Pensamiento palabra y obra
2011-804X
Facultad de Bellas Artes Universidad Pedagógica Nacional
https://doi.org/

Recibido: 24 de noviembre de 2017; Aceptado: de febrero de 2018

Estudios críticos de Noticia de un secuestro (1996): fundamentos sobre la novela como alegoría, género e interpretación literaria*


Critical Studies of News of a Kidnapping (1996): Foundations about the Novel as Allegory, Gender, and Literary Interpretation


Estudos críticos de Noticia de un secuestro (1996): fundamentos sobre o romance como alegoria, gênero e interpretação literária

J. Delgado-Del Aguila, a

Licenciado y doctorando en Literatura Peruana y Latinoamericana de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú). Egresado de la Maestría en Literatura con mención en Estudios Culturales en la misma institución. Ejerció el cargo de docente, tutor y corrector de textos en la Universidad Tecnológica del Perú. Correo electrónico: tarmangani2088@outlook.com https://www.facebook.com/dr.chugue. ORCID: 0000-0002-2633-8101 Universidad Nacional Mayor de San Marcos Universidad Nacional Mayor de San Marcos Peru

Resumen

Noticia de un secuestro (1996) desarrolla una temática diferente a la obra literaria general de Gabriel García Márquez (quien de hecho la publicó en vida) debido a que representa un contexto propio de los Estudios Culturales. Para esta propuesta utilizaremos el método hermenéutico propuesto por Gadamer, el cual está basado en la mención de las investigaciones hechas hasta el momento por la crítica literaria junto con la sistematización que se hace de las mismas. Presentaremos en este artículo tres focalizaciones que la crítica literaria ha desarrollado (entendiendo por esta el concepto de hermenéutica) sobre el texto ya aludido. La primera se basa en asumir que la novela sería una alegoría de Colombia; mientras que la segunda, la cuestionaría en tanto género literario, pues podría ser "novela periodística", "novela histórica", "novela documental", etc. Finalmente, se expondrán las nociones teóricas y los métodos interpretativos que han usado los críticos para abordarla. El objetivo de este artículo es confrontar y promover el diálogo intertextual con los aportes manifestados para que se instaure un panorama hermenéutico sobre la base de la novela.

Palabras clave:

crítica literaria, novela, reportaje, forma y género literario, alegoría.

Abstract

News of a Kidnapping (1996) develops a different topic from the general literary work of Gabriel García Márquez (who actually published it when he was alive), as it represents a typical context of Cultural Studies. For this proposal, we will use Gadamer's hermeneutical method, which is based on literary criticism's mention of the research works made so far, as well as their systematization. In this paper, we will present three approaches that literary criticism (understood as the concept of hermeneutics) has developed about the aforementioned text. The first one is based on the assumption that the novel is an allegory of Colombia; the second one questions it in terms of literary genre, as it could be a "journalistic novel," "historical novel," "documentary novel," etc. Finally, the theoretical notions and interpretative methods that critics have used to address it are presented. The purpose of this paper is to confront and to promote the intertextual dialogue with the contributions made so that a hermeneutical panorama is established on the foundation of the novel.

Keywords:

literary criticism, novel, report, literary form and genre, allegory.

Resumo

Noticia de un secuestro (1996) desenvolve uma temática diferente à obra literária em geral de Gabriel García Márquez (que a publicou em vida) dado que representa um contexto próprio dos Estudos Culturais. Para essa proposta, utilizaremos o método hermenêutico proposto por Gadamer, o qual está baseado na menção das pesquisas realizadas até o momento pela crítica literária junto com a sistematização feita. Apresentamos neste artigo três abordagens que a crítica literária desenvolveu (entendendo por este o conceito de hermenêutica) sobre o texto aludido. A primeira baseia-se em assumir que o romance é uma alegoria de Colômbia, enquanto que a segunda a questiona como gênero literário, já que poderia ser um "romance jornalístico", "romance histórico", "romance documental", etc. Finalmente, expomos as noções teóricas y los métodos interpretativos utilizados pelos críticos para abordá-la. O objetivo deste artigo é confrontar e promover o diálogo intertextual com as contribuições manifestadas para instaurar um panorama hermenêutico sobre a base do romance.

Palavras-chave:

crítica literária, romance, reportagem, forma e gênero literário, alegoria.

Introducción

Gabriel García Márquez (1927-2014) es un escritor colombiano que se desempeñó en las carreras del periodismo y la literatura, disciplinas evidenciadas en la lectura de sus discursos ya que incursionó en los géneros del cuento, la novela, el reportaje y la crónica, además de proponer variaciones de los mismos. Tuvo como influencia literaria la narrativa norteamericana y europea, conformada por William Faulkner, Ernest Hemingway, James Joyce y Franz Kafka, quienes dominaban un estilo vanguardista. En ese sentido, su prosa se diferencia por la variedad de técnicas que usa y el desarrollo de la noción de realismo mágico, basada en la narración fantástica o mitificada de sucesos de la realidad. Entre su producción literaria se hallan La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1961), Cien años de soledad (1967), Noticia de un secuestro (1996), entre otras obras. Por otro lado, es reconocido por pertenecer al boom latinoamericano, fenómeno mercantil que surgió a mediados del siglo XX, que consistió en la difusión mundial que hicieron las editoriales de trabajos literarios caracterizados por su innovación y calidad artística. El escritor peruano Mario Vargas Llosa, el argentino Julio Cortázar y el mexicano Carlos Fuentes también se destacaron en ese contexto. Asimismo, su manera de escribir se va adaptando a las nuevas exigencias de los lectores, quienes preferían una obra más directa y de fácil comprensión, sin importar que se incorporen múltiples elementos de disciplinas variadas; aquello transcurrió en la corriente denominada posboom. Finalmente, en 1982, García Márquez recibe la máxima distinción que adquieren los escritores: el Premio Nobel de Literatura.

Una de las producciones ya mencionada del escritor representó una variante en el género novelístico que se ceñía a una línea monotemática y elaborada cabalmente durante el boom latinoamericano; aquello ocurre con Noticia de un secuestro (1996). Esta se vale de lo que pasó en los últimos dos decenios de Colombia en la vida política y la inseguridad ciudadana. En esta época, los secuestros y la extorsión son estrategias para delinquir y amenazar al Gobierno para que se reformulen las leyes que no favorecen a estos criminales, en su estado de reclusos, convictos y transgresores del orden. Esa forma de actuar es posible debido a que el sistema político se encontraba en un período de deficiencias con desórdenes internos y administrativos como la corrupción y las pésimas condiciones para contrarrestar el narcoterrorismo. Los responsables de estas fechorías son los miembros del Cartel de Medellín, respaldados por su líder Pablo Escobar, que son aludidos como los Extraditables. En esta novela periodística se narrarán los sucesos de modo coherente y documentado hasta concluir con la muerte del organizador de estas catástrofes, de tal manera que el vínculo que existe con el lector es el de mantenerlo informado de las interacciones que se desenvuelven entre las entidades del orden con los criminales.

Considerando que este texto literario se publicó hace más de veinte años, es factible tener la duda que se planteó Nicolás Pernett:

A dos décadas de la aparición de esta obra de Gabriel García Márquez, qué lectura se puede hacer desde el presente de una época en la que las bombas estallaban en las ciudades y la opinión pública clamaba por la negociación con el narcoterrorismo. (Pernett, 2016, párr. 1).

Ante ello, proponemos el método hermenéutico con el fin de hallar aquellos argumentos que se articularon hasta el momento como aquellos que asumen que la novela se trataría de una alegoría de Colombia, al igual que la necesidad que ha perdurado de designarle un género a esta obra, como también las interpretaciones hechas a la misma con categorías propias de distintas disciplinas. Estas líneas temáticas se fundamentarán en este artículo sobre la base de autores que han indagado al respecto. No obstante, es prioritario explicar cómo se abordó esta investigación a través del método ya referido.

La hermenéutica, tal como la concibe Hans-Georg Gadamer en su libro Verdad y método (1960), es el acto de interpretar los textos y los postulados de autores que se han desarrollado en torno a un objeto de estudio (un concepto, una obra literaria, una ideología, etc.) con el propósito de comprenderlos y efectuar esquematizaciones que se adecúen a las exigencias convencionales del intérprete. El autor expresa esa noción de la siguiente forma:

El intérprete que se confronta con una tradición intenta aplicársela a sí mismo. Pero esto tampoco significa que el texto trasmitido sea para él algo general que pudiera ser empleado posteriormente para una aplicación particular. Por el contrario, el intérprete no pretende otra cosa que comprender este asunto general, el texto, esto es, comprender lo que dice la tradición y lo que hace el sentido y el significado del texto. Y para comprender esto no le es dado querer ignorarse a sí mismo y a la situación hermenéutica concreta en la que se encuentra. Está obligado a relacionar el texto con esta situación, si es que quiere entender algo en él. (Gadamer, 1993, p. 201).

En ese sentido, la diversidad de propuestas hace que sean diferentes y opuestas entre sí, lo que es una naturaleza propia del lenguaje; por tal motivo, organizarlas y entenderlas facilita la investigación que se realiza en el presente. Gadamer afirma que este proceso busca alcanzar una teoría de la verdad (la dimensión objetiva, que era aludida por el filósofo alemán Schleiermacher) con su respectivo abordaje con el fin de que este sea comprensible para los lectores.

Para el caso de Noticia de un secuestro (1996), hemos recopilado textos de diversa índole (artículos, libros, tesis, ponencias y notas periodísticas) que están consignados en la parte bibliográfica de este trabajo. Todo este procedimiento tiene el propósito de que se entiendan los estudios referidos hasta el momento y que, sobre su base, se desarrollen las tres vertientes que sistematizan el balance de los análisis literarios de esta novela periodística; del mismo modo, se busca, en algunas instancias, conocer el marco teórico y la metodología que se utilizaron para investigar, las cuales se obtendrán a través de la rigurosa documentación y la interpretación. Por lo tanto, este artículo es de carácter informativo y se proyecta a detectar nuevas orientaciones con las que el libro podría ser abarcado en un próximo estudio.

Noticia de un secuestro como alegoría colombiana

Dentro de la hermenéutica se encuentra un método que permite exponer secuencialmente los cuestionamientos críticos en torno a un objeto de estudio conforme se han ido elaborando en el tiempo, es decir, cronológicamente (a ello se le denomina historicismo, concepto desarrollado por el filósofo alemán Wilhelm Dilthey). Estos postulados se revelan de forma concisa y explícita para que puedan ser comprendidos en el contexto en el que son enfocados. A partir de los trabajos formulados, recién se extrae el sentido o la orientación que se le brinda a una determinada investigación, tal como lo expresa Gadamer de la siguiente manera: "Una hermenéutica adecuada debe mostrar en la comprensión misma la realidad de la historia" (1993, p. 187).

Para el caso de este primer hallazgo del tópico de la novela de Gabriel García Márquez como alegoría de la sociedad colombiana, evidenciamos el desarrollo de la crítica literaria en función de esta concepción, basada en la necesidad de que el país se afilie a la noción de identidad para que sea asumido como un referente simbólico y emblemático para los ciudadanos.

Respecto a este tema, Carolina Castillo (2002, p. 4) pretende demostrar que el Premio Nobel de Literatura colombiano representa una época diferenciada por el tráfico mundial de drogas y las narcoguerrillas con respecto a la alta política del país (elementos que conllevarían en sí violencia y acciones delictivas); para ello, Castillo contextualiza y valida el trabajo testimonial y documental del autor. De igual modo, para Celso José Garza Acuña (2003, p. 151), la novela reconstruye la realidad e informa sobre ello, sin aludirse a la ficción, para exponer la Colombia contemporánea fracturada (producto de las guerrillas, el narcotráfico, el terrorismo y la violencia). Los dos críticos otorgan un carácter representativo a la configuración de la realidad; a su vez, resulta de importancia aquella lógica organizativa de las entidades destacadas en esta obra literaria, puesto que, después, esta permitirá un análisis más ordenado e internalizado.

Para hacer mención a la alegoría explicada anteriormente, se propone la técnica de mitificación junto con la de reducción de un espacio común, las cuales son tratadas por Cabello Pino (2003, p. 276) con el objeto de explicar una manera alternativa de manifestar el espacio universal. A propósito de la novela, no concuerdo con la noción de que se intente explayar un mito, a pesar de que el discurso cuente con rasgos del periodismo, debido a que únicamente se contextualiza una etapa crítica de Colombia (el secuestro de la hija del presidente durante la presencia del narcoterrorismo a cargo de Pablo Escobar); por el contrario, referirse al mito implicaría trastocar la historia, como inventarla y exagerarla, actividades que no están presentes; más bien, es una síntesis arquetípica de la historia del país.

Por otro lado, Luis C. Cano (2004) abarca la realidad de Colombia, conformada por una totalidad que resulta de lo provocado por sucesos causales y la confrontación de elementos integradores que se interrelacionan, tal como lo expresa este autor a continuación:

En conclusión, mientras que el discurso periodístico constituye en sí mismo una especie de exaltación de la temporalidad (todo en el texto noticioso remite de una u otra forma a la problemática temporal), la concepción que se desprende del relato popular tradicional es lo que podríamos denominar, utilizando el lenguaje borgiano, una apoteosis de la causalidad: un orden en el cual cada elemento constituye una expresión de la totalidad. (Cano, 2004, p. 422).

En cambio, González Ruiz (2006, pp. 176-177) se rige del saber del autor para observar la constitución de los personajes y los acontecimientos como latinoamericanos, los cuales serían más que una exageración (hipérbole), porque la realidad local o provincial se visibilizaría tal como es. Al respecto, esta crítica no es viable, ya que Gabriel García Márquez se encarga de exponer un segmento de la realidad colombiana que no es inverosímil sino que se basa en una investigación casi científica de los hechos que conformarían el texto.

Melanie Cebrián (2009, p. 86) infiere que Noticia de un secuestro tiene por finalidad mantener presente en la memoria los horrores y las injusticias de América Latina a través de la denuncia hacia los culpables. De igual forma, Sánchez García y Jiménez Mañas (2012, p. 12) plantean que el escritor colombiano retoma una tradición que se caracteriza por destacar fielmente las propiedades fonológicas del habla de la época; con ello, el escritor colombiano no inventaría nada nuevo con su discurso. Asimismo, Juan Cruz (Pachón et al., 2016) considera que este libro es un símbolo de la historia del país de aquello que permanece oculto y que es la peor que ellos han vivido, además de poseer los indicadores de un drama humano, más que de una novela, puesto que al lector se le transmiten emociones verídicas, ya sean buenas o malas, de personajes que existieron en la vida real.

Un argumento contrario a los exhibidos es el de Maruja Pachón (Pachón et al., 2016) quien infirió que el texto no tuvo una buena recepción en Colombia; más bien, contó con mayor repercusión en el extranjero (Buenos Aires y París). Sobre esta percepción, basada en la subjetividad y la estadística, resulta poco creíble su afirmación por su naturaleza no rastreable y la limitación establecida que se realiza de los lectores asignados por sus nacionalidades.

Estas son todas las propuestas que se localizan en torno al tema de la alegorización de la historia acaecida en el país en el período de narcoterrorismo en el texto de Gabriel García Márquez. En general, estos planteamientos ejercidos por la crítica revelan el enfoque realista con el cual se están hallando premisas que aluden a la configuración de la trama (como al tratar el mito). Para lograr una mayor profundización de este tópico, es indispensable documentarse sobre la historia del contexto y corroborar con los pasajes de la novela; adicionalmente, al tener este panorama de análisis, se abre la posibilidad de que se interprete el libro sobre la base de lo no histórico.

Designación de un género literario a Noticia de un secuestro

Con el cuestionamiento que ofrece la hermenéutica se derivan nociones que posibilitan la múltiple clasificación que se hace a un objeto de estudio; todo ello es producto de los diversos abordajes que han realizado los críticos literarios. Por ejemplo, para esta ocasión, se muestran las distintas designaciones de Noticia de un secuestro por su composición interna, ya sea por poseer rasgos del periodismo o contar con particularidades de una nueva manera de expresar la novela tradicional. Resulta de interés saber a qué género pertenece a causa de que su complejidad ha logrado que su atribución como novela periodística, crónica o reportaje sea cuestionable. A propósito de ello, podemos afirmar que esta obra literaria ha sido denominada de las siguientes formas:

Tabla 1: Designación de un género literario a Noticia de un secuestro (1996).

Designaciones Autores
1 Novela periodística García Dussán (2009) y Botero (2017)
2 Novela-reportaje Santos (1996), Díaz (1998) y Cebrián (2009)
3 Novela documental Martin (2008)
4 Ficción documental Figueroa (2004)
5 Novela de una investigación Hervé (2009)
6 Historia novelada Vergara (1998)
7 Literatura testimonial o periodística Castillo (2002)
8 Novela de no ficción Carvalho (2001) y Ospina (2010)
9 No novela Duzán (2016)
10 Trabajo de no ficción Pokhrel (2011)
11 No fantástico Blanco (2009)
12 Texto de no ficción periodística Saavedra(2011)
13 Periodismo literario Chillón (1999) y Cortés (2008)
14 Nuevo periodismo Beltrán (1998) y Gonsior (2011)
15 Crónica Triviño (1996)
16 Crónica periodística Martínez (1996)
17 Testimonial Jensen (2001)
18 Testimonio ficcionalizado Ariza (1998)
19 Reportaje Garza (2003), Ploetz (2004) y Pernett (2016)
20 Reportaje novelado Paz (2008)
21 Reportaje periodístico Méndez (2000)

Fuente: elaboración propia.

Al respecto, todas estas categorías en torno al género literario de la obra tienden a reformular el concepto de novela, por lo que es reiterativo el rechazo a esta noción, como también es notoria la semejanza con el discurso periodístico, debido a la exposición fidedigna de la realidad. Por mi parte, sostengo que se trata de una novela periodística que recurre a la documentación, la historia, el testimonio, la política y la cultura con un dominio especializado de los Estudios Culturales (los cuales integran distintas disciplinas, como la criminología, el derecho, la sociología, el periodismo, la historia, etc.). Todo el proceso de creación narrativa exige al lector que cuente con saberes previos para que pueda interpretar y reconocer los sucesos desenvueltos en el libro; de esa manera, se asocia con un modelo de obra literaria propia de la corriente del posboom, al igual que suscita al lector o al crítico literario a insertarse en la investigación de aquellas otras áreas para afianzar el saber cultural de una sociedad o un período crítico.

A propósito de las demás propuestas de los críticos, extraigo lo argumentado por González Ruiz quien se vale de estudios previos que configurarían la narración como la postura nostálgica de Colombia, la cual resultaría novedoso retomar si se pretende, por ejemplo, realizar un trabajo en el que se dominen concepciones jurídicas que están involucradas en métodos de prevención social. Por otro lado, Edila Paz Goldberg y Juan Alberto Blanco Puentes adoptan elementos realistas como referentes para que el texto posea una argumentación más sólida y creíble; con ello, se rechazarían temas de índole fantástico. Finalmente, se concluye que la realidad se constituye como un objeto de estudio que se internaliza en una dinámica de cambios y similitudes en función del modo de aludir a la narración, ya sea trastocando dicho objeto o mostrándolo con fidelidad.

Análisis literarios de Noticia de un secuestro

Una manera de abordar el método hermenéutico se basa en la necesidad de conocer y comprender lo que se ha analizado a lo largo del tiempo con la intención de construir un panorama que conlleva diferenciar lo que se pretende trabajar en el presente, con sus respectivos abordajes, limitaciones, posibilidades y logros, entre otros mecanismos. A este procedimiento se le denomina círculo hermenéutico (propuesto por Schleiermacher y desarrollado por Martin Heidegger), el cual se caracteriza por contar con lo establecido a partir de un objeto de estudio; es decir, se consolida el vínculo entre texto y contexto. Mauricio Beuchot se refiere a este acontecimiento de la siguiente forma: "el objetivo o la finalidad del acto interpretativo es la comprensión, la cual tiene como intermediario o medio principal la contextualización" (2009, p. 15). La configuración constituida de ese proceso de recepción permitirá que se confronten las investigaciones para generar interpretaciones, relaciones de semejanza u oposición, críticas sobre el tratamiento, etc. Aquello será posible por las estrategias que emplee el intérprete, de allí su importancia como guía u orientador en este procedimiento.

En esta oportunidad exponemos los diversos enfoques o análisis literarios que ha recibido Noticia de un secuestro, distinguidos por su particular abordaje teórico e interpretativo.

Tabla 2: Análisis literarios de Noticia de un secuestro (1996).

Fuente: elaboración propia.

Sobre la composición del libro, Ángel Díaz Arenas (1998) analiza su estructura formal, es decir, todas sus partes: las "Gratitudes", los once capítulos y el "Epílogo". Para ello, requiere referencias textuales, documentación periodística y una interpretación personal. Además, sostiene que hay una presencia de una estructura fundamental compuesta por personas clasificadas en secuestradores, secuestrados y negociadores, que a su vez poseen patrones humanos verídicos; lugares como Medellín y Bogotá; tiempos tradicionales de un relato como la exposición, el nudo y el desenlace, relacionados con los secuestros, la historia y la política; y, finalmente, vivencias como la de Maruja Pachón. De igual modo, Dagmar Ploetz (2004, p. 162) hace alusión a la estructura interna de esta obra al referirse a la cantidad de capítulos y a la síntesis de sus argumentos centrales: la trama acerca de la intervención de los Extraditables en el Gobierno colombiano. Con los trabajos realizados por estos dos críticos literarios, se logró el reconocimiento básico de las partes que conforman este texto; sin embargo, no resultan provechosos para una indagación sobre el contenido (es decir, lo ideológico).

Los recursos literarios se evidencian, según Carolina Castillo (2002, p. 4), en monólogos interiores, diversos puntos de vista, suspenso y alteración de la temporalidad. Posteriormente, detecta que la forma de la novela se centraliza en la distribución de sus capítulos, el tiempo cronológico, el narrador omnisciente, la descripción y los diálogos; a lo anterior añade que existe un dinamismo al tratarse la intervención del narrador, mientras que predomina un estatismo por el desarrollo de la memoria y las vivencias de los personajes. De manera equivalente, Gonzalo Saavedra (2011) se vale del libro Figuras III de Gérard Genette para aplicar conceptos teóricos (como la prolepsis) en fragmentos de la obra.

Marta Rivera de la Cruz (1996) nota una explícita vinculación con la 3.a persona, para no emplear el monólogo interior ni las descripciones explayadas de asesinatos y ejecuciones desde la perspectiva del periodismo y la literatura ya que se halla mucha desproporción; por esta razón, debe adecuarse a la realidad. Asimismo, identifica la manifestación del detalle y la anécdota, la cual erige propiedades de una revelación. Con esta crítica se adopta una idea más específica sobre el modo de percibir la composición de la novela.

Manuel Cabello Pino (2003, pp. 278-279) trata el tiempo no lineal configurado en el texto y asume, en general, que la temporalidad es redonda como cuando se abarca el presente eterno, el cual se vive únicamente en un mismo instante, pero que es distinto del tiempo cotidiano e histórico; luego menciona una técnica que usaba frecuentemente Joyce: concentrar el libro en torno a un solo eje temático y de acción. De forma similar, González Ruiz (2006) se centra en el proceso creativo del escritor colombiano quien tendría como modelos a Virginia Woolf y William Faulkner, aunque con una índole innovadora y única. La adopción de estos nuevos estilos conseguiría la proliferación de detalles que engrandecerían la realidad con abordajes históricos, geográficos y socioculturales; igualmente, se apreciaría la hipérbole (exageración) en la descripción de un grupo cultural que se sobrepone diariamente a la violencia, con el empleo de recursos estilísticos basados en el dominio del tiempo, la manipulación de atmósferas y la confrontación constante de lo mágico y lo maravilloso que pervive en la realidad.

En suma, tanto Cabello Pino como González Ruiz hacen una buena aproximación al trabajo estilístico de esta novela debido a que recurren a las fuentes teóricas adecuadas, las cuales propinan a García Márquez una autonomía artística considerable con la especialización del tiempo, la historia, los relatos, los personajes, etc.

Un análisis semiótico es realizado por James Cortés Tique (2008, pp. 276-279), quien concluye que García Márquez escribe un relato que combina la ficción y la no ficción para legitimar un sector de las élites tradicionales del poder político en Colombia; para ello empleará las terminologías de los programas narrativos y la estrategia de la manipulación que se muestran mediante el amor filial, las lealtades políticas y la solidaridad gremial. Además, se vale de la semiótica para clasificar en la díada legitimidad-ilegitimidad a los secuestradores y los secuestrados con el propósito de representar las configuraciones dinámicas de los modos del saber vivir, el saber gozar y el saber decir (el saber hacer con el poder). Para este caso, la aplicación semiótica de los programas narrativos y la estrategia de la manipulación permite una nueva forma de apreciar las interacciones entre los personajes; por lo tanto, resulta productiva su investigación con respecto a las nociones de sociología y política colombiana.

El vínculo con la realidad o el realismo es resultado de la asociación que se hace de la obra literaria con la vida del escritor. Sobre ello, Rosa Beltrán (1998) retoma la idea de que el autor ha integrado sus estados emocionales para construir un estilo autónomo; con ello, se tomaría una base subjetiva para reordenar el mundo que se expone en el texto, sin embargo, no sería tan notoria su manifestación en comparación con Cien años de soledad (1967). Por otro lado, Jon Lee Anderson (1999) se encarga de explicar que ese nivel realista y el tratamiento que se hace del lenguaje sencillo son característicos de la historia y el periodismo que se han retomado convencionalmente. Finalmente, Robert L. Sims (1999) primero determina que existe un juego de claroscuros en el libro, para después afirmar que predomina una manipulación de la historia (externa cuando es pública e interna al ser privada) debido a que se incorporan datos nuevos a partir de lo estudiado e investigado por el autor (esta información le será más fácil de recordar y de transferir luego a su creación literaria). A manera de crítica, Rosa Beltrán aborda directamente el autobiografismo del texto. Eso le facilita la ubicación temporal y geográfica del escritor, para después fundamentar cómo se va incorporando la subjetividad (emociones verídicas) en esa representación más objetiva y realista de la novela (acontecimientos históricos), mientras que con Lee Anderson se detecta de un modo más simple la forma de narrar la obra; no obstante, a su trabajo le faltaría confrontar con algunas propiedades del posboom que indicarían mejor aquel recurso del lenguaje, tal como lo hacen Beltrán y Sims, quienes inician con la premisa de que el autor es el responsable de manipular la historia. De todas formas, esto no es posible en su totalidad, pues lo que se intenta es exhibir una mímesis fidedigna de la realidad (patrón de la corriente literaria ya mencionada).

Se encuentran dos posturas que desarrollan la noción de realismo mágico con la intención de evidenciar que esta está presente en Noticia de un secuestro. La primera es propuesta por Julio Jensen (2001, pp. 131-133), quien especifica que mediante este libro se transmite la realidad mágica (metáforas e hipérboles) de América Latina, porque se revelan el fatalismo, la religiosidad, las premoniciones, etc. La segunda la postula Laura Botero (2017), quien asume que esta definición se encuentra en la construcción de los personajes (sufrimiento de las personas y los familiares); asimismo, Botero plantea que hay un lenguaje cinematográfico por las imágenes, los tiempos y los personajes evocados en las descripciones. En cambio, el análisis que hace Miguel Cabañas Bravo (2002) al respecto niega todos aquellos atributos del tradicional realismo mágico al plantear que esta novela únicamente abordaría los aspectos del texto periodístico. Por otra parte, la noción de realismo mágico (con la que concuerdan Julio Jensen y Laura Botero) es muy forzada para esta ocasión; es más, esta se halla ausente en la obra, tal como lo afirmó Miguel Cabañas Bravo: el hecho de que otras novelas del mismo autor hayan requerido ese tipo de recursos literarios no implica que el concepto esté presente en esta oportunidad. América Latina, los personajes, el tiempo y el espacio simbolizan un referente importante en la historia de Colombia; por el contrario, aquello no es una causa para justificar su integración al realismo mágico, ya que, erróneamente, cualquier novela podría ser catalogada de igual forma.

M. Bonzallé Hervé Sakoum (2009) recurre a la sociocrítica para comprender el contexto histórico y social que se desarrolla en Noticia de un secuestro (1996) y Relato de un náufrago (1970). Este abordaje se evidencia por el uso frecuente de categorías que pertenecen al psicoanálisis, el materialismo dialéctico, la semiología, la lingüística, el estructuralismo y la literatura. En un primer momento, Hervé clasifica a los personajes en víctimas, terroristas e intermediarios, además de caracterizarlos en función del contenido y las referencias biográficas localizadas de manera externa (como se hace con Maruja Pachón de Villamizar, Beatriz Villamizar de Guerrero, Marina Montoya, Francisco Santos, etc.); después, aborda el tiempo que no sería lineal ni cronológico, más bien, por la libertad de su manejo y la utilidad de los flashbacks, se trataría particularmente de una temporalidad basada en los hechos: el tiempo de conflicto y le temps de la décrispation; y, a su vez, el autor hace un análisis del espacio (Medellín, Cali y Casa Verde). Otro tema afín es el que elabora Juan Cruz (Pachón et al., 2016) quien formula que es importante que el escritor colombiano retome el detalle para que el lector conozca adecuadamente el entorno; a la vez, aquello sería propicio en el periodismo: la verificación. Por otro lado, Maruja Pachón (Pachón et al., 2016) afirma que el autor logró de forma efectiva distribuir coherentemente todos los argumentos que constituían el libro. En torno a estas tres propuestas de la sociocrítica, se destaca el interés por organizar el contexto de la novela con el fin de que sea más identificable y coherente: este postulado más objetivo va dirigido a validar lo narrado en función de su grado de veracidad, junto con la simpleza otorgada al lector en el instante de vincular personajes o sucesos de la novela.

La presencia de Pablo Escobar como organizador de todas las fechorías rastreables en la obra es explícita, hasta el punto de considerárselo como un protagonista primordial para el desarrollo de la trama. A este propósito, María Jimena Duzán (Pachón et al., 2016) argumenta que para García Márquez era importante representar al líder del Cartel de Medellín porque era una manifestación histórica del verdadero poder. Además, Nicolás Pernett (2016) reconoce que se abarca el personaje más apreciado de todos por su misma condición de caudillo latinoamericano (temática que interesaría al autor); para que este objetivo se alcance es necesario demarcar la relevancia del dominio del escritor colombiano en la pluralidad de personajes empleados. En suma, los estudios que hacen María Jimena Duzán y Nicolás Pernett inducen a asociar las relaciones de significante con significado respecto a la diversidad de entidades que interactúan en el universo literario del autor siendo estas las que generan atribuciones sociales como la figura del poder.

La manera de abarcar al lector en este texto la propone Melanie Cebrián (2009, p. 76 y p. 80) quien confirma que este se mantendría en tensión a pesar de la documentación expuesta y la escasa prosa literaria; por otro lado, detecta un humor, casi negro, de algunas escenas del libro. Sobre ello, estos hallazgos facilitarían la localización de los mecanismos que intervienen en las emociones de los personajes; a su vez, provoca una dinámica que constantemente modifica aquello que tradicionalmente entendemos por acontecimientos criminales, vinculados siempre con acciones y lenguaje perversos: estas identificaciones sugieren percibir aquella diversidad con la que se narra una novela periodística con temáticas novedosas.

Como último criterio, nos referimos al análisis hermenéutico, el cual requiere reflexionar sobre lo que varios autores han sostenido en torno a un determinado texto; en ese sentido, se configura un discurso que está compuesto por una ideología individual del intérprete. Acerca de ello, Claudia Ospina (2010, pp. 121-123) se ocupa de ejercer este tipo de tratamiento, al aludir a los siguientes críticos literarios: Ángel Díaz Arenas (1998), Isabel Vergara (1998), Susan Carvalho (2001), Luis C. Cano (2004), James Cortés Tique (2008), entre otros, tal como se exponen a continuación:

Noticia de un secuestro ha generado una serie de opiniones sobre su género literario. Para más detalles se encuentra el estudio de la crítica Susan Carvalho "García Márquez Transcribes: The Genre of the Nonfiction Novel (Relato de un náufrago, La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile and Noticia de un secuestro)" para quien esta es una novela de no ficción. En "Reflexiones en torno a Noticia de un secuestro de Gabriel García Márquez" Ángel Díaz Arenas analiza si la obra es reportaje o novela; "Noticia de un secuestro de Gabriel García Márquez: entre el cuento popular y el reportaje" del crítico Luis Cano ve esta obra como un relato folclórico. Isabel Vergara en su artículo "Noticia de un secuestro: la historia como horror apocalíptico" señala que esta obra es una historia novelada. Jaime Cortés en "Noticia de un secuestro entre la mentira política y la ficción mercenaria" realiza un análisis semiótico de la novela para concluir que García Márquez escribe un relato que combina la ficción y la no ficción para legitimar un sector de las élites tradicionales del poder político en Colombia. (Ospina, 2010, p. 122).

Con ello, se resalta el rol de la hermenéutica que busca establecer un balance en función de los trabajos realizados con respecto a un objeto de estudio; asimismo, estos planteamientos se identifican y se comprenden mejor. Por lo visto hasta el momento, recuperamos un conocimiento expuesto a lo largo del tiempo, como el de observar las distintas atribuciones de género hechas a Noticia de un secuestro o las relaciones elaboradas entre la realidad y la ficción con la intención de disputar sobre la veracidad de los sucesos de Colombia. Designar lo determinado por la crítica literaria nos permite apreciar aquello que aún no se ha investigado como por ejemplo los trabajos basados en la no violencia; lo macrocriminal que se refiere a la asociación de acontecimientos criminales en un período destacable de la historia y no el panorama de acciones delictivas como un fin en sí mismo; la consideración de un utópico Estado nación o el abordaje interdisciplinario que se puede realizar a esta obra. Por tal motivo, confirmamos que la hermenéutica permitió visualizar directamente aquellos postulados que pueden efectuarse con mayor originalidad, con la certeza y la seguridad de que se conoce el contexto crítico de la novela.

Conclusiones

El método hermenéutico que propone Gadamer es una estrategia para comprender los diversos tratamientos efectuados sobre un objeto de estudio. Las formas de emplear este tipo de análisis varían en su modo de abarcar el objeto puesto que podría consistir únicamente en la mención de las investigaciones (en algunos casos cronológicamente), al igual que referirse a tópicos en común o provocar el diálogo entre interpretaciones que mostraban abordajes similares o diferenciados. Todo ello facilitó la vía para conocer las propuestas que se habían hecho de Noticia de un secuestro. Estas se basaban principalmente en tres focos: la novela como alegoría colombiana, la designación de su género y los múltiples estudios literarios de aplicación teórica e interpretativa. A continuación, se expresa de manera sintética cómo se trabajaron estos temas.

La novela es formulada como alegoría del país debido a los referentes documentados de ese período macrocriminal, caracterizado por descontentos políticos e inseguridad social. Sin embargo, fue importante distinguir que no podría ser tomada como mito ya que el texto busca manifestarse del modo más objetivo posible hasta el punto de internalizar en la psicología de los personajes (sensaciones reales de angustia y terror de este drama); esto sería una forma de presentar esta obra literaria como un nuevo género, particularidad que le pertenece a la corriente denominada posboom.

En la búsqueda del género literario se designaron propuestas como crónica, novela, reportaje, testimonio, entre otras derivaciones que expresaban la vinculación de la literatura con el periodismo; en ese sentido, asumimos que se trata de una novela periodística pues adopta conocimientos de la documentación, la historia, el testimonio, la política y la cultura y se internaliza en saberes propios de la cultura.

Finalmente, retomamos la importancia de los aportes de la crítica literaria porque en su mayoría se desligaron del análisis de la composición interna del libro para centrarse en en el contenido ideológico como la representación temeraria que se hace del personaje Pablo Escobar y sus allegados, o la exposición de las causas que orientan el accionar de los narcoterroristas, como también las de la contraparte: los funcionarios públicos y la ciudadanía.

En consecuencia, se evidencia que estas tres vertientes temáticas, derivadas de la hermenéutica, nos facilitan la comprensión de un panorama establecido por las investigaciones en torno a la novela y nos orientan acerca de lo que se puede abordar en la posteridad como los estudios relacionados con la no violencia, lo macrocriminal y lo interdisciplinario con el fin de cuestionar la existencia de un Estado nación en Colombia durante ese período.