Lo artístico investigativo y sus diferentes enfoques metodológicos

Polisemia de la idea de enfoque y sus usos

En la literatura y, en general, en las fuentes relacionadas con la metodología de investigación, una de las categorías que aparece recurrentemente es el concepto de enfoque, en la mayoría de los casos sin precisión de su alcance de extensión lógico-epistemológica predicativa, lo que lleva a un relativismo conceptual —postura de indeterminación, falta de precisión conceptual y fijación—, contrario sensu a la relatividad: la cual indica flexibilidad de alcances lógico-teóricos, apertura, caracterización contextual, delimitación y demarcación con plasticidad. Ante la ambigüedad enunciativa, no precisamente semántica, es importante esclarecer qué se entiende por enfoque, más allá de la significación del fenómeno físico visual de encuadre, aunque, por analogía, hay alguna validez, pues la persona que guía el lente de la cámara, por selección de la mirada, puede abarcar muchos o pocos detalles o elementos a captar. Algo parecido sucede con el “encuadre” en la investigación. Desde esta perspectiva, el Diccionario de la Lengua Española (actualización de 2022, en línea) puntualiza que enfoque, del verbo enfocar, significa dirigir la atención o el interés hacia un asunto o problema desde unos supuestos previos, para tratar de resolverlo acertadamente (la cursiva es nuestra). La cuestión es, cuál es la dimensión de los supuestos, los presupuestos o fundamentos para resolver un problema o problemas de modo argumental, demostrativo y probatorio. En tal orden de reflexión, Gonzalo Ramos (2014) caracteriza el enfoque como el punto de vista que se toma a la hora de realizar un análisis, una investigación, una teorización, etcétera. Puede entenderse, asimismo, como una orientación temática específica que se toma a la hora de desarrollar un discurso, un proyecto. Así, puede decirse que el tratamiento de un determinado tema puede contener diversas aristas a considerar, distintas valoraciones y marcos (teórico y metodológicos) que deben privilegiarse en función de otros por distintas circunstancias (cursivas nuestras). Y, efectivamente, el concepto enfoque quede tener distintos puntos de vista, razones, alcances y extensión lógico-epistemológica desde determinados presupuestos para resolver problemas de investigación, cuestión que la metodología de investigación no ha sistematizado debidamente hasta ahora. Se utiliza unas veces como equivalente a paradigma o metametodología, otras veces como metodología e incluso como método concreto y específico.

La concepción de enfoque entendido como paradigma está presente en varios autores, por ejemplo, Gloria Pérez Serrano, cuando menciona “enfoque denominado paradigma” (1994, I, p. 16); de manera similar, aparece en Entre el qué y el cómo: tendencias epistemológicas y metodológicas de la investigación en la educación artístico visual, un libro de Diego Germán Romero, Julia Margarita Barco y David Ramos.

Si el paradigma es la matriz disciplinar que desglosa unos modos de proceder, unos desarrollos teóricos específicos y denota ciertos problemas de investigación, se puede considerar que cada paradigma involucra unos modos propios de dar respuesta a sus problemáticas inherentes. Es a esto a lo que se le denominará tipos de investigación o enfoques, maneras de proceder muy concretas y delimitadas que responden a lógicas paradigmáticas y, más específicamente, a una serie de intereses (…) (2021, p. 61) (la cursiva es nuestra)

Así, en una gráfica de este libro, se presenta la cuestión enfoque-paradigma o paradigma-enfoque:

Tabla 1: Paradigmas de investigación. Síntesis del cuadro presentado porPérez Serrano (1994)

Fuente:Romero et al. (2021, p. 60).

Mas, también, se denota el criterio de enfoque en la acepción de metodología, al leerse en los autores citados: “la comprensión de los temas y las metodologías aplicadas en los trabajos de grado de la LAV (Licenciatura de Artes Visuales, Facultad de Bellas Artes, de la Universidad Pedagógica Nacional) supuso el desarrollo de una ruta metodológica basada en el enfoque hermenéutico-interpretativo” (p. 61) (cursivas nuestras). Y todo indica, por deducción, que la presentación de la siguiente tabla tiene esa significación, es decir, de metodología, incluso de métodos específicos al detallarse, por ejemplo: estudio de caso, lo etnográfico, la investigación basada en artes, la investigación acción participación, entre otros.

Tabla 2: Distribución de orden y enfoques presentes en los TG de la LAV, con relación a los intereses propuestos por Habermas y los paradigmas propuestos por Pérez Serrano y Marín-Viadel

Fuente:Romero et al. (2021, p. 62)

Algo parecido, en cuanto a la concepción de enfoque equivalente a paradigma, se constata en la Metodología de investigación (2014) de Roberto Hernández Sampieri, Carlos Fernández Collado y María del Pilar Baptista Lucio. Afirmamos su parecido equivalente, pues dichos autores no hablan directamente de paradigmas, sino de enfoques, sin llegar a definir y caracterizar dicha categoría, es decir, el concepto de enfoque. En el Prólogo, Hernández Sampieri destaca que “en la obra se abordan los tres enfoques de la investigación, vistos como procesos: el cuantitativo, el cualitativo y los métodos mixtos (cuanti-cualitativos)” (p. XVII), con criterios de “pluralismo metodológico” y la “libertad de método” (pp. XXII). En cada uno de los enfoques se pueden apreciar un conjunto de metodologías, deductivamente, ya que no se explicitan, y, en tal sentido, a modo de ilustración, se presentan:

Tabla 3: Sobre enfoque cuantitativo (metodologías y métodos)

Fuente: elaboración propia.

Tabla 4: Enfoque cualitativo (metodologías y métodos)

Fuente: elaboración propia.

En cuanto al enfoque mixto, acotan Hernández, Fernández y Baptista que “realmente no hay un solo proceso mixto, sino que en un estudio híbrido concurren diversos procesos” (2014, p. 540), tesis totalmente cierta, aunque su enfoque mixto es de naturaleza cuanti-cualitativa, mientras existen métodos mixtos del orden de lo cualitativo, artístico y educativo. Sirva para ejemplificar métodos mixtos cualitativos como la autoetnografía, la dialéctica hermenéutica, la fenomenología hermenéutica, la etnografía educativa, la etnopoética, la etnografía fotográfica, la poética didáctica, la narración gráfica, la hermenéutica visual, la fenomenología artística o la sociosemiótica. No obstante, la mixtura cuanti-cualitativa es válida, complementaria e integrativa. Desde esta perspectiva, los métodos mixtos representan un conjunto de procesos sistemáticos, empíricos, teóricos y críticos de investigación e implican la recolección y el análisis de datos cuantitativos y cualitativos, así como su integración y discusión conjunta, para realizar inferencias producto de toda la información recabada (metainferencias) y lograr un mayor entendimiento del fenómeno bajo estudio. En síntesis, aquí, los métodos mixtos utilizan evidencia de datos numéricos, verbales, textuales, visuales, simbólicos y de otras clases para entender problemas en las ciencias (p. 534), aunque también del orden de lo social, la cultura, la educación y el arte. Estos son concebidos como “multimetódicos” por sus características procedimentales, incluidas las técnicas de recolección de datos para el análisis e interpretación de estos. Más que un enfoque equivalente a paradigma, este enfoque viene a ser un tipo de metodología en sentido amplio, compuesta de los métodos mixtos siguientes:

• Diseño exploratorio secuencial (Dexplos).

• Diseño explicativo secuencial (Dexplis).

• Diseño transformativo secuencial (Ditras).

• Diseño de triangulación concurrente (Ditriac).

• Diseño anidado o incrustado concurrente de modelo dominante (Diac).

• Diseño anidado concurrente de varios niveles (Diacniv).

• Diseño transformativo concurrente (Distrac).

• Diseño de integración múltiple (DIM).

En la perspectiva de enfoque, con equivalencia de paradigma, desde el campo artístico, sin nombrar directamente esta categoría, se encuentran dos epistemólogos del arte, el estadounidense Elliot W. Eisner y el español Ricardo Marín-Viadel. El norteamericano, en su libro Educar la visión artística, en el último capítulo, titulado “De una era científica a una artística”, anticipa la transición y especificidad de lo cuantitativo a cualitativo-artístico. Sin anulación, obviamente, del enfoque del paradigma científico cuantitativo, sino en función de la trascendencia del arte y la estética en la vida contemporánea, pues todo lo que crea el hombre en la dimensión de homo faber, lo hace de acuerdo con lo estético-artístico —ya sea la publicidad, el diseño de productos, bienes y servicios, la moda, la tecnología, etcétera— y lo hace de acuerdo con significación de lo estético, aunque el fin de fines sea lo no artístico, sino lo utilitario. En tal sentido afirmó: “la experiencia en las artes tiende también a animarnos a ver la interrelación de las cosas. La experiencia en el arte, tanto en su producción como en su (consumo y) apreciación, exige prestar atención a las relaciones dentro de una totalidad” (Eisner, 1995, p. 256).

Sin duda, lo artístico-estético hoy en día está presente en todas las creaciones. De ahí, el enunciado “era artística”, como a fines del siglo XVIII, en su libro Cartas sobre la educación estética del hombre, Federico Schiller anunciaba, como deseo-perspectivo, la existencia de un estadio estético que ayudara a la transformación del hombre y la sociedad. Ese es también el espíritu de las palabras de Eisner: una era artística, que, a su vez, implicase la diversidad de propuestas metodológicas, de complementación, que permitan el abordaje multívoco del arte, incluida la de educar la sensibilidad artística, tal como lo desarrolló Eisner después, junto con Tom Barone, en una propuesta de Investigación basada en las artes con aplicación a la educación. Concepción que retomó, entre otros, Ricardo Marín-Viadel, quien comenzó hablando de un gran enfoque artístico, llevándolo enunciativamente a las metodologías del arte, en plural y singular indistintamente, sin precisión epistémica, y que apareció posteriormente en sus escritos bajo la concepción del paradigma artístico. Por otra parte, habló de enfoque como método: casos de la investigación educativa basada en artes, que también llamó “arte/investigación” y la a/r/tografía como métodos concretos. Este abanico de perspectivas lógico-epistémicas de enfoques en lo artístico, en sus diferentes acepciones, es lo que justifica que nos detengamos in extenso en Marín-Viadel, y, en parte, en su colega Joaquín Roldán.

Esta última acepción de enfoque de investigación, la referida a método, se aprecia en diferentes autores en el campo de las artes, aunque no siempre de modo explícito, como puede leerse en el Capítulo 8, “El significado del método en la indagación cualitativa”, del libro El ojo ilustrado. Indagación cualitativa y mejora de la práctica educativa, también de Elliot W. Eisner, donde se refiere, indistintamente, a enfoque prefigurativo y enfoque emergente (1998, p. 206), coincidente con el enfoque o diseño emergente de la Teoría fundamentada de Barney G. Glaser como método (1992).

En el orden de método/enfoque señaló Eisner: “de alguna manera, la forma y el enfoque que un estudio cualitativo (y artístico) puede tomar gradualmente están más cerca de un collage que de la construcción de un edificio” (p. 201). En referencia a los pasos o procedimientos, cruce de ideas y datos a seguir, flexiblemente, en lo metódico. Igualmente se evidencia en la Semiótica (García-López y Cabezuelo-Lorenzo, 2016), aplicado a la publicidad, y la Investigación educativa basada en artes en autores que asumen la IBA.

Figura 1: Gráfico sobre las dimensiones de enfoques de investigación y su importancia para las artes

Fuente: elaboración propia

El enfoque artístico investigativo y sus diferentes dimensiones

La idea de enfoque en el campo de la investigación artística tiene diferentes alcances, dimensiones y acepciones, según las propuestas del español Ricardo Marín-Viadel. Para el análisis, utilizaremos una selección de trabajos suyos —dentro de su significativa y amplia producción— que abordan tal problemática, estos son: La ‘investigación educativa basada en las artes visuales’ o ‘Arteinvestigación educativa’ (2005); Territorios de las metodologías artísticas de investigación con un fotoensayo a partir de Buñuel (2012); A/r/tografía e Investigación educativa basada en Artes visuales en el panorama de las metodologías de investigación en Educación artística (2019); A/r/tografía social y Educación artística para la Justicia social: Proyecto BombeArte (2021). Estos tres últimos junto a Joaquín Roldán, con quién coordinó como editor el libro Ideas visuales. Investigación basada en Artes e Investigación artística (2017). Aquí sistematizaremos sus criterios de la categoría enfoque investigativo, estableciendo las respectivas predicaciones epistemo-metodológicas, de lo general a lo específico, es decir, de su equivalencia a paradigma, metametodología, metodología y método, y holísticamente del todo, las partes y sus relativas autonomías e interrelaciones.

Como Roberto Hernández Sampieri y sus colegas, Marín-Viadel habla de los grandes enfoques cuantitativo y cualitativo, que también llama indistintamente tendencias o modelos , y añade, como novedad creadora, el artístico. Así explicita “los tres grandes enfoques metodológicos de investigación en educación: el cuantitativo, el cualitativo y el artístico” (2005, p. 228). Además, en función de la argumentación del nuevo enfoque, señala:

Hasta ahora, el enfoque ‘artístico’ ha sido considerado como una sub-modalidad dentro de los enfoques cualitativos. Pero la ‘Investigación basada en las Artes’, aunque efectivamente ha sido alumbrada en el seno de los enfoques cualitativos, como desarrollo natural de algunas de sus líneas más arriesgadas y extremas, presenta tal cúmulo de novedades metodológicas que, desde mi punto de vista, provocan un salto cualitativo hacia un territorio nuevo e independiente. Es mucho más claro y oportuno distinguir, en lugar de dos, estas tres vías de investigación: la cuantitativo-científica, la cualitativo-humanística y la artística. (2005, p. 228)

En la realidad de la investigación, como antes se indicó, no solo hay tres grandes enfoques o paradigmas, no obstante, es legítima la argumentación de la especificidad de lo artístico en la indagación por la “naturaleza” misma del arte como forma de cultura, creación, conocimiento y comunicación. No hay en su propuesta exclusión de enfoques, sino el señalamiento de fluidas interrelaciones, complementaciones y combinaciones que se producen entre los tres ámbitos. Esta claridad le permitió destacar los siguientes rasgos y características más sobresalientes (2005, p. 226):

• Multiplicidad temática: hay una gran variedad y diversidad de temas de investigación que interesan en Educación artística.

• Eclecticismo metodológico: cualquier estrategia, enfoque o técnica de investigación puede arrojar resultados interesantes sobre diferentes problemas.

• Pluralismo epistemológico: las concepciones sobre el conocimiento están abiertas a un amplio abanico de posibilidades que pueden convivir cooperativamente.

En cuanto a la segunda característica, el eclecticismo metodológico, se comparte la fundamentación, no la denominación de eclecticismo, pues este en su trayectoria terminológica se refiere a amalgama, mezcla o combinaciones indiscriminadas, no coherentes, que juntan sin miramiento diferentes posturas, ideas, teorías, epistemes, sin superar los puntos de partida; mientras la denominación más coherente es electivismo como perspectiva crítico-electiva creadora (Gaos, 1945, p. 241; Rojas, 2022, pp. 232-237), por tanto, es más pertinente hablar de electivismo metodológico.

El enfoque de investigación artístico, en sentido amplio, abierto y heurístico, de Marín-Viadel, presupone desde sus fundamentos metodológicos un electivismo metodológico crítico creador con una pluralidad de metodologías, lo que hace que dicho enfoque artístico sea igual o equivalente a paradigma de investigación, en este caso artístico, porque en la concepción de este, es decir, de paradigma, en una de las partes, se explicita que es un conjunto o sistema de metodologías que se entretejen, combinan y se complementan de modo flexible (Bericat, 1998; Cook y Reichardt, 1986; Denzin, 1978; Ginzburg, 1999, p.157; Guba, 1990; Khun, 2004, pp. 181-187; Sabariego, 2009, p. 67), como ocurre en la novedosa propuesta del académico hispano.

A pesar de la amplitud de trabajos epistemo-metodológicos, el uso de la categoría paradigma es casi inexistente en este autor, de hecho, solo la hemos constatado en un escrito en colaboración con Joaquín Roldán, donde se explicita:

Una de las consecuencias más notorias de la “Investigación Basada en Artes” y por lo tanto también de los enfoques a/r/tográficos que se acogen a este paradigma metodológico, ha sido el reconocimiento académico de una pluralidad de lenguajes y modos de representación de los datos, los procesos y las conclusiones de una indagación educativa. (Marín-Viadel y Roldán, 2021, p. 93)

Todo parece indicar que la referencia a paradigma de investigación en las Artes se concibe aquí desde Investigación basada en artes, desde una pluralidad de juegos metodológicos, con inclusión de la creación artística como se fundamenta en la Metodología A/r/t/gráfica, donde lo social y educativo forman parte de esta conjunción, con apertura a tendencias como el Arte Comunitario, el Arte participativo, o el Artivismo.

Figura 2: Concepción general de paradigma de investigación

Fuente: elaboración propia

Sin embargo, no siempre los epistemólogos de las metodologías de investigación explicitan las respectivas metodologías que componen un determinado paradigma, ni tampoco los métodos que lo caracterizan. Pero este no es del todo el caso del profesor Marín-Viadel, pues refirió la existencia de “metodologías artísticas” (2005, pp. 232-233), igualmente, señaló la existencia de “las Metodologías Artísticas de Investigación (mai)” (Marín-Viadel y Roldán, 2012, p. 123), como una nueva modalidad metodológica de hacer investigación en la literatura, las artes visuales, la música, el teatro, la danza, entre otras.

Aunque no hay una ordenación totalmente sistematizada en sus escritos al respecto, el investigador, por deducción y análisis, puede dar cuenta de cuáles son esas grandes metodologías, según su propuesta. Estas serían:

• Investigación basada en las artes (iba).

• Investigación basada en imágenes artísticas (ibia).

• Investigación educativa basada en las artes (ieba).

• Investigación basada en imágenes educativas (ibie).

• Investigación A/r/tográfica.

Pero también la categoría enfoque pasa a tener, en Marín-Viadel, un extensión lógico-epistémica menor, particular, igual a metodología, en unos casos en plural y en otros en singular, así encontramos la terminología de enfoques metodológicos (Marín-Viadel, 2005, p. 248; Marín-Viadel y Roldán, 2019, p. 890). Desde esta perspectiva más concreta, la Investigación basada en las artes, la Investigación basada en imágenes artísticas, la Investigación educativa basada en las artes, la Investigación basada en imágenes educativas y la Investigación A/r/tográfica constituyen, cada una, un enfoque peculiar como metodología.

De modo particular, no tan general, podemos leer en sus textos, donde cada metodología concreta es un enfoque:

• La Investigación basada en artes es un territorio abierto a muy diferentes enfoques, procesos, técnicas y resultados (Marín-Viadel y Roldán, 2019, p. 886). Este, en su caso, es un gran enfoque, del cual hace otras derivaciones o enfoques metodológicos más específicos.

• La Investigación educativa basada en las artes visuales o “ArteInvestigación educativa” o, más sintéticamente “ArteInvestigacíón” —se trata de tres términos sinónimos— es la metodología que adopta los modos propios de la creación artística en las artes y culturas visuales. Sus estrategias conceptuales, su enfoque de los temas, sus técnicas e instrumentos de investigación se asimilan a los procesos propios de creación en el conjunto de las artes y culturas visuales para abordar y resolver los problemas educativos (Marín-Viadel, 2005, p. 260).

• En cualquier caso, la principal fuerza demostrativa de un nuevo enfoque metodológico acaba siendo el interés de los resultados que se consiguen. Por consiguiente, son las publicaciones, muestras y exposiciones a/r/tográficas las que acaban poniéndole rostro a esta metodología de investigación (Marín-Viadel y Roldán, 2019, p. 892) (todas las cursivas son nuestras).

No obstante, en cuanto al criterio de enfoque como equivalente a paradigma —sin casi usar esta categoría— y a metodología, todavía la categoría de enfoque deviene, igualmente, en concepto o subcategoría específica, es decir, como método. Ahora refiere: “rasgos más prominentes que caracterizan la ‘ArteInvestigación’ como método de investigación educativa” (Marín-Viadel, 2005, p. 261), que también denomina IEBA. Algo similar ocurre con la A/r/tografía —que conjuga armónicamente la creación artística contemporánea, la investigación, lo social y educativo en cualquier contexto—, la mayoría de las veces es referida como metodología de investigación, pero en A/r/tografía social y Educación artística para la Justicia social: Proyecto BombeArte, la Sección 2 tiene como enunciado: “Método” (Marín-Viadel y Roldán, 2021, p. 93), sin más acotaciones procedimentales que las referidas a los tres términos señalados. No es que el autor o autores hayan caído en una contradicción en los términos, sin pasar por alto cierta imprecisión de enunciación, pero si es imprescindible —para maestros, estudiantes, tutores de grados e investigadores— aclarar en qué sentido, dimensiones, alcances teóricos, lógico-predicativos, epistemológicos y metodológicos se está argumentado la cuestión de la categoría o concepto enfoque, porque si no se hace, se puede caer en el relativismo de las imprecisiones absolutas. Vale puntualizar la pertinencia del uso del criterio de enfoque en sus diferentes acepciones y alcances, en dependencia de la estrategia investigativa asumible, y, por tanto, de su relativa y flexible validez. De aquí que la Investigación educativa basada en artes, la A/r/tografía, así como la Investigación basada en artes u otras denominaciones, por ejemplo, la Investigación-creación, pueden asumirse como metodología en el sentido amplio o método específico, pero siempre con los debidos esclarecimientos epistémicos y técnico-prácticos.

Una de las imprecisiones que pueden surgir es identificar “ArteInvestigación” como sinónimo de Investigación educativa, pues “ArteInvestigación”, en sentido amplio, cubre varias metodologías de investigación como la Investigación-creación o la Investigación basada en artes, entre otras, las cuales no remiten obligatoriamente a la educación artística, aunque de estas se pueden derivar cuestiones educativas y construir metodologías en lo artístico educativo.

En general, en estas propuestas de Marín-Viadel y Roldán, se pueden encontrar las diferentes utilizaciones de las acepciones de enfoque, igualmente caracterizaciones con propuestas de algunos métodos para cada caso metodológico. En cuanto el enfoque artístico general y la Investigación basada en artes, los autores aclaran que:

La novedad y radical innovación conceptual que propone la ‘Investigación basada en las artes’ ha dado rápidamente origen a multitud de preguntas polémicas. Para algunos investigadores profanos al mundo artístico la ‘Investigación basada en las artes’ representa una oportunidad de liberación, apertura, creatividad, etc., a un nivel antes nunca sospechado en la investigación educativa; pero para los investigadores con cierta profesionalidad en alguna especialidad artística resulta necesario preguntarse: ¿qué nivel de calidad artística es necesario exigir a las investigaciones que se acogen al modelo metodológico de ‘Investigación basada en las artes? (Marín-Viadel, 2005, p. 250)

Al explicar y caracterizar el enfoque de la Investigación basada en artes, Marín-Viadel le da un alcance de lo que puede denominarse metametodología. Entre los sentidos, está aquel que pretende definirla como una metodología de la metodología, dejando una vaguedad abstracta de enunciación, mientras en otros casos hay mayor clarificación de entendimiento sobre esta gran categoría. María Alicia Pazos, al referirse a la metametodología de Larry Laudan en Beyond Positivism and Relativism (1996), señaló que la propuesta de una metametodología permitiría la evaluación de metodologías científicas (Pazos, 2007, p. 55). En este mismo sentido, Eliseo Vilalta Perdomo (2000) acotó que la metametodología incluye varias metodologías existentes, en remisión a una metametodología para el desarrollo de sistemas de información que incluiría metodologías de sistemas suaves, es decir, flexibles.

Si vamos a la etimología de la metametodología hay que tener en cuenta que es un término compuesto: metà, en griego, significa lo que está después o más allá; y metodología. Es decir, lo que está más allá de una metodología específica, incluyendo a otras metodologías concretas, por lo que la metametodología se puede definir como un conjunto o sistema de varias metodologías que tienen características comunes o una misma “naturaleza” para investigaciones en áreas determinadas, por lo que sería inexacto afirmar que la propuesta de una metametodología soslaya el problema de la justificación de la metametodología misma, con el peligro del regreso al infinito (Pazos, 2007, p. 56). Tal supuesto de peligro de infinitud indeterminada se sortea cuando la propuesta de metametodología tiene concreciones en lo social, científico, cultural, educativo o artístico, entre otros. Tal sería el caso de la propuesta de Ricardo Marín-Viadel para la iba al señalar que:

Las metodologías de Investigación basada en las Artes están teniendo un importante desarrollo en campos tan variados como la terapia, la sociología, el trabajo social, la salud pública, etc. En general, el propósito es explorar formas alternativas de investigación y de presentación y representación de datos, tales como teatro leído, prosa literaria, poesía, ficción, artes visuales, música, danza, etc. (2005, pp. 48-249) (la cursiva es nuestra)

La categoría metametodología no aparece explicitada en sus textos, pero al manifestar que la iba incluye varias metodologías para indagar lo artístico se está en presencia de una metametodología para investigar lo artístico de modo plural, epistémico y técnico-instrumental; así abarcaría nuevos hechos, ideas, imágenes, teorías, la enseñanza y el aprendizaje, nuevos enfoques, estrategias, técnicas o instrumentos para la recolección, el análisis y la interpretación de datos.

También al citar argumentalmente a los creadores de la IBA como Elliot W. Eisner (1993) y Tom Barone (Barone y Eisner, 1997), y continuadores como Shaun McNiff (1998) , entre otros, destacó que se caracteriza por su asociación con la actividad artística y cualidades estéticas en relación con la obra de arte como “texto” de la investigación. Se explicita que es campo abierto a muy diferentes enfoques. Dentro de esta pluralidad metodológica se puntualizó que “la Investigación basada en las artes propone una aproximación y apertura hacia la creación artística para usar sus formas, conocimientos y saberes” (Marín-Viadel y Roldán, 2019, p. 884). Pero, la creación artística, como objeto de investigación, puede ser la creación de otros y también creación propia. Algo de esta distinción se refiere en Territorios de las metodologías artísticas de investigación con un fotoensayo a partir de Buñuel (2012), con la coautoría de Joaquín Roldán. Aquí, bajo la etiqueta “Cuadro orientativo de las Metodologías Artísticas de Investigación y de las Metodologías de investigación en Artes Visuales” (p. 125), se habla que los manuales universitarios y las revistas de investigación contemporáneas contienen Metodologías de investigación en artes visuales (Research in Arts y Art practice as Research), en los que se abordan los problemas propios de la creación artística diversa, con énfasis en lo visual, acotándose en dicho cuadro: “interpreta obras visuales artísticas” y “produce obras visuales artísticas”, sin más aclaración. De acuerdo al plural metodologías, tanto visuales como más generales en lo artístico diverso, pareciera indicarse que hay metodologías donde la interpretación de las obras de otros es lo fundamental, sin negarse cierta creatividad; mientras en otras —Art practice as Research—, lo prioritario es la creación artística que se somete a análisis e interpretación por el propio creador. Pero, esta última está tipificada como Investigación-creación, I+C (Ballesteros y Beltrán, 2018; Borgdorff, 2010; Candy, 2006; Collins, 2018; García, 2019; Minciencias, 2021; Sullivan, 2010), efectuándose un debate sobre en qué consiste precisamente, y si se trata de un método o metodología de investigación artística —¿o algo más, un posible paradigma, o transparadigmática?—, polémica en desarrollo que lleva casi treinta años. Sobre esta categoría, la I+C, no hay referencia explícita en los investigadores españoles. Pareciera que la Investigación-creación en Marín-Viadel, como en Roldán, forma parte de los varios enfoques metodológicos o metodologías que se derivan de la iba, cobrando, cada uno, una determinada especificad. Más recientemente, tiende a ubicarse la I+C en la A/r/tografía.

La iba, como metodología específica, no comprende a la educación. Se puntualizó que la educación no es consustancial a esta, pues, de hecho, el primer manual que se publicó a tal respecto fue el de Shaun McNiff (1998) , cuyo ámbito es la arteterapia. Mas, como metametodología, de la cual ocurren derivaciones o ramificaciones, sí da lugar a la conjunción con la educación, generándose la metodología de la Investigación educativa basada en las artes (ieba). De la cual, a su vez, han tenido lugar otras ramificaciones metodológicas recientes como la A/r/tografía, sin negar la especificidad de esta.

Tabla 5: Enfoques de Investigación Basada en Artes como Metametodología

Fuente: elaboración propia.

De la Investigación basada en las artes, se deriva una estrategia de investigación que denominaInvestigación basada en imágenes artísticas (ibia), en el amplio campo de la cultura y lasartes visuales, sin precisar si su alcance es de metodología o método, pudiendo usarse en una u otra dimensión lógico-epistemológica, siempre que se puntualice la extensión lógica-predicativa para cada caso. En cuanto a su espectro, Marín-Viadel señaló:

La ‘Investigación basada en Imágenes’ es especialmente interesante porque en ella se debaten y evalúan las posibilidades de las imágenes en la actividad investigadora, ya sea como sistema de recogida de datos, de análisis de situaciones, de descubrimiento de nuevos temas y enfoques, y de presentación de ideas y conclusiones. La ‘Investigación basada en Imágenes’ propugna que las imágenes, ya sean gráficas, fotográficas, cinematográficas, digitales, etc., son un medio o sistema de representación del conocimiento tan aceptable como el lenguaje verbal o el lenguaje matemático, y en algunos casos incluso más interesante y apropiado que los dos anteriores. Por lo tanto, las obras características de las artes visuales, que son siempre imágenes, pueden considerarse idóneas en investigación. (2005, p. 234)

Posteriormente, en el citado trabajo de 2012, explicita que existen “Metodologías visuales” artísticas, en las que la imagen es central, y no artísticas, en las que la imagen está referida a mapas, fotografías y documentos no artísticos, etcétera.

Por deducción y contextualización de sus propuestas, se puede sustentar que la ibia puede tener rango de metodología, y situar en la misma métodos artístico-visuales indicados por este autor: cine etnográfico, antropología o etnografía visual, sociología visual, narrativa visual, foto-provocación, ensayo visual, foto-instalación, foto-ensayo deductivo y metafórico (Marín-Viadel y Roldán, 2014), auto-fotografía, foto-diálogo, foto-voz. Igualmente, también pueden situarse otros no explicitados, entre estos: narración gráfica, semiótica visual, teatro escenográfico y video musical, entre otros. Por otra parte, como sucede con su propuesta de IBA, en sentido amplio, haciendo una derivación hacia lo educativo con la Investigación educativa basada en las artes, también hizo ramificación de la ibia al plantear la “Investigación basada en imágenes en educación” (2005, p. 245), pudiendo acuñarse la sigla ibie.Como ya antes se indicó, desde la iba,

Como gran generalidad metodológica, se efectuó una de sus derivaciones principales, la Investigación educativa basada en las artes (ieba) —Arts Based Educational Research—, como metodología conjuntiva o mixta. Se ha referido que “por ahora, es una línea metodológica extremadamente incipiente” (Marín-Viadel, 2005, p. 266), adjudicándosele las siguientes estrategias complementarias para su adecuado desarrollo:

• Epistemológica: es necesario seguir elaborando los argumentos en los que se fundamentan las investigaciones artístico-educativas, su sentido, su validez, su veracidad y su demostrabilidad.

• Metodológica: hay que depurar métodos, procedimientos, incluidas las técnicas y las estrategias, y hay que hacerlo a partir de diferentes especialidades de las artes con concreción en la educación.

• Institucional: hay que admitir y apoyar las metodologías artísticas de investigación en las instancias pertinentes, ya sean programas de maestría, doctorado, grupos y proyectos de investigación, etcétera.

• Fáctica: hay que propiciar y hacer investigaciones en esta línea. La mejor demostración de que la ieba es pertinente, eficaz e interesante para desarrollar el conocimiento educativo artístico y artístico educativo.

Acerca de las combinaciones y concreciones metodológicas procedentes de integrar y conjugar la especialidad artística con la disciplina académico-educativa, pedagógica y didáctica, Marín-Viadel y Roldán (2019) concluyen que, aunque en principio todas las combinaciones son posibles, no todas están igualmente asentadas y fundamentadas, ni por disciplinas académicas ni por las especialidades artísticas (p. 891). Se proclama abiertamente la asimilación, la ósmosis y la total permeabilidad entre investigación educativa, el arte y la creación artística. Aquí se incluyen: la Investigación educativa basada en las artes visuales, la Instalación como investigación educativa, la Investigación educativa basada en la fotografía, la Investigación educativa basada en el cómic; el Video-performance auto-etnográfico en investigación educativa, el Estudio de casos en investigación educativa basada en la escultura, entre los principales métodos sugeridos, obviamente sin agotar la propuesta, la cual queda abierta a la creación epistemo-metodológica. Aunque hay explicitación de métodos mixtos, no hay referencias a procedimientos en cada uno, quizás por la por la enunciación del proceso de construcción en cada caso.

El más reciente enfoque equivalente a metodología es la A/r/tografía, del inglés A/r/tography: art (“a”, artista), researcher (“r”, investigador/a) y teacher (“t”, profesor/a). Por consiguiente, A/r/tografía tiene como base la creación artística, la educación y la investigación, en conjunción dialéctica, propuesta que nace en 2003 con Rita L. Irwin y el doctorante de ella, el escultor Alex de Cosson (Irwin y De Cosson, 2004) de la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá). A partir de aquí comienza su despliegue, teniendo en la Universidad de Pennsylvania, con S. Springgay, y en la Universidad de Granada en España, con Marín-Viadel, Joaquín Roldán y otros, sus centros principales de desarrollo. Como propuesta metodológica hace énfasis en el pensamiento y la actividad situadas, en contextos sociales y culturales. La diferencia que se estable entre la Investigación educativa basada en artes y la A/r/tografía, en la mayor amplitud metodológica de la ieba, es que puede abarcar no solo la educación, sino también conjugar o integrar a lo artístico educativo, lo psicológico, la economía y la salud, entre otros, siendo sutiles las diferencias.

La A/r/tografía ayuda a esclarecer la nueva concepción metodológica (LeBlanc e Irwin, 2019), al puntualizarse que tiene en cuenta el proceso de creación artística, es decir, implica la Investigación-creación en cualquiera especialidad artística, interconectada y entretejida con lo contextual-situado de modo amplio, por tanto, hay una interconexión explícita de arte/texto/contexto. Igualmente, presupone conceptos metodológicos de contigüidad, indagación vital, metáfora/metonimia, reverberaciones, en conexión con lo estético relacional, y siempre teniendo en cuenta las dimensiones de la sigla-acróstico de artista/investigador/docente.

La a/r/tografía es un campo extremadamente laxo y abierto, cuyos horizontes son difusos y permeables, porque está interconectado con multitud de enfoques de investigación, con cualquier práctica artística y con cualquier proyecto educativo. Siempre que se den sus tres componentes básicos, investigación/indagación, práctica artística y enseñanza/aprendizaje, estamos a/r/tográficamente situados. (Marín-Viadel y Roldán, 2019, p. 888)

Todos estos componentes se aprecian en la metodología de investigación de Edwards Gimeno Guerrero (2019) , desarrollada en su tesis doctoral Palimpsesto urbano. El proceso editorial como metodología de investigación y enseñanza para re-construir ciudad, cuyo objeto de estudio es Bogotá.

No obstante, la amplitud y flexibilidad metodológica de la A/r/tografía, Marín-Viadel y Roldán enuncian algunos métodos empleados en la misma: A/r/tografía visual, A/r/tografía social, Videonarración a/r/tográfica y Artivismo.

Finalmente, como resultado de lo expuesto en este artículo, se hace una síntesis de los diversos enfoques propuestos en la siguiente tabla.

Tabla 6: Enfoque artístico (metodologías y métodos)

Fuente: elaboración propia.

Como conclusión fundamental, en lo epistemológico y metodológico, se han puntualizado las diferentes acepciones de enfoques, y sus ambigüedades enunciativas, con sus respectivas correcciones, concluyéndose que la categoría de enfoque puede utilizarse —de acuerdo con la predicación lógico-epistémica— como paradigma en general y artístico en particular, metametodología, metodología o método específico y concreto, siempre que su justifique en cada uno de los casos y sus aplicaciones en las artes dichos alcances, para evitar caer en los Escilas y Caribdis del relativismo y las imprecisiones que suelen aparecer en textos de Metodología de investigación, y sobre todo, en trabajos de grado, de aquí la pertinencia y utilidad de esta investigación