Recibido: 13 de abril de 2022; Aceptado: 9 de junio de 2022
Juventud, precariedad laboral y organización en tiempos de crisis: ‘Juntos somos más fuertes’*
Youth, Job Insecurity and Organization Intimes of Crisis: 'Together We Are Stronger'
Juventude, precariedade do emprego e organização em tempos de crise: 'Juntos somos mais fortes
Resumen
El presente artículo se propone describir las formas de organización de jóvenes trabajadores del Sindicato Starbucks-Chile en un escenario de crisis producto del estallido social de octubre del 2019 y la pandemia del Covid-19. Para esto, se realizó una Netnografía que analiza la red social de Instagram del sindicato. El proceso de recolección de información implicó una búsqueda de imágenes, carruseles, videos, links, reels, historias, boomerangs, que dieran cuenta de las estrategias comunicacionales de los jóvenes trabajadores y sus formas de organización. Los resultados muestran que el contenido de la socialización se puede categorizar en los siguientes ejes temáticos: a) elementos identitarios asociados la precariedad laboral de jóvenes que estudian y trabajan; b) estrategias y acciones frente a la desprotección laboral y; c) perspectivas de género asociadas al rol de mujer trabajadora y las disidencias sexuales. Tomando como referencia una perspectiva del ACD, se concluye y discute que estos ejes temáticos corresponden a una forma de activismo comunicacional en la cual los jóvenes sindicalizados definen y transmiten visiones de sociedad desde una perspectiva de género, construyendo elementos ideológicos que se transforman en un accionar colectivo, en un escenario de importantes transformaciones sociales y políticas en Chile.
Palabras claves:
precariedad laboral, jóvenes trabajadores, redes sociales, nuevos sindicalismos.Abstract
This article aims to describe young workers of the Starbucks-Chile Union' organization in a scenario of a social crisis resulting from the social outbreak of October 2019 and the Covid-19 pandemic. For this, a Netnography was carried out that analyzed the union's Instagram social network. The process of collecting information involved a search for images, carousels, videos, links, reels, stories, and boomerangs, which gave an account of the communication strategies of young workers and their forms of organization. The results show that the content of socialization can be categorized into the following thematic axes: a) identity elements associated with the job insecurity of young people who study and work; (b) strategies and actions against the lack of labor protection and; (c) gender perspectives associated with the role of working women and sexual dissidence. Taking a CDA perspective as a reference, it is concluded and discussed that these thematic axes correspond to a form of communication activism in which unionized young people define and transmit visions of society from a gender perspective, building ideological elements that are transformed into collective action, in a scenario of important social and political transformations in Chile.
Keywords:
Work Precariousness, Young Workers, Social Networks, New Syndicalisms.Resumo
O presente artigo tem como objetivo descrever as formas de organização dos jovens trabalhadores da organização sindical Starbucks-Chile em um cenário de crise resultante do surto social de outubro de 2019 e da pandemia Covid-19. Para isso, realizou-se uma Netnografia que analisa a rede social Instagram do sindicato. O processo de coleta de informações envolveu a busca de imagens, carrosseles, vídeos, links, reels, histórias, bumerangues, que deram conta das estratégias de comunicação dos jovens trabalhadores e suas formas de organização. Os resultados mostram que o conteúdo da socialização pode-se categorizar nos seguintes eixos temáticos: a) elementos de identidade associados à precariedade no trabalho dos jovens que estudam e trabalham; b) Estratégias e ações em face da falta de desproteção ao trabalho e; c) Perspectivas de gênero associadas ao papel das mulheres trabalhadoras e à dissidência sexual. Tomando como referência uma perspectiva da ACD, conclui-se e discute-se que esses eixos temáticos correspondem a uma forma de ativismo de comunicação em que jovens sindicalizados definem e transmitem visões da sociedade a partir de uma perspectiva de gênero, construindo elementos ideológicos que se transformam em uma ação coletiva, em um cenário de importantes transformações sociais e políticas no Chile.
Palavras-chave:
precariedade no emprego, jovens trabalhadores, redes sociais, novos sindicalismos.Introducción
Juntos somos más fuertes
SINDICATO STARBUCKS, CHILE
Antecedentes: la revuelta social de octubre del 2019
Los jóvenes1 han tenido un papel activo en la demanda de procesos de transformación social que se materializan, a través de la protesta social y de la articulación de la ciudadanía en espacios educativos, laborales y comunitarios. Las movilizaciones ocurridas en distintas ciudades del mundo, antes y durante la pandemia de la covid-19, como por ejemplo Hong Kong, Paris, Quito, Barcelona, Santiago, Bogotá, Minneapolis, han sido gatilladas y articuladas mayoritariamente por jóvenes (Rivera-Aguilera et al., 2021). En el caso chileno, el estallido social que se inició el 18 de octubre del año 2019 representó una "revuelta social" sin precedentes en nuestra reciente historia democrática. Las calles de Santiago fueron invadidas por manifestantes que demandaron un sistema económico más equitativo con discursos y consignas que llamaron a poner fin al neoliberalismo como forma de gobierno (Araujo, 2019; Frías y Garcés, 2019; Rivera-Aguilera et al., 2021). Los estudiantes secundarios fueron los que iniciaron este proceso de movilización social con la conocida "evasión del Metro" en Santiago, manifestándose en contra del alza del transporte público. De esta forma, lo que comenzó con un llamado a evadir el aumento en los costos de la vida, desató la indignación social que gatilló la consigna "Chile despertó".
El Núcleo de Investigación y Acción en Juventudes de la Universidad de Chile (2019), planteó que las demandas juveniles se basaban en valores tales como la humanización, el romper el orden normalizado y, sobre todo, el sentido de justicia. Entre noviembre y diciembre del 2019, el 61 % de jóvenes entre 18 y 29 años declaró haber concurrido a manifestaciones en la vía pública, lo que superó de forma considerable la participación en manifestaciones anteriores (Scherman et al., 2020). Los jóvenes de la revuelta no se identifican con las formas tradicionales de la política partidista, pero sí demandan la necesidad de la diversidad y de autoridades colectivas, utilizando las redes sociales como su principal fuente de convocatoria e información (Frías y Garcés, 2019; Scherman et al., 2020).
En relación con lo expuesto, en este artículo nos preguntamos por las formas de organización y protesta de los jóvenes trabajadores a través de redes sociales en Chile. Desde esta interrogante nos centramos en el caso del Sindicato Starbucks-Chile y, en particular, analizamos su activismo comunicacional (Morales y Abal, 2020) a través de la plataforma Instagram en un escenario de crisis social y económica, producto de la revuelta social de octubre y de la pandemia por la covid-19.
El texto está estructurado de la siguiente manera: primero planteamos algunos antecedentes sobre las formas de organización juvenil en la protesta social articulada en los últimos años, haciendo énfasis en la importancia de las redes sociales en estos procesos. Segundo, abordamos el tema de la precariedad laboral existente y la emergencia de nuevos sindicalismos (Ratto, 2019; Stecher et al., 2020) asociados a la comida rápida y el mercado minorista (retail). Tercero, a partir de los resultados de una netnografía (Kozinet, 2020), ilustramos cómo los jóvenes se identifican, articulan y reclaman sus derechos, a través de las redes sociales en tiempos de crisis.
Una generación sin miedo
Pleyers (2018) señala que las revueltas y protestas articuladas por las nuevas generaciones han configurado una "cultura activista". Esta se manifiesta globalmente en respuesta a las inequidades, la precariedad laboral, así como las injusticias sociales que configuran el modelo económico neoliberal del capitalismo dominante en los últimos 30 años (Fairclough, 2010). Esta cultura activista ensambla nuevos lenguajes, nuevas luchas contra el capital, así como una ética diferente que representa la vida social de muchos jóvenes en nuestros días (Papadopoulos, 2018). Además, constituye nuevas subjetividades que se basan en las formas en que los jóvenes conciben el mundo y entienden el cambio social, lo cual permite nuevas formas de organización así como prácticas -consistentes y coherentes- con esta visión.
Esta nueva generación de jóvenes "sin miedo", asume una posición crítica frente a la democracia actual por considerarla: segregadora, ilegítima, vinculada al neoliberalismo y sustentada en una lógica policial (Sandoval y Carvallo, 2019). No temen a la represión, porque se asumen desde la exclusión y, desde sus discursos y prácticas, proponen nuevas formas de construir de ciudadanía (Esteve, 2019; Sandoval y Carvallo, 2019). Demandan al Estado y a las autoridades de gobierno nuevos estilos de vida, construyendo repertorios de acción política para un apoyo mutuo y buen vivir que apunten a subvertir la precariedad que les impone el modelo neoliberal (Ganter-Solís y Zarzuri-Cortés, 2020; Vommaro, 2017).
La importancia de las redes sociales en la organización juvenil
Como indican Ponce y Feixa (2019), en las últimas décadas se deja entrever un giro generacional significativo a partir de la globalización, y con ello el impacto que han generado las redes sociales, acortando las distancias y modificando las relaciones y vínculos sociales, dando a la población juvenil un nuevo espacio de participación que los lleva a explorar territorios desconocidos respecto a las generaciones adultas o más ancianas, permitiéndoles así el uso de estos medios de comunicación con propósitos determinados. En este sentido, la conexión entre las redes físicas y virtuales ha sido una forma de innovación para distintas formas de organización juvenil, produciendo intersecciones entre las acciones "en línea" con las "prácticas" concretas (Pleyers, 2018). Tal como ha señalado Papadopoulos (2018), lo virtual genera nuevos entendimientos asociados a una ontología distinta de movimientos sociales, los cuales constituyen nuevos discursos y nuevas subjetividades en la población juvenil.
Asimismo, las nuevas formas de organización, a través de las redes sociales, generan nuevos flujos que cuestionan la información de medios de masas, políticas de gobierno o lineamientos de los mercados del trabajo. En esta línea se hace importante destacar que lo audiovisual no solo permite entregar un mensaje sino que también busca influenciar al público a partir de la estructura ideológica que está siendo representada (Rivera-Plata, 2018). Así, los jóvenes hacen circular información de sus organizaciones y de sus formas de organización, a través de plataformas como Facebook, Twitter o Instagram (Pleyers, 2018). De esta manera, el uso del internet ha permitido a las organizaciones juveniles difundir actividades, facilitar el contacto entre actores e incorporar nuevos miembros, consolidando públicamente a estas organizaciones (Vommaro, 2015). Algunos ejemplos han sido documentados en investigaciones sobre el movimiento estudiantil en Chile (Cárdenas-Neira, 2016; Ganter et al., 2017; Sandoval y Carvallo, 2019; Valderrama, 2013); expresiones de jóvenes alter-activistas (Pleyers, 2018) y el activismo comunicacional en trabajadores de plataforma (Morales y Abal, 2020). En el caso de los jóvenes trabajadores, el uso de redes sociales ha generado un espacio comunicacional en respuesta a las inequidades sociales y a la precariedad laboral, interpelando así a la visión dominante de corporaciones y empresas.
Juventud y precariedad laboral
Desde las ciencias económicas y en el escenario de la crisis económica europea a inicios de la década del 2010, Standing (2013) hace referencia a una clase social emergente: "el precariado". La cual se constituye producto del nuevo orden económico y de las transformaciones globales de las últimas décadas. Standing describe a esta nueva clase social, representada principalmente por jóvenes (y no tan jóvenes), como sujetos que tienen que aceptar trabajos inestables, sin una narrativa ocupacional para su vida. También define algunos efectos subjetivos asociados a esta nueva clase social, que denomina las cuatro "A": anomia (sensación de desesperanza), ansiedad (frente a la incertidumbrej, alienación (sensación de no poder hacer lo que les gustaría hacer) y aversión (rabia frente al sistema). Si bien las ideas de Standing han sido revisadas y comentadas por cientistas sociales e investigadores de los estudios del trabajo en Latinoamérica, se ha planteado como un referente lejano al contexto regional. Pues bien, en el escenario actual donde nos encontramos en una nueva crisis económica producto de la pandemia de la covid-19, se hace importante revisar las ideas de Standing y posicionarlas en el contexto chileno, en especial después de lo que fue la revuelta social de octubre del 2019.
En este artículo abordaremos la precariedad desde una perspectiva latinoamericana, siguiendo a Mora Salas (2012) y Julián-Véjar (2018a) entenderemos la precariedad desde un enfoque multidimensional. Esto significa que elementos sociales trascienden la esfera del trabajo y constituyen una "relación social" que aborda elementos individuales, familiares y territoriales asociados a la vulnerabilidad social. En lo que refiere a la precariedad laboral en Chile, y tomando como referencia los estudios de Julián-Véjar (2020) y Stecher y Sisto (2019), esta relación social tiene como base una serie de dimensiones que se pueden resumir en: a) inestabilidad: contratos de corta duración, movilidad, emprendimiento informal, trabajo por cuenta propia; b) inseguridad: ausencia de protección social (trabajo, salud, previsión), falta de derechos sindicales; c) insuficiencia: relación entre los ingresos y los costos de reproducción de la vida, subempleo y flexibilización, dimensiones que encubren formas de desempleo; d) condiciones de trabajo: desregulación del mercado del trabajo con relación a condiciones de seguridad, higiene, acoso laboral, y e) cronopiedad: relación entre el tiempo de trabajo y el tiempo de vida, asociado a la sobrecarga y exceso de trabajo.
En este escenario, conocer las formas de organización juvenil en un contexto de pandemia y crisis económica producto de la covid-19 se hacen relevantes, ya que las expresiones de hacinamiento, la prescripción para el encierro o confinamiento, así como la inactividad ha generado nuevas angustias, conflictos y un estado de "sobrevivencia" a la pandemia (Julián-Véjar, 2020). De allí que profundizar en las formas de organización de jóvenes trabajadores durante (y antes) de la pandemia permite no solo identificar y caracterizar nuevas formas de trabajo, sino también develar y comprender cómo es que estas formas de organizar el trabajo cuestionan e interpelan, como acción y posición política, a las formas hegemónicas del trabajo que promueven una racionalidad económica centrada en valores individuales (Fisher, 2009; Frías y Garcés, 2019; Martuccelli, 2019; Rivera-Aguilera, Bork y Nova, 2019; Rivera-Aguilera, García-Quiroga et al., 2019; Scherman et al., 2020; Standing, 2013; Vives et al, 2019).
Sindicalismo en Chile
Las características de un sindicato y del sindicalismo tienen que ver con el escenario y contexto en el que está inmerso, ya que se está cruzado por conflictos económicos, sociales y políticos, así como también subjetivos (Sato , 2018). En este sentido, el sindicalismo en Chile se encuentra atravesado por procesos de debilitamiento estructural y de revitalización (Julián-Véjar, 2018b). El primero de ellos se corresponde con el periodo de dictadura militar de Pinochet (1973 a 1989), donde se desconfigura el rol protagónico que habían tenido los sindicatos hasta el momento en el campo político y su posición en las relaciones laborales, debido a las políticas de restructuración económica y reformas de libre mercado (des-industrialización, (re)privatización y transnacionalización). Lo cual habría sumergido al sindicalismo en un espacio de resistencia aletargada y de socavamiento de sus principales pilares históricos (Julián-Véjar, 2014).
Desde el año 2000, la situación de la sindicalización en Chile mejoró relativamente, desde entonces los sindicatos se han visto envueltos en un periodo de revitalización, debido a la emergencia de nuevos liderazgos sindicales en sectores con poca tradición sindical y al impulso que han tenido las demandas del conflicto social de clases y de las desigualdades sociales ocasionadas por las fracturas del neoliberalismo, como el despliegue del movimiento estudiantil (2006 y 2011) (Gutiérrez, 2016; Julián-Véjar, 2018b). Lo que permitió reposicionar a los sindicatos como un actor protagónico en los espacios de negociación y participación político-social, desde una mayor riqueza cualitativa de sus canales de comunicación, de sus espacios de debate y de sus intervenciones público-políticas (Julián-Véjar, 2018b). Se pasó así de 11 653 sindicatos activos en el 2016, con una población afiliada de 1 139 955 aproximadamente (Aguayo, 2018), a 12 355 sindicatos activos durante 2020, en plena pandemia, lo cual corresponde a 1 242 550 de personas aproximadamente, de ellos 721 111 son hombres y 521 439 son mujeres, teniendo una mayor centralización en la región de Santiago de Chile (Dirección del trabajo, 2020).
Jóvenes que se organizan en nuevas expresiones de sindicalismo
En Chile, los jóvenes trabajadores de grandes corporaciones multinacionales vienen formando sindicatos desde hace algunos años, tales como el caso de Starbucks, H&M, McDonald's, Papa John's, Ripley, entre otros. Ratto (2019) y Stecher et al. (2020) han documentado que durante la última década se ha venido articulando una revitalización sindical en un contexto más amplio de movilización social, conformando "nuevos sindicalismos" caracterizados por, entre otras cosas, una amplia composición de jóvenes y mujeres en condición de empleo precarias, con usos de acción más directa y disruptiva que las formas tradicionales de organización sindical. Un ejemplo de esto es que el pasado 1° de mayo del 2020, en el marco del Día Internacional del Trabajador, los jóvenes afiliados a sindicatos de empresas como Starbucks, H&M y Empresas Ripley, entre otras, redactaron el "Manifiesto por la dignidad laboral en tiempos de crisis", señalando que la "Ley de Protección al Empleo" (Ley N.° 21.227), tuvo efectos críticos para miles de familias que vieron cómo sus ingresos disminuyeron. También cuestionaron que parte importante de sus sueldos fueron pagados con sus propios ahorros del seguro de desempleo y manifestaron una gran preocupación por el futuro, ya que no les quedará dinero para abordar una posible cesantía real (CNN, 2020; El Mostrador, 2020; La Izquierda Diario, 2020). De igual forma, señalaron que los trabajadores jóvenes se están organizando en diversos países denunciando cómo grandes empresas multinacionales de comida rápida y del retail, entre otras, lucran con la juventud como mano de obra barata, llamando la atención sobre la inhumanidad de estas corporaciones. Estos jóvenes desarrollan una fuerte promoción y difusión de sus actividades a través de páginas web y la red Instagram. Un ejemplo de esto es el caso del Sindicato Starbucks que con su lema "Juntos somos más fuertes" (https://sindicatostarbucks.cl/; https://www.instagram.com/sindicatostarbuckschile/) realiza convocatorias, plantean exigencias laborales y denuncian abiertamente incumplimientos de la empresa. Asimismo, a través de estos canales transmiten sus propios valores, utilizando fotos o "post" diarios, facilitándoles la articulación y un sentido de unión como colectivos (Gallardo et al., 2020).
Sindicato Starbucks-Chile
El primer sindicato de Starbucks en Latinoamérica nace en Santiago de Chile el 9 de abril del 2009, ante la posibilidad de que la empresa efectuase despidos masivos, a raíz de la crisis económica del 2008 que impactó fuertemente al mercado estadounidense y que los trabajadores chilenos temían pudiese repercutir a nivel local (Sindicato Starbucks, 2022). De esta manera, se constituye el Sindicato Starbucks y, si bien, no le ha sido fácil subsistir ante la alta rotación de personas, la dispersión y el miedo de sus miembros, las fuertes prácticas anti sindicalistas y el paternalismo de la empresa, el sindicato ha logrado permanecer a lo largo del tiempo, llegando a instituir negociaciones colectivas con la empresa y, pasando de ser alrededor de 50 los trabajadores afiliados al sindicato en sus inicios, a 700 socios en la actualidad. Posicionándose de esta forma como el sindicato de comida rápida más relevante e influyente del país.
En su mayoría, el sindicato se compone por mujeres y jóvenes estudiantes, de un universo de 1900 trabajadores de la empresa, distribuidos en 141 locales establecidos en ciudades como Santiago, Rancagua, La Serena, Valparaíso, Chillán, Curicó, Concepción y Temuco. De esta forma, el sindicato se estructura hoy en día a la luz de un directorio paritario con representación regional compuesto por 11 personas; delegados con representación en más del 95 % de los locales del país y trabajadores socios del sindicato; a su vez, se erigen distintas comisiones, como por ejemplo: una comisión de mujeres y disidencias, conformada por más de 10 trabajadores sindicalizados y no sindicalizados, que funciona en paralelo desde el año 2019 y que fue creada a partir de la discriminación hacia las madres de parte de Starbucks.
Desde sus inicios, la organización sindical de Starbucks ha perseguido espacios para democratizar la compañía, mejorar las condiciones laborales de los jóvenes trabajadores y su calidad de vida, sin dejar de lado el respeto íntegro de sus derechos. Movilizados, ante todo, por los valores de la igualdad, justicia social, dignidad, unidad y solidaridad; han llegado a cruzar las fronteras del propio sindicato Starbucks, en cuanto reconocen y creen que los recursos con los que cuentan deben ponerse a disposición de otros trabajadores, en especial de aquellos que no gozan de una organización sindical (Labra, 2017; Sindicato Starbucks, 2022). De esta manera, han sido capaces de impulsar y acompañar la creación del primer sindicato unificado entre Burger King y McDonald's en el año 2019, dos de las empresas más grandes de comida rápida del país y del mundo (La Izquierda Diario, 2019).
Esta alta participación de sus dirigentes, principalmente, en diversos espacios políticos y canales de lucha por la justicia social y laboral, han convertido al sindicato en una importante figura política de jóvenes trabajadores, que hoy en día destaca por su constante activismo en materias de precariedad laboral a nivel nacional e internacional (Labra, 2017). Durante el tiempo de la revuelta social y el inicio de la crisis socio-sanitaria, las estrategias del sindicato dieron un vuelco y el sindicato se configuró en un articulador de acción colectiva de otras organizaciones de comida rápida y del retail. En sintonía con la realidad nacional, la organización comenzó a centrar su activismo en detener los abusos y luchar contra el aumento de la precarización, los despidos injustificados, y las medidas de gobierno consideradas injustas por los trabajadores (Sindicato Starbucks, 2022). Para la consecución de este objetivo, fue fundamental ampliar las estrategias de lucha activista, incorporando el aumento del uso de redes sociales y su perfeccionamiento. En este sentido, la importancia de las tecnologías de la comunicación durante la pandemia y la cuarentena, donde el movimiento social y la protesta en las calles estaba prohibida, el sindicato profesionalizó sus distintas áreas de acción de las redes sociales, convirtiéndolas en su herramienta más potente para realizar activismo sindical. Tal como hemos señalado, en la actualidad el sindicato cuenta con presencia en diversas plataformas de redes sociales, a través de las cuales buscan organizar y visibilizar su accionar político y el de otras organizaciones y jóvenes. En este sentido, las redes sociales se han convertido en un espacio para informar, convocar, involucrar, comprometer y movilizar no solo a sus trabajadores, sino a la ciudadanía en general.
Método
Para ilustrar las formas de organización de los jóvenes trabajadores, a través de redes sociales, realizamos un estudio cualitativo basado en tradiciones epistemológicas que se sustentan en discursos y prácticas a través de las cuales comprender la construcción de la realidad desde los propios actores sociales (Denzin y Lincoln, 2012). Para esto tomamos como referencia una perspectiva etnográfica, específicamente una netnografía de redes sociales (Kozinets, 2015, 2020; Meneses, 2019). La netnografía estudia una realidad existente en una sociedad en línea, de esta forma favorece el análisis de espacios virtuales como páginas de Instagram, Facebook, Twitter, entre otros (Kozinets, 2020). Al igual que las etnografías más clásicas, la netnografía posibilita que el investigador se sumerja en una comunidad de sujetos relacionados, recopilando significados atribuidos por los participantes de la investigación a su realidad social y política. De esta forma, se identifican modos de acción relacionados con las estrategias de comunicación y difusión. En relación con nuestro estudio, permite entender formas de expresión de activismo comunicacional de los colectivos de jóvenes trabajadores (Morales y Abal, 2020). Para ello se realizó un análisis de la plataforma Instagram del Sindicato Starbucks.
Instagram es una aplicación que pertenece a Facebook y funciona desde el año 2010. Allí sus usuarios, ya sean individuos o grupos, suben fotos y videos a una plataforma que ofrece una serie de filtros visuales de uso fácil y simple que permite mejorar las fotografías o estilizarlas con comentarios. Las fotografías pueden ser clasificadas a través de hashtags, comentarios, locaciones, entre otras características de la aplicación. Las cuentas y publicaciones de Instagram pueden ser compartidas de forma pública o a través de seguidores previamente "aceptados" (Kozinets, 2020).
Desde la netnografía y el análisis de la plataforma Instagram del sindicato, nuestra propuesta analítica toma como referencia elementos del Análisis Crítico del Discurso (ACD) que concibe el discurso como texto multimodal, donde los elementos verbales y visuales se complementan, y todos sus aspectos son analizables (Martínez-Lirola, 2007a; 2007b). Tal como propone Fairclough (2010), el ACD permite entender y desentramar cómo se producen y reproducen relaciones de poder desiguales entre clases sociales y género desde la forma como se sitúa a los sujetos. En esta línea, las prácticas discursivas tienen efectos ideológicos y los desarrollos contemporáneos del ACD se enfocan en develar cómo la versión "neoliberal del capitalismo" que ha sido dominante en los últimos treinta años ha generado cambios sociales mayores en el trabajo y en distintos ámbitos de la vida social (Fairclough, 2010; Rivera-Aguilera, 2016; Rivera-Aguilera et al., 2019). Para efectos de este estudio, nos centraremos en la precariedad laboral existente y las formas en que los jóvenes se organizan en torno a ella, incorporando las visiones de sociedad de los propios jóvenes a través del activismo comunicacional desarrollado a través de las redes sociales.
La producción de datos
El proceso de producción de información toma como referencia la plataforma Instagram del sindicato Starbucks e implicó una búsqueda de imágenes, carruseles, videos, vínculos, reels, historias, historias destacadas, boomerangs y guías, que dieran cuenta de las estrategias comunicacionales de los jóvenes trabajadores y sus formas de organización en relación con la precariedad laboral existente. De esta forma, se revisaron todos los posts (entradas) de la página de Instagram del sindicato, la cual se construye a partir de septiembre del 2017 hasta marzo del 2022. Ahora bien, el foco de análisis temporal de este estudio toma como referencia la revuelta social de octubre hasta las protestas de reivindicación de derechos ocurridas durante el primer año de la pandemia de la covid-19. Del total de 642 entradas existentes en la página de Instagram, se realizó una selección de 60 como muestra analítica. De estas entradas seleccionadas, 21 fueron incorporados a una ficha diseñada por el equipo de investigación que relevaba elementos como: fecha de publicación, formato de la pieza, palabras claves, así como ideas relevantes para el análisis propuesto, comentarios, pie de página, hashtags, vínculos asociados y etiquetas.
Análisis de la información
La muestra fue organizada en una matriz analítica con base en las fichas diseñadas para este estudio. Esta matriz permitió ordenar los datos de las 21 fichas analizadas que facilitó un proceso de categorización simple que incluyó las siguientes tres categorías emergentes: a) "Soy estudiante, también trabajador"; b) "Ya no basta con perder el miedo, hay que romper con él" y c) "Juntas somos fuertes". Para ilustrar este proceso, se incluyen dos entradas de Instagram como material visual representativo de cada categoría y en referencia a las formas de organización de los jóvenes trabajadores.
A partir de ello, se desarrolló un segundo nivel analítico correspondiente a un metanálisis, denominado "Sindicalismo, unión y resistencia" que integra el análisis de las categorías. Este se centró en cómo los jóvenes desarrollan estrategias comunicacionales de acción política, asociado a elementos ideológicos e identitarios de sus formas de organización. En concordancia con esto, se exponen elementos discursivos analizados centrados en una crítica social y visiones de sociedad que dan cuenta de las formas de autodeterminación de los jóvenes (Fairclough, 2010).
En la tabla 1 se presenta esquemáticamente el análisis de la información.
Fuente: elaboración propia.
Esquema de las categorías y análisis
Categorías
N.° imágenes/post
Análisis
Metanálisis
Soy estudiante, también trabajador
2 (imagen 1 y 2)
Cuestionamiento de la flexibilidad laboral para compatibilizar la necesidad de generar algún ingreso económico y, a la vez, poder costear estudios superiores.
Se destaca la unión y la pérdida del miedo como medio para alcanzar cambios estructurales.
Ya no basta con perder el miedo, hay que romper con él
2 (imagen 3 y 4)
Invita a tomar acciones desde la organización en términos prácticos que lleven a cambios profundos en el mundo del trabajo.
Las redes sociales como herramientas comunicacionales efectivas para la protesta social.
Juntas somos fuertes
2 (imagen 5 y 6)
Se presenta una clara perspectiva feminista y de género que constituye una parte importante de la nueva acción sindical.
Se busca la promoción de una nueva ideología de género que permita erradicar las violencias dentro del espacio laboral
Consideraciones éticas
El diseño de esta investigación fue aprobado por el comité de ética de la institución de afiliación de los autores. En términos organizacionales, se firmó un protocolo de consentimiento informado de carácter organizacional con el Sindicato Starbucks Chile, asociado al proyecto del cual se desprende la presente investigación. Además, se realizó un proceso de validación de los resultados con miembros de la directiva del sindicato Starbucks. Esto con el fin de tener una retroalimentación de los resultados obtenidos con los propios actores involucrados, como una manera de legitimarlos. Producto de este proceso, se incorporó a uno de los dirigentes sindicales como co-autor de este artículo.
Resultados
Los resultados que se presentan a continuación se estructuran en categorías, hacen alusión al posicionamiento político de los sindicatos juveniles y sus formas de organización frente a las injusticias laborales. Tal como hemos señalado, se enmarcan en la revuelta social de octubre y en el periodo inicial de la crisis sociosanitaria producto de la covid-19.
Categoría 1: "Soy estudiante, también trabajador"
La categoría 1 refleja la capacidad de agencia de los trabajadores para organizarse y manifestarse ante las desigualdades propias de la empresa. A su vez, es posible dar cuenta del papel que cumplen estos jóvenes en el mundo del trabajo en donde, como condición social, están expuestos a la precariedad. La movilización se ve potenciada a raíz del estallido social y continúa en la crisis sociosanitaria por la pandemia de la covid-19 a pesar de las nuevas necesidades propias del contexto.
La siguiente imagen fue publicada el 23 de octubre del 2019, a través de la plataforma Instagram del sindicato de Starbucks. En un primer plano, se puede observar a un grupo de jóvenes trabajadores y dirigentes portando un lienzo con lo siguiente: "Soy estudiante, también trabajador / Sindicato Starbucks Coffee Chile". Esta foto fue registrada durante los primeros días de la revuelta social en la Alameda, principal arteria del centro de Santiago que ha acogido a diferentes movimientos sociales y políticos, cargando así con un valor simbólico y significativo para la historia de Chile. En este sentido, es que en un plano posterior se pueden apreciar diferentes colectivos movilizados, entre ellos se destacan el movimiento que busca cambios estructurales en el sistema de pensiones (NO+AFP), la lucha de los pueblos originarios y movimientos feministas. En esta oportunidad, se encuentran articulados en un escenario de estallido social buscando cambios profundos y dejando en evidencia una crisis aguda de la sociedad actual (Frías y Garcés, 2019; Rivera-Aguilera et al., 2021).
En función de lo manifestado a través del lienzo, se representa el sentido de identidad de los trabajadores, que también expresa una conciencia sobre las implicancias de cumplir un doble papel en la sociedad: "estudiar y trabajar". Así, esta situación se vuelve cada vez más común entre los jóvenes, poniendo en evidencia la característica de flexibilidad laboral para así compatibilizar la necesidad de generar algún ingreso económico y, a la vez, poder costear sus estudios superiores. De esta forma, el sindicato en el cual adscriben jóvenes "estudiantes y trabajadores" permite la capacidad de agenciamiento, una organización que posibilita un sentido de unión y pertenencia del personal, bajo una participación activa que espera acoger y canalizar las demandas desde donde se pueden reclamar derechos laborales y visibilizar condiciones precarias.
La segunda imagen seleccionada pertenece a una recopilación de imágenes (carrusel) publicada el 16 de noviembre del 2019, en contexto de movilización social a ya un mes de lo que fue el inicio del estallido social. Dentro de la masiva convocatoria, se puede visualizar a un grupo de trabajadores del sindicato de Starbucks con sus distintivos delantales verdes y negros portando el mismo lienzo anteriormente descrito. Cabe destacar que uno de sus dirigentes utiliza un megáfono, a través del cual se gritan consignas asociadas a las injusticias producto de la precariedad laboral existente.
La descripción de la imagen da cuenta de la relevancia que los dirigentes del sindicato le dan a las movilizaciones que surgen en el espacio público, invitando a los adherentes a la activa participación en estas. En esta imagen indican "Solo la movilización es capaz de cambiar la realidad", dando a entender que incluso previo a las masivas e históricas movilizaciones que se impulsaron en esa época, el sindicato ya cumplía un papel activo manifestándose ante las distintas problemáticas relacionadas con el mundo del trabajo. Sin embargo, la revuelta social brinda al sindicato las condiciones para ampliar la lucha hacia cambios profundos, pudiendo ser representados a través de hashtag como #Chiledespertó, ponen nuevos focos de cambio social. Por ende, ya no se trataría de una problemática específica del sindicato sino más bien movilizar un sentimiento compartido de descontento social a escala país donde los jóvenes que "estudian y trabajan" tienen mucho que decir "Por eso, seguimos en la calle".
Categoría 2: Ya no basta con perder el miedo, hay que romper con él
La categoría 2 se centra en la desprotección laboral y las distintas iniciativas que levanta el sindicato de Starbucks frente a las estrategias antisindicales de la empresa que acrecientan la precarización de los jóvenes trabajadores. De tal forma, se entenderá la desprotección laboral como toda conducta tendiente a poner en riesgo la integridad y la seguridad de los jóvenes, mediante órdenes o asignación de funciones sin el cumplimiento de los requisitos mínimos de protección.
La tercera imagen corresponde a una cata de café organizada por el sindicato el 19 de noviembre del 2021, cuyo propósito principal fue levantar una discusión en torno al salario mínimo en Chile y su impacto en la población joven. Esta entrada corresponde a un carrusel que cuenta con 10 imágenes alusivas a la acción, donde se encontraron más de 80 personas. En la actividad, los vasos llevaban escritos distintos mensajes alusivos al tema, por ejemplo, "sueldos miserables", "Starbucks despide a los y las sindicales", entre otros. También los trabajadores del sindicato llevan puesto el clásico delantal verde con mensajes como "No + despidos". Asimismo, se destaca el despliegue creativo que tienen los jóvenes trabajadores para resignificar una característica propia de la empresa, que es escribir el nombre del cliente, en un recurso de crítica social, donde la ironía está en que el espacio del sujeto cambia por un mensaje social.
De igual modo, uno de los hashtag utilizados en el pie de página es #Chiledespertó, el cual apunta a la consigna de lo que es el llamado estallido social chileno, y refiere a la conciencia tomada por los ciudadanos frente a las distintas injusticias presentes en el sistema político. Considerando el contexto, es necesario destacar también que desde octubre del 2019 se levantaron cabildos y asambleas que buscaban discutir distintas problemáticas, y donde también se generaban articulaciones sociales de las que emergieron otras iniciativas populares. Todo lo anterior da cuenta del trabajo del sindicato que busca evidenciar y tomar acciones en torno a la precariedad laboral a la que se ven expuestos los trabajadores (Julián-Véjar, 2020; Stecher y Sisto, 2019), levantando al mismo tiempo la temática como una problemática social que afecta a un grupo particular de la población, la cual vendrían siendo los jóvenes, y que además se cruza con otros movimientos, tanto previos como posteriores, de las dirigencias y bases de la organización para denunciar las condiciones laborales y aspirar a otras mejores.
Esta imagen seleccionada fue publicada el 21 de noviembre del 2020. En el centro se puede apreciar la siguiente frase: "rompamos el miedo". Este mensaje comunicacional invita no solo a perder el miedo histórico frente a las desigualdades y abusos por parte de los empleadores, sino más bien desde el pie de página, invita a tomar acciones desde la organización en términos prácticos que conduzcan a cambios profundos en el mundo del trabajo y la precariedad a la cual se ven inmersos los jóvenes trabajadores (Esteve, 2019; Sandoval y Carvallo, 2019). A su vez, entregan un mensaje esperanzador: "Nuestra imagen como sindicato avanza ya que hoy somos más fuertes!", lo cual deja entrever un crecimiento en cuanto a número de participantes afiliados como también el hecho de convertirse en un modelo de estrategia sindical a seguir a nivel nacional.
De acuerdo con lo anterior, se puede decir que la pérdida del miedo encuentra su base en el agotamiento frente a las situaciones ya descritas, y al mismo tiempo, invita a la articulación de los trabajadores frente a otras problemáticas, promoviendo así la creación de nuevas comisiones (Gallardo et al., 2020).
Categoría 3: Juntas somos fuertes
En sus inicios el enfoque del sindicato Starbucks estaba más focalizado en los derechos generales de los trabajadores y cómo hacer frente a la situación actual de precariedad y desprotección laboral, pero a medida que van surgiendo demandas feministas con mucha fuerza, desde lo que se conoció en Chile como el Mayo feminista del 2018 (Zerán, 2018) y luego, con la revuelta social de octubre, este enfoque se va volviendo más central en la articulación del sindicato.
La necesidad de crear un protocolo contra el acoso, la suspensión unilateral de trabajadoras embarazadas e incompatibilidad del trabajo y tareas de cuidado en tiempos de pandemia, entre otros, ha generado la constitución de una comisión de género y disidencias. Cabe mencionar que el sindicato no se queda solo en un papel de difusión de información o educativo de estas demandas, sino que también incentiva a tomar acción, a través de la realización de encuestas, convocatoria a marchas y actividades, además de la entrega de canastas solidarias (Vommaro, 2015), con el fin de lograr realmente un cambio en la situación actual de las jóvenes trabajadoras.
La quinta imagen hace referencia a la marcha del 8 de marzo del 2020 en Valparaíso, fecha conmemorativa del día internacional de la mujer (8M), como sindicato, se incentiva y promueve la participación en ella. El cartel que sostienen dos jóvenes trabajadoras: "juntas somos fuertes", alude a uno de los lemas centrales del sindicato en el que se plantea que, a través de la agrupación, es posible hacer los cambios necesarios en relación con las injusticias laborales y sociales. Además, se pone un énfasis al cambiar el lema a "juntas", haciendo mención a la gran presencia femenina en esta empresa a la vez de incentivar a la unión, esto se ve reforzado en la descripción de la publicación cuando se expone que se perdió el miedo, ya que ahora no están solas enfrentando estas demandas, sino que lo hacen como un colectivo, teniendo el respaldo del sindicato y de las demás trabajadoras. En la descripción, además, hacen mención de que se reconocen como compañeras unidas en la misma lucha, dando a entender que las demandas de los movimientos sociales de las mujeres son también de las trabajadoras, es decir, son transversales a todos los contextos.
Esto se ve también representado en la vestimenta de las trabajadoras, ya que visten el delantal de la empresa con el logo característico de este, pero con la particularidad de tener escrito frases como "sala cuna universal", ya que muchas de ellas son madres y no tienen con quién dejar a sus hijos, lo cual ocasiona problemas con la empresa, como no poder optar al bono de fin de año por inasistencia; sin embargo, no es un tema del que la empresa o el gobierno se hagan cargo, aunque el porcentaje de madres trabajadoras no es menor. Asimismo, aparece el hashtag #niunamenos, #mujerestrabajadoras y #mujeresluchadoras como una forma de mostrar su apoyo por parte del sindicato y de transmitir a los usuarios de la plataforma las consignas que ellos defienden (Gallardo et al., 2020), además del uso de las pañoletas moradas y verdes, que hacen alusión a los colores del feminismo.
La sexta imagen fue publicada el 31 de diciembre del 2020 y representa un recuento de los eventos más importantes del año del sindicato. Con respecto a esta lucha por un trato más igualitario y justo dentro de la empresa, se hace mención en la publicación a uno de los movimientos más relevantes del sindicato en el año, que fue la conformación de manera oficial de la "Comisión de mujeres y disidencias de Starbucks", el día 30 de julio de aquel año. Esta comisión en sus inicios estaba siendo organizada por la directiva con un enfoque centrado en la maternidad y sus demandas, debido a que las trabajadoras sindicalizadas en ese momento eran en su mayoría madres. Sin embargo, este espacio después se abre para darle una voz y espacio al resto de las trabajadoras y disidencias. Si bien esta comisión es parte del sindicato y recibe apoyo de este, es después del estallido social y la llegada de la pandemia que se establece como una unidad autónoma, que tiene su propio espacio, tanto físico como virtual. Se focaliza en dar cuenta de la violencia sistemática de género a las trabajadoras de Starbucks por ser madres, mujeres o disidencias, contando con una página de instagram distinta para organizarse, difundir información y llamar a marchas. Además, el mensaje "marchamos y nos organizamos entre mujeres y disidencias" que aparece en la imagen, da cuenta de una clara perspectiva feminista y de género que constituye una parte importante de la nueva acción sindical. De ahí que el "juntas somos más fuertes" resignifica el mensaje de la protesta social de los jóvenes trabajadores desde una perspectiva en clave feminista que se hace importante realzar en las nuevas configuraciones del trabajo.
Sindicalismo, redes sociales y resistencias
A partir de las categorías presentadas, se revela un sindicato conformado principalmente por trabajadores jóvenes que ante la necesidad de aceptar trabajos precarios dan cuenta de la capacidad de agenciamiento en cuanto se manifiestan frente a las condiciones laborales a las que se ven expuestos (Muñoz y Vargas, 2017; Standing, 2013). En este sentido, coincidimos con autores tales como Papadopoulos (2018) y Pleyers (2018) quienes han planteado una ontología distinta de los movimientos sociales y de nuevas formas de organización a través de redes sociales. De esta forma, los jóvenes se apropian de un espacio virtual que se presenta para ellos como un campo abierto y libre para exponer sus demandas, su postura política, su ideología y sus visiones de sociedad.
A lo largo de este estudio podemos constatar que la estrategia de activismo comunicacional se va perfeccionando en un contexto de estallido social en Chile, el cual se distingue por la unión que lleva a diferentes actores sociales a movilizarse en los espacios virtuales y en las calles, donde se expresa un discurso y una acción crítica contra el sistema neoliberal y patriarcal (Sandoval y Carvallo, 2019). El activismo comunicacional de los jóvenes trabajadores promueve la problematización de las relaciones laborales y las injusticias asociadas a la precariedad laboral existente en Chile (Morales y Abal, 2020). Tal como señalamos a través de las imágenes, con el hashtag "se pierde el miedo", destacando la unión como medio para alcanzar cambios estructurales (imagen 3).
También el sindicato Starbucks manifiesta activamente temáticas asociadas al género en sus redes sociales, denunciando violencia económica, social y cultural dentro del espacio del trabajo y que trasciende a la esfera de la vida personal de las trabajadoras. Esta postura y movimiento toma gran relevancia en el contexto de la crisis sociosanitaria, visibilizando la complejidad de compatibilizar las labores de cuidado con el mundo laboral, problemática frente a la cual los sindicatos se organizan, prestando apoyo y buscando la promoción de nuevas políticas de desarrollo que permitan erradicar dichas violencias ya mencionadas (Comisión Interamericana de Mujeres, CIM, 2020).
En función de lo expuesto podemos constatar que las redes sociales como nuevas herramientas comunicacionales no solo cumplen un rol de difusión, sino que también hacen un llamado al compromiso de esta nueva generación de jóvenes trabajadores con diversas problemáticas sociales (Gallardo et al., 2020; Ponce y Feixa, 2019). En este sentido, las estrategias de activismo comunicacional se han convertido en un potente y consolidado espacio de articulación y movilización de los jóvenes trabajadores, dejando entrever las condiciones de precariedad laboral a las cuales se ven enfrentados, agudizadas durante la crisis sociosanitaria (Julián-Véjar, 2020). Asimismo, el activismo a través de las redes sociales permite una mayor descentralización del poder, pudiendo vincularse con trabajadores de todo el país, acortando distancias y transformando el espacio virtual en un canal de comunicación, acompañamiento y por sobre todo movilización social (Rivera-Aguilera et al., 2021).
Discusión
Nos hemos preguntado a través de este artículo por las formas de organización y protesta de los jóvenes trabajadores a través de redes sociales en Chile. A partir de la netnografía realizada y el análisis de la plataforma Instagram del sindicato Starbucks-Chile, se ha podido ilustrar una serie de ejes temáticos que toman como referencia el ACD. Estos dan cuenta de los contenidos en las formas de activismo comunicacional que tienen los jóvenes sindicalizados, los cuales definen y transmiten visiones de sociedad desde una perspectiva de género, construyen aspectos identitarios y expectativas sobre el futuro del trabajo, así como elementos ideológicos que se transforman en un accionar colectivo, en un escenario de importantes transformaciones sociales y políticas en Chile.
El Sindicato Starbucks-Chile, a lo largo de su historia se ha constituido como una organización política. Con anterioridad al estallido social, una de sus principales formas de activismo ha sido formar parte de manera activa en los procesos sociales y políticos en defensa de las injusticias y la precariedad laboral de los jóvenes trabajadores. Desde esta necesidad del sindicato de estar constantemente adaptándose a las distintas realidades y necesidades sociales, durante la revuelta social, su activismo incrementa, al igual que el empoderamiento de la ciudadanía. Con la pandemia y el confinamiento se perfecciona el activismo de manera remota.
A lo largo de este estudio, se hace importante destacar cómo se instala una perspectiva feminista en los nuevos sindicalismos, donde lo importante no es solo la posición de desigualdad de la mujer-madre trabajadora, sino también una apertura a las disidencias sexuales. De esta forma, se desnaturalizan temáticas de género centradas en una heteronormatividad de las organizaciones de trabajadores y se va un paso adelante, hacia una amplitud del entendimiento de los géneros en relación con el trabajo (Reyes et al., 2017). En este sentido, a través de los resultados presentados se puede observar que las nuevas perspectivas sindicales con enfoque de género no funcionan desde una forma independiente situada en un accionar de un grupo en particular de miembros del sindicato, sino que se incorpora como un tema institucional que despliega una comisión de mujeres y disidencias que conforma una orgánica nueva para el sindicato.
Finalmente, este accionar y esta nueva ontología de los movimientos sociales y los nuevos sindicalismos han configurado nuevas identidades juveniles, las cuales se enmarcan en una nueva generación provista del uso de redes sociales como una nueva forma de comunicación, que les permite denunciar problemáticas actuales en espacios diferentes a las calles (Feixa et al., 2020; Papadopoulos, 2018; Pleyers, 2018; Soler-i-Martí et al., 2021). Sumado a lo anterior, las redes sociales expresadas en formas y contenidos de publicaciones van configurando una identidad basada en la precariedad y el activismo, donde la rabia, propia del precariado se transforma en un motor de movilización y cambio social (Standing, 2013).
Para futuras investigaciones, y con la idea de continuar la línea de trabajo exploratoria que se plantea en este estudio, la invitación es a seguir con el análisis de las redes sociales de organizaciones juveniles asociadas al trabajo y la precariedad laboral. Siguiendo a Sánchez-García et al. (2020), se hace relevante continuar indagando en la metodología utilizada por el valor de las redes sociales tras el contexto de confinamiento y la modificación de la investigación ante la imposibilidad de acceder a distintos espacios de interés. Estamos convencidos de que las nuevas pesquisas deberían incluir narrativas de los jóvenes trabajadores en el quehacer de su activismo comunicacional tomando como referencia metodologías etnográficas y de análisis discursivo que profundicen en las visiones de sociedad y del futuro del trabajo de los jóvenes organizados (Feixa et al., 2020; Rivera-Aguilera et al., 2020; Soler-i-Martí et al., 2021). También profundizar en las perspectivas y prácticas feministas de los jóvenes trabajadores se presenta como un desafío importante en el estudio del entendimiento de lo organizacional en los nuevos sindicalismos. Por último, el análisis realizado permite desentramar y contribuir a un entendimiento de las nuevas formas de hacer política de los jóvenes en un escenario caracterizado por una crisis social y económica producto de los estallidos sociales y la crisis sociosanitaria de la covid-19 que hemos presenciado en Latinoamérica.