bebés", invitándonos a responder desde nuestras posibilidades y capacidades a los retos que nos plantea educar libre, responsable y creativamente a nuestras semillas de vida.
Sentipensamos desde nuestra experiencia que entre más dependemos de lo que nos ofrece el mercado en bienes y conocimientos, más dependientes serán nuestros hijos, más obedientes y sumisos del sistema serán, por tanto, a mayor facilismo menor felicidad. Es tiempo de retomar y reorientar autónomamente la educación de nuestras semillas de vida, que en otros espacios llaman educación inicial, que desde el amor, desde el andar junto a los caminos de la Luna, el Sol y la Madre Tierra, desde el estar junto a ellos, desde el diálogo, el juego y desde miles de formas que nos da la creatividad del estar junto a ellos, porque en cambio, "ellos" sí se entrometen y deciden por nosotros, ya que "la invasora sociedad moderna quiere saturar de provisiones a los niños desde la cuna, y vive muy preocupada con los temas de la estimulación temprana y hasta de la temprana detección de talentos y de genios" (Ospina, 2008, p. 189).
Continuamos preguntándonos: ¿Qué será de la vida cuando la alegría, la espontaneidad, la curiosidad y creatividad de las niñas y niños sean remplazadas por mercancías?