¿Para qué estudiar un Doctorado en Educación? El Ancla de Carrera en estudiantes doctorales colombianos, ecuatorianos y venezolanos
DOI:
https://doi.org/10.17227/rce.num87-13287Palabras clave:
motivación, ancla de carrera, educación, doctorado en educación, educación superiorResumen
En este artículo se determinaron los tipos de Ancla de Carrera asociadas a la motivación por estudiar un Doctorado en Educación por parte de una muestra de 185 cursantes de doctorado de Colombia (55), Ecuador (55) y Venezuela (75). Se administró la Escala sobre Ancla de Carrera diseñada por Schein (1982). El estudio arrojó que las Anclas de Carreras “Gerencial”, “Seguridad” y “Creatividad” son las que más reflejan la inclinación hacia la matriculación en este tipo de estudios de postrado. Siendo la primera la más recurrente, lo que indica que el ánimo de los cursantes es estudiar el doctorado, no para mejorar su desempeño en el aula como docentes, sino como mecanismo para salir de ella e incorporarse como gerentes educativos. Se utilizó la técnica del Árbol de Segmentación para el análisis estadístico de los datos.
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Recibido: 22 de enero de 2021; Aceptado: 19 de marzo de 2021
Resumen
En este artículo se determinaron los tipos de Ancla de Carrera asociadas a la motivación por estudiar un Doctorado en Educación por parte de una muestra de 185 cursantes de doctorado de Colombia (55), Ecuador (55) y Venezuela (75). Se administró la Escala sobre Ancla de Carrera diseñada por Schein (1982). El estudio arrojó que las Anclas de Carreras “Gerencial”, “Seguridad” y “Creatividad” son las que más reflejan la inclinación hacia la matriculación en este tipo de estudios de postrado. Siendo la primera la más recurrente, lo que indica que el ánimo de los cursantes es estudiar el doctorado, no para mejorar su desempeño en el aula como docentes, sino como mecanismo para salir de ella e incorporarse como gerentes educativos. Se utilizó la técnica del Árbol de Segmentación para el análisis estadístico de los datos.
Palabras clave:
motivación, ancla de carrera, educación, doctorado en educación, educación superior..Abstract
The types of Career Anchor associated with the motivation to study a Doctorate in Education were determined in this paper by a sample of 185 doctoral students from Colombia (55), Ecuador (55), and Venezuela (75). The Career Anchor Scale designed by Schein (1982) was administered. The study found that the Career Anchors “Managerial”, “Safety” and “Creativity” are the ones that most reflect the inclination towards enrollment in this type of postgraduate study. The first is the most recurrent, which indicates that the students intend to study for the doctorate, not to improve their performance in the classroom as teachers, but as a mechanism to leave it and join as educational managers. The Segmentation Tree technique was used for the statistical analysis of the data.
Keywords:
motivation, racing anchor, education, doctorate in education, high education..Resumo
Os tipos de âncora de carreira associados à motivação para cursar o Doutorado em Educação foram determinados por uma amostra de 185 doutorandos da Colômbia (55), Equador (55) e Venezuela (75). A Career Anchor Scale desenhada por Schein (1982) foi administrada. O estudo constatou que as Âncoras de Carreira “Gerencial”, “Segurança” e “Criatividade” são as que mais refletem a inclinação para o ingresso neste tipo de pós-graduação. A primeira sendo a mais recorrente, o que indica que a intenção dos alunos é fazer o doutorado, não para melhorar seu desempenho em sala de aula como professores, mas como um mecanismo para sair de la e ingressar como gestores educacionais. A técnica de Árvore de Segmentação foi utilizada para a análise estatística dos dados.
Palavras-chave:
Motivação para estudar, Aspiração profissional, Educação, Doutorado em Educação, Ensino Superior..Los estudios doctorales y las exigencias de la sociedad del conocimiento
Los estudios de posgrado han adquirido una importancia vital para el desarrollo de la economía y el capital intelectual de los países. Los cambios en la dinámica económica suscitados por la incorporación de la inteligencia artificial, la nanotecnología y los programas informáticos de alta gama al proceso productivo y a la generación de servicios han generado nuevas demandas al sector educativo.
Los países se incorporan a la economía mundial ya no solo por el aporte eventual de materias primas o mano de obra barata. La transnacionalización eficiente de la producción requiere una mano de obra cada vez mejor formada intelectualmente. Se trata de un mercado de trabajo cada vez más internacionalizado, aunque los puestos de trabajo estén físicamente localizados a nivel nacional (Rama, 2007).
Esta nueva ola civilizatoria redimensiona el papel de la educación en todos sus niveles. De la educación enciclopédica se está pasando a la educación basada en proyectos para desarrollar competencias ligadas a la investigación, la creatividad y la búsqueda de información a través del ciberespacio.
En este sentido, los estudios universitarios se han reducido de cinco a cuatro años en la mayor parte del mundo con la idea de utilizar los posgrados para formar en competencias mucho más especializadas según las disciplinas. Estos estudios poslicenciatura se han diversificado en todo el mundo y son cada vez menos genéricos. Esta orientación va dirigida a crear competencias cada vez más sofisticadas y actualizadas para el desempeño profesional, y a potenciar, además del aprendizaje de nuevas técnicas, la investigación.
El caso de los doctorados no ha sido diferente: el énfasis está más orientado a la investigación y a la búsqueda de nuevos conocimientos. Así está previsto, por ejemplo, en la mayoría de las reglamentaciones de los países de América Latina y el Caribe (Ramírez y Arias, 2018). Los estudios doctorales certifican que aquel que obtiene el título será reconocido por la comunidad científica en el área como un investigador docto, capaz de generar conocimiento nuevo en la disciplina de su especialidad de manera independiente.
Se presume entonces que un estudiante de doctorado, desde el momento en que toma la decisión de realizar estos altos estudios, tiene como norte convertirse en un investigador capaz de ampliar el horizonte de conocimientos de la disciplina y de adquirir herramientas actualizadas para desempeñarse mejor en la profesión.
De entrada, esta hipótesis pone sobre la mesa una discusión acerca de los motivos que inducen a realizar los estudios doctorales en educación. El objetivo de esta investigación, cuyos resultados se presentan a continuación, fue identificar las motivaciones que esgrimieron tres grupos de cursantes regulares de doctorados en educación que se dictan en tres países latinoamericanos, a saber, Colombia, Ecuador y Venezuela.
Se tomaron muestras de estudiantes doctorales de estos tres países por la cercanía cultural y geográfica. La posibilidad de identificar patrones en la motivación o ancla de carrera (Schein, 1982) para realizar estudios doctorales en educación puede ayudar a repensar los diseños curriculares que estructuran tales doctorados, de tal manera que respondan a las expectativas y motivaciones de sus eventuales estudiantes.
El ancla de carrera como recurso para identificar las motivaciones que orientan las elecciones académicas
Varios autores han explicado los factores que inducen a las personas a tomar decisiones referentes a la escogencia de sus estudios universitarios. A continuación abordaremos cuatro explicaciones diferentes.
Según McClelland (1987), existen tres motivaciones básicas que tienen la función de predisponer a los individuos a desarrollar determinadas conductas con el objeto de obtener ciertos fines: la afiliación, el poder y el logro. Así entonces, según esta perspectiva, la escogencia de una carrera universitaria o un curso de posgrado estará directamente asociada con alguna de ellas. Si el interés es obtener prestigio y reconocimiento en la profesión, la motivación sería la de afiliación. Si es obtener cargos gerenciales o de liderazgo en la organización, sería la de poder. Ahora, si la intención es obtener más herramientas para la generación de conocimientos válidos, la motivación que impulsaría la escogencia sería el logro.
Por otro lado, Dessler (2009) señala que son las aptitudes y talentos especiales los que desempeñan un papel importante en las decisiones sobre la escogencia de la carrera universitaria o el curso de posgrado a estudiar. Así, la inteligencia, la comprensión verbal, la habilidad numérica, la habilidad mecánica, la destreza manual, el talento artístico, entre otros, son factores que impulsan con mayor fuerza la decisión final.
Holland (1997), por su parte, establece que los que escogen determinadas profesiones poseen rasgos similares de personalidad. Según él, existirían siete tipos de personalidad: realista, investigador, artista, social, emprendedor, convencional y detallista. Estos pueden servir para predecir cuál es la opción de estudios que mejor se adapta a cada uno. Así las orientaciones personales determinan los tipos de carrera que atraen a las personas.
De acuerdo con Schein (1982), las anclas de carrera constituyen el autoconcepto ocupacional que las personas tienen sobre sus propios talentos, habilidades, motivaciones, actitudes, valores y necesidades, y se construyen a partir del descubrimiento personal basado en las experiencias reales de trabajo. El desarrollo de carrera es un proceso continuo de descubrimiento individual a lo largo del tiempo. A partir de las prácticas laborales, la socialización y las necesidades de autorrealización, las personas desarrollan lentamente su autoimagen laboral y definen su ancla profesional dominante. Así, cualquier decisión de carácter académico - como la escogencia de estudios formales a nivel universitario de pregrado o de posgrado- estará orientada por el ancla de carrera con la que mejor se identifique o interprete el autoconcepto profesional.
Para efectos de la investigación realizada, se asumió el planteamiento de Schein (1982) porque toma en cuenta el elemento experiencial como factor predictivo para la escogencia de una carrera universitaria o curso de posgrado. Consideramos, junto con el autor, que el desarrollo de la práctica laboral de los egresados universitarios ayuda a configurar los aspectos motivacionales y las necesidades autopercibidas (McClelland, 1987), las actitudes y valores autopercibidos (Holland, 1997), y las capacidades y habilidades autopercibidas (Dessler, 2009).
Ahora bien, el concepto de ancla de carrera es más amplio que el de orientación vocacional, inclusive más que el de motivación al trabajo. La complejidad del concepto estriba en que incorpora la autopercepción de las capacidades y valores, mientras enfatiza en su evolución, desarrollo y descubrimiento a través de la experiencia real. Este concepto busca describir e identificar un área estable dentro de la persona, un rasgo profundo y constante que guía la toma de decisiones profesionales, a pesar de la permanente transformación de las personas.
Parafraseando a Shein (1982), las principales elecciones vitales y ocupacionales que se toman durante la edad adulta, suponen para el individuo el proceso de integrar elementos como el autoconcepto sobre aquello para lo que se siente uno más o menos competente, lo que se desea de la vida, el sistema propio de valores y el tipo de persona que se considera ser.
Las anclas de carrera inicialmente identificadas por Schein (1982) son ocho (8). A continuación, se hace una breve descripción de cada una:
-
Técnica-funcional: el interés principal es el contenido técnico del trabajo; la autoimagen de este grupo se asocia con el sentimiento de alto desempeño en su área.
-
Gerencial-dirección general: la principal motivación es alcanzar puestos de alta responsabilidad. Son competencias principales de este perfil: capacidad de análisis, habilidad interpersonal para influir en otros, capacidad emocional para afrontar crisis e interés en ocupar altas posiciones en una organización.
-
Autonomía-independencia: las personas asociadas a esta ancla buscan trabajos que les ofrezcan máxima libertad fuera de una estructura organizacional y la posibilidad de establecer su propio ritmo y estilo de trabajo, objetivos y programas.
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Seguridad-estabilidad: el objetivo es orientar la carrera hacia la búsqueda de estabilidad a largo plazo, así como de un futuro seguro y un ingreso estable. A este perfil también le interesa la estabilidad geográfica, establecerse en familia e integrarse en una comunidad.
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Creatividad: el interés básico de este grupo radica en desarrollar un trabajo autónomo que genere un producto propio, utilizando para ello su propia capacidad y sin regirse por procedimientos prestablecidos.
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Servicio-dedicación: las personas de este perfil buscan ideales como ayudar a otros, lograr un mundo mejor, mejorar la convivencia entre las personas -aunque ello implique cambiar de empleo o rechazar oportunidades laborales-. Esta ancla se presenta comúnmente en las profesiones asistenciales y en la enseñanza.
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Desafío-puro reto: el interés básico de este grupo está en resolver problemas difíciles, superar obstáculos, competir y ganar ante oponentes. Triunfar es lo más esencial e importante. La novedad, la variedad y el reto se convierten en fines en sí mismos, por lo que las personas asociadas a esta ancla pierden el interés rápidamente si perciben algo como fácil.
-
Estilo de vida: la motivación básica consiste en lograr una vida personal satisfactoria, armonizar la vida, trabajar de forma que se pueda mantener un balance, por lo que esta ancla no se interesa por los retos profesionales que pongan en peligro ese equilibrio. El sentido de identidad se concentra en la forma de vida más que en la labor, puesto u organización.
El instrumento desarrollado por Schein (1982) es un cuestionario que permite valorar las anclas señaladas. El autor determinó la confiabilidad del instrumento tras seleccionar al azar cien (100) participantes de trescientos veinte (320) sujetos de una muestra para un estudio realizado por él con exalumnos del Sloan School. Utilizó el método test-retest y obtuvo un coeficiente de confiabilidad 1 de .80, lo que significa que el cuestionario logró un alto nivel de confiabilidad. De sus resultados surgió una sólida tipología conceptual que identifica con precisión los intereses de los sujetos.
De igual manera, la metodología diseñada por Schein incluye dos bloques de preguntas que permiten al sujeto expresar cuáles son sus referentes éticos y motivaciones. Estas variables sirven para explicar la identificación con una determinada ancla de carrera por sobre otra y lo que impulsa a los sujetos a desarrollar acciones para lograr sus metas. Los referentes éticos y los motivadores orientan y pueden explicar las conductas (Schein, 1982).
Algunos estudios previos sobre anclas de carrera
Se mencionarán tres indagaciones previas que ilustrarán al lector sobre una línea de investigación que está tomando cuerpo en la región latinoamericana y que han permitido determinar las motivaciones que han impulsado a los estudiantes a tomar las decisiones académicas que repercutirán sobre su futuro profesional.
Un estudio realizado por Yeda et al. (2015) en dos instituciones de educación superior de Argentina, cuyo objetivo era relacionar las “anclas de carrera con las influencias culturales de la institución educativa”, arrojó la técnica como la principal ancla, con un 15,96 %. En relación al género, las mujeres eligieron con mayor frecuencia el ancla técnica y los hombres la gerencial. Con relación al nivel de escolaridad, para el grupo con menor grado de instrucción prevalece el ancla seguridad, mientras que para los posgraduados el ancla gerencial fue la más relevante en sus carreras. Se observa que, a mayor grado de escolaridad, mayor es el interés por el ancla gerencial, que permite construir una trayectoria de carrera para ocupar posiciones de liderazgo y poder.
En su investigación acerca de las anclas de carrera y la sobre-educación en egresados del programa de educación de empresas en una universidad colombiana, Marín et al. (2010) encontraron que el ancla más significativa en la población estudiada era la gerencial y concluyeron que la formación impartida por la institución seguramente influyó en la creación de la autoimagen de los egresados, pues a los administradores se les forma para el ejercicio gerencial y el emprendimiento -un espacio, por demás, lleno de imponderables e incertidumbres-. En contraposición, el ancla correspondiente a la seguridad fue la menos representativa, factor que los autores atribuyen al hecho de que el administrador de empresas, al desarrollar competencias para gestionar la incertidumbre y el riesgo, no asume la estabilidad como meta fundamental, deseable o definitoria de la gestión empresarial.
En otro estudio sobre las anclas de carrera con estudiantes de psicología de dos universidades venezolanas, el ancla servicio -relacionada con el interés de ayudar, alcanzar la realización moral, trabajar para otros y prestar servicio social- fue seleccionada en primer lugar por el 42,55 % de la población estudiada. En contraposición, el ancla menos valorada fue la gerencial: el 75 % de los participantes la relegaron al séptimo y octavo lugar -últimos lugares en la jerarquía- (Astorga et al., 2020). Estos resultados coinciden con resultados anteriores que concluyen que el proyecto de vida más común en los estudiantes de psicología es el ejercicio clínico, que es el área más asistencial y de servicio de la carrera (Astorga y Yáber, 2019).
De lo anterior, podemos resumir que el ancla de carrera es el esquema estable de las motivaciones, valoraciones y capacidades autopercibidas que sirven para orientar, restringir, estabilizar e integrar la carrera de una persona. Los sujetos pueden tener varios tipos de ancla de carrera, pero habrá una más determinante, aquella que organiza su experiencia vital, por lo que orientará la planificación y desarrollo de su carrera profesional. Conocer el ancla de carrera brinda un criterio autorreferencial de éxito personal y sobre el tipo de ambiente en el que las personas desean trabajar.
Estos estudios permiten establecer perfiles recurrentes cuya utilidad es ayudar a identificar los intereses dominantes que hacen que los estudiantes escojan entre distintas opciones académicas.
Diseño de la investigación
La investigación se realizó durante el periodo en el que la pandemia de la covid-19 azotó a toda la región latinoamericana. Tal circunstancia obligó a usar el ciberespacio para contactar a los directores de doctorado de las universidades que accedieron a participar en el estudio. Es pertinente aclarar que los directores de estos doctorados facilitaron el reenvío del instrumento a los estudiantes de los respectivos programas.
Selección de la muestra
Los requisitos básicos para formar parte de la muestra de estudio era tener la condición de estudiante regular de doctorado en educación y poseer la nacionalidad de alguno de los tres países donde se realiza el estudio. El tamaño definitivo de la muestra fue de 185 estudiantes, distribuidos de la siguiente manera: Venezuela con 75 estudiantes, Colombia con 55 estudiantes y Ecuador con 55 estudiantes.
Se entiende que, si bien la inclinación por determinada ancla de carrera es un acto individual, esta no está exenta de una carga cultural obtenida a través del proceso de socialización y de los valores compartidos socialmente. Estos últimos pueden tener un peso diferente en los países estudiados. De allí que la amalgama de culturas o nacionalidades diferentes pueda generar errores de interpretación si no se discrimina a los estudiantes de acuerdo con su país de origen. La idea, entonces, fue tratar de caracterizar el ancla de carrera dominante en grupos de estudiantes por nacionalidad.
Es menester dejar claramente establecido que no se trata de una muestra representativa, por lo que los resultados solo son pertinentes para el grupo estudiado. Sin embargo, este tipo de estudio exploratorio, aun tratándose de una primera aproximación a un fenómeno no estudiado antes, arrojó señales importantes de rasgos recurrentes en la región que podrían constituir patrones que ayuden a explicar mejor las motivaciones profundas que impulsan a los estudiantes a emprender estudios doctorales en educación.
Instrumento de recolección de datos. Su validez y confiabilidad
Para este estudio se utilizó el cuestionario de anclas de carrera desarrollado por Edgar Schein (1982), el cual permite obtener puntajes que definen los determinantes de carrera de los individuos. Esta escala formó parte de un cuestionario autoadministrado online que contenía ítems referidos a variables diferentes, tal como se señalará más adelante.
Si bien se utilizaron los ítems del cuestionario original de Schein (1982), algunos ítems fueron adaptados en su estructura lingüística para que los estudiantes latinoamericanos los comprendieran mejor. Para reafirmar la validez de tales ítems, se utilizó el procedimiento de juicio de expertos. Estos expertos verificaron que la nueva redacción de los ítems no alterara la naturaleza del mensaje contenido en el ítem original. Los mismos jueces, a la sazón, expertos en psicología e investigadores del tema, confirmaron la correspondencia entre la tabla de operacionalización de las variables (anclas de carreras) y los ítems del cuestionario, y realizaron algunos ajustes en su redacción.
A pesar de ser un instrumento sometido por su creador a rigurosas pruebas de confiabilidad (Schein, 1982), se procedió a realizar una prueba piloto con el fin de confirmar la confiabilidad del instrumento. En este sentido, se administró a una muestra de 17 estudiantes de doctorados en el área de educación, seleccionados aleatoriamente de los primeros 30 cuestionarios recibidos. Esos 17 estudiantes no formaron parte de la muestra definitiva. La confiabilidad se determinó a través del coeficiente alpha de Cronbach con el programa estadístico SPSS, versión 25.0. El índice de confiabilidad obtenido fue de 0,908 puntos, lo cual supone una muy una alta confiabilidad de los ítems, según lo manifestado por Magnusson (1978).
La escala sobre las anclas de carrera está constituida por cuarenta (40) afirmaciones, en su mayoría redactadas en positivo, y cinco (5) ítems para cada una de las ocho (8) anclas de carrera definidas por Schein (1982): 1) técnica, 2) gerencial, 3) autonomía, 4) seguridad, 5) creatividad, 6) servicio, 7) desafío y 8) estilo de vida. Cada ítem debía valorarse según las siguientes categorías: 6: totalmente de acuerdo; 5: medianamente de acuerdo; 4: de acuerdo; 3: en desacuerdo; 2: medianamente en desacuerdo; 1: totalmente en desacuerdo. Aquella ancla de carrera que obtiene la mayor puntuación es el factor motivacional determinante del sujeto.
Además de información relativa al ancla de carrera, a través del cuestionario autoadministrado se obtuvo información sobre un conjunto de variables sociodemográficas adicionales que sirvieron para establecer comparaciones. Tales variables fueron: a) lugar de nacimiento, b) edad, c) sexo, d) estudios de pregrado, e) estudios de posgrado, f) referentes valorativos y g) motivación.
Procesamiento de los datos
Para determinar las diferentes categorías de ancla de carrera se procedió a calcular el promedio de respuestas de los ítems que conforman cada ancla para obtener los valores de cada una. Para la interpretación de estos valores se construyeron rangos con el fin procesar la variable no como continua, sino como ordinal. Los rangos construidos establecieron las distancias entre las seis opciones de respuesta, que iban desde “totalmente de acuerdo” hasta “totalmente en desacuerdo”. Finalmente, se sumaron las opciones “totalmente de acuerdo” y “medianamente de acuerdo” para agrupar rangos similares y crear la opción “marcada tendencia positiva”. Lo mismo se hizo con las opciones “totalmente en desacuerdo” y “medianamente en desacuerdo” para crear la opción “marcada tendencia negativa”. Así, para efectos del procesamiento y análisis se redujeron las seis opciones originales de respuesta a solo cuatro: marcada tendencia negativa, mediana tendencia negativa, mediana tendencia positiva, marcada tendencia positiva.
Se presentan como resultados las frecuencias porcentuales de respuesta por cada ancla de carrera tanto de manera parcial -cada grupo de entrevistados de acuerdo a su país de origen- para determinar las inclinaciones y preferencias, así como los resultados generales -que incluyen las respuestas de los tres grupos que conformaron la muestra definitiva-.
Para determinar el perfil de los estudiantes que mayoritariamente se han inclinado por alguna de las anclas de carrera, se procedió a utilizar la técnica del árbol de decisiones o árbol de segmentación. Esta técnica estadística consiste en la aplicación de un conjunto de algoritmos que clasifican a la población en segmentos a través de variables ilustrativas (variables predictoras o independientes), que mejor expliquen la variabilidad de las anclas de carrera (variable criterio o dependiente).
En este caso, los subconjuntos obtenidos son particiones de la población que se inclinó por el ancla de carrera más señalado, en términos de dicotomías o tricotomías de las variables ilustrativas más significativas. Los algoritmos son iterativos, por lo que generan en el diagrama final (parecido a la figura de un árbol segmentado) divisiones que constituyen nodos sucesivos hasta un nodo con un nivel de no significatividad o con un tamaño mínimo del grupo.
En el estudio se utilizó el método chaid (chi-square automatic interaction detector), que consiste en un rápido algoritmo de árbol estadístico y multidireccional que explora datos de forma rápida y eficaz, y crea segmentos y perfiles con respecto al resultado deseado. Una de las utilidades de este método es que permite la detección automática de interacciones mediante chi al cuadrado. En cada paso, chaid elige la variable ilustrativa (predictora) que presenta la interacción más fuerte con la variable dependiente (Berlanga et al., 2013)
Resultados
La presentación de los resultados se dividirá en cuatro partes. En primer lugar, las variables sociodemográficas de la muestra estudiada; luego se presentarán los resultados parciales y totales referidos a las anclas de carrera dominantes; más adelante, un tercer resultado referido las motivaciones adicionales y referentes, y, en cuarto lugar, al perfil de los estudiantes que escogieron el ancla de carrera dominante.
Características generales de la muestra
Como se señaló en el apartado referido al método, la muestra finalmente quedó conformada por 185 estudiantes de doctorado en educación de los tres países incluidos en el estudio. El 39,7 % (75) son venezolanos, el 30,2 % (55) son colombianos y el 30,2 % (55) ecuatorianos. El 53,4 % son del sexo femenino y el 46,6 % del sexo masculino. Por otra parte, el 43,9 % tienen 45 años o menos, mientras que el 56,1 % son mayores de 45 años.
En cuanto a la formación profesional de pregrado, un 42,8 % manifestó ser egresado de la carrera de Educación; un 19,9 % de profesiones ligadas a las ciencias sociales; un 15,3 % de carreras del área de humanidades y artes (excluyendo la educación); un 12,2 % de ingeniería en sus diferentes especialidades; un 7,4 % del área de las ciencias naturales y la salud; y, finalmente, un 3,2 % de otras carreras no enmarcadas en las categorías anteriores.
Es curioso observar que más del 50 % manifestó haber egresado de áreas de carreras diferentes a la educación. Esto informa que en el caso de los doctorados en educación no parece existir la restricción que opera en otros doctorados, en los cuales tradicionalmente solo son admitidos los egresados del área de especialidad respectiva -en algunos países sucede con los doctorados en Derecho, Psicología, Ingeniería, Medicina, entre otros-.
Una posible explicación a los datos anteriores tendría que ver con el hecho de que la mayoría de los optantes a un doctorado en educación son profesionales que, con independencia de su título de pregrado, ejercen la profesión docente, bien en los niveles preuniversitarios como en los niveles universitarios. En el caso de la muestra estudiada, un 62,4 % manifestó laborar como docente universitario; un 31,7 % es docente en niveles preuniversitarios, mientras que apenas un 5,8 % declaró laborar en ambientes diferentes al educativo.
Es común que los estudiantes de los doctorados tengan una titulación de posgrado. Esto porque en muchos de estos programas se exige algún tipo de titulación diferente al de pregrado como requisito para la admisión. La razón: los estudios doctorales suponen la presencia de un cursante con madurez intelectual y experiencia investigativa previa para que pueda optar al reconocimiento por parte de la comunidad científica en su área como un investigador independiente, esto es, capaz de defender con argumentos expertos un nuevo conocimiento derivado de una investigación doctoral.
Sobre los títulos de posgrado, un 65,6 % manifestó poseer título de maestría, un 17,5 % de especialización, un 5,8 % de doctorado, y un 11,1 % manifestó no poseer titulación alguna de posgrado.
Anclas de carrera dominantes. Visión parcial y general
La información se presentará en un primer momento de manera parcial, a saber, los resultados obtenidos por cada grupo de entrevistados de acuerdo a su país de origen y dónde cursan el doctorado. En una segunda fase se presentarán los resultados totales, que incluyen los tres grupos de estudiantes que conformaron la muestra definitiva. Comencemos por el caso de Colombia.
Fuente: elaboración propia.
Anclas de carrera. Muestra de estudiantes colombianos.
Ancla de carrera
Marcada tendencia negativa
Mediana tendencia negativa
Mediana tendencia positiva
Marcada tendencia positiva
Técnica
18,3
39,8
19,3
8,8
Seguridad
3,5
19,3
35,1
42,1
Autonomía
1,8
38,6
49,1
10,5
Gerencia
3,5
10,5
54,4
31,6
Servicio
3,5
35,1
47,4
14,0
Estilo de vida
10,5
49,1
28,1
12,3
Desafío
10,5
49,1
28,1
12,3
Creatividad
3,5
14,0
71,9
10,5
El ancla de carrera gerencial fue la opción que arrojó porcentajes más altos, de acuerdo con el total de 86 % de respuestas favorables. El segundo lugar lo ocupa creatividad, con un 82,4 % de aceptación. En contraste, las anclas de carrera menos seleccionadas fueron estilo de vida y desafío, ambas con un porcentaje del 59,6 %. Más adelante analizaremos estos resultados
Para la muestra de estudiantes ecuatorianos, los resultados fueron los siguientes:
Fuente: elaboración propia.
Anclas de carrera. Muestra de estudiantes ecuatorianos.
Ancla de carrera
Marcada tendencia negativa
Mediana tendencia negativa
Mediana tendencia positiva
Marcada tendencia positiva
Técnica
12,3
21,1
21,1
45,6
Seguridad
5,3
12,3
22,8
59,6
Autonomía
0,0
29,8
26,3
43,9
Gerencia
1,8
5,3
35,1
57,9
Servicio
5,3
24,6
28,1
42,1
Estilo de vida
3,5
27,8
38,6
35,1
Desafío
3,5
22,8
38,6
35,1
Creatividad
5,3
19,3
36,8
38,6
Se evidencia que el ancla de carrera gerencial recibió la mayoría de las respuestas positivas. Tras sumar los “medianamente de acuerdo” y “de acuerdo”, se obtuvo un porcentaje del 93 % de respuestas. En el segundo lugar se ubica seguridad, con un 82,4 % de aceptación. Las anclas de carrera menos valoradas fueron la técnica, con 33,4 %, y estilo de vida, con 31,3 %.
La muestra de estudiantes venezolanos arrojó los siguientes resultados:
Fuente: elaboración propia.
Anclas de carrera. Muestra de estudiantes venezolanos.
Ancla de carrera
Marcada tendencia negativa
Mediana tendencia negativa
Mediana tendencia positiva
Marcada tendencia positiva
Técnica
10,70
27,70
26,70
40,00
Seguridad
17,30
21,30
52,00
29,30
Autonomía
2,70
2,00
42,70
42,70
Gerencia
4,00
14,70
26,70
54,70
Servicio
5,30
16,00
23,70
52,00
Estilo de vida
5,30
20,00
28,00
28,00
Desafío
5,30
20,00
46,70
28,00
Creatividad
5,30
17,30
40,00
37,30
Se constata que el ancla de carrera referida a la autonomía es la más aceptada por este grupo de cursantes, con un 85,4 %. En segundo lugar se ubica gerencial, con un 81,4 %. Las anclas de carrera menos valoradas fueron seguridad, con 38,6 %, y técnica, con 38,4 %.
Para facilitar análisis posteriores, se procedió a sumar los porcentajes arrojados en las alternativas “marcada” y “mediana tendencia negativa”, y a agruparlos en una categoría inclusiva que llamamos “tendencia negativa”. De igual manera se procedió con los porcentajes de las alternativas “marcada” y “mediana tendencia positiva”, con lo que se creó una nueva categoría más inclusiva llamada “tendencia positiva”. Así, los resultados totales a favor y en contra con respecto a cada ancla se presentan en la figura 1.
Con más del 70 % “de acuerdo”, destacan en orden y jerarquía las anclas de carrera gerencial (86,2 %), creatividad (78,3 %), autonomía (73,0 %), seguridad (72,50 %) y servicio (70,9 %). Con menos del 70 % “de acuerdo” están estilo de vida y desafío (64 % cada una), y técnica (55 %).
Para tener una visión general de las preferencias de las diferentes anclas de carrera y el orden de popularidad otorgado por los grupos de estudiantes, se presenta la tabla 4. Los porcentajes aluden solo a los acuerdos con cada una de las anclas de carrera por país. De este modo, se establece un orden jerárquico de la selección por cada grupo de estudiantes entrevistados de acuerdo a su país de origen.
Fuente: elaboración propia.
Orden de las anclas de carrera por grupos de estudiantes (Colombia, Ecuador y Venezuela).
Ancla de carrera
Colombia
Ecuador
Venezuela
Técnica
28,1
66,7
66,7
Seguridad
77,2
82,4
81,3
Autonomía
59,6
70,2
85,4
Gerencia
86,0
93,0
81,4
Servicio
61,4
70,2
75,7
Estilo de vida
40,4
73,7
51,0
Desafío
40,4
73,7
51,0
Creatividad
82,4
75,4
77,3
Para los estudiantes colombianos y ecuatorianos, el ancla de carrera gerencial se ubica en el primer lugar, mientras que para los venezolanos el primer lugar lo ocupa autonomía. El ancla que se ubica en el segundo lugar de preferencia para los estudiantes colombianos es la creatividad; para los ecuatorianos es la seguridad, y para los venezolanos la gerencial. Finalmente, el tercer lugar para los colombianos y los venezolanos es la seguridad, mientras que para los ecuatorianos es la creatividad.
Reiteramos: los resultados presentados hasta ahora son meramente descriptivos. Más adelante se realizaran los análisis respectivos en función de la relación de estos resultados con otras variables en estudio.
Acerca de las motivaciones y los referentes
El cuestionario administrado incluía una batería de cinco alternativas sobre motivaciones adicionales a las referidas a los contenidos de cada ancla de carrera: 1) exigencia de mis empleadores, 2) insistencia por parte de mis colegas, 3) expectativas de mi entorno familiar, 4) promesa que hice a terceros y 5) reto personal. Además de estas alternativas, se creó una sexta de carácter abierto, llamada “otras”, para que el consultado manifestara las motivaciones que, desde su punto de vista, expresan mejor su situación personal. Al procesar la información aparecieron trece motivaciones adicionales a las cinco originales. Sin embargo, el nivel de dispersión de respuestas era tan alto que se decidió mostrar únicamente las que acumulaban el 90 % de las respuestas. El resto fueron asimiladas en la categoría “otras”.
Fuente: elaboración propia.
Motivaciones adicionales para estudiar un doctorado en educación. Muestra de estudiantes colombianos, ecuatorianos y venezolanos.
Motivación
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Reto personal
116
61,4
61,4
61,4
Exigencia de la institución donde trabaja
35
18,5
18,5
79,9
Ascenso laboral
27
14,3
14,3
94,2
Otras
11
5,8
5,8
100,0
Total
185
100,0
100,0
Un 61,4 % explica que la decisión de estudiar el doctorado en educación obedeció especialmente a un reto personal autoimpuesto (motivaciones intrínsecas), mientras que un 32,8 % asume que tal decisión fue impulsada de manera importante por factores externos asociados a las exigencias propias de la actividad laboral desarrollada (motivaciones extrínsecas).
Sobre los referentes más seleccionados por los entrevistados, se presentarán los cuatro que arrojaron porcentajes de selección superiores al 10 %. Se agregó como quinta alternativa la residual “otras”, que agrupa todas las que obtuvieron porcentajes menores al 10 %. Es de aclarar que el instrumento incluyó 23 alternativas de referentes. Veamos el comportamiento de las respuestas en la tabla 6.
Fuente: elaboración propia.
Referente personal más apreciado. Muestra de estudiantes colombianos, ecuatorianos y venezolanos.
Motivación o referente personal
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Responsabilidad
60
31,7
31,7
31,7
Sacrificio
31
16,4
16,4
48,1
Felicidad
26
13,8
13,8
61,9
Confianza
22
11,6
11,6
72,5
Otras
50
26,4
26,4
100.0
Total
185
100,0
100,0
Los cuatro referentes más seleccionados combinan valores ligados al esfuerzo y la disciplina, así como a la satisfacción del reto que supone el logro de un buen desempeño. Estos son factores motivantes que orientan las decisiones sobre los destinos laborales y les dan sentido a las decisiones que se toman en torno a la escogencia de actividades que ayudan al desarrollo de competencias laborales para lograr las metas profesionales propuestas.
Perfil de los estudiantes que escogieron las anclas de carrera más señaladas
En este tipo de estudios es importante conocer, además de las anclas de carrera que mejor interpretan las motivaciones de los encuestados, el perfil de quienes las escogieron. Esto permitirá no solo conocer las características de los hoy día cursantes, sino también predecir, con un alto margen de probabilidad, las motivaciones de los futuros solicitantes. Estos datos son importantes para promocionar los programas doctorales de tal modo que se haga énfasis en las competencias que puedan suscitar más interés en los sectores determinados que tengan la intención de cursar estos estudios avanzados.
Se utilizó el árbol de segmentación para crear un modelo de clasificación basado en diagramas de flujo. La idea consistió en clasificar grupos o pronosticar valores de una variable dependiente (criterio) basada en los valores de variables independientes (predictoras) que tienen un nivel de asociación estadísticamente significativo, determinado a través de la técnica del chi al cuadrado.
Se presentará a continuación un árbol de segmentación por cada una de las tres anclas de carrera preferidas por los tres grupos de estudiantes encuestados, a saber, gerencial (1.er lugar para colombianos, ecuatorianos y 2.o lugar para venezolanos); seguridad (2.o lugar para ecuatorianos y 3.er lugar para colombianos y venezolanos) y autonomía (1.er lugar para venezolanos). Las variables sociodemográficas que se analizaron fueron: lugar de nacimiento, edad, sexo, títulos de pregrado y posgrado obtenidos, motivos adicionales y referentes valorativos.
Motivaciones, perfil académico y anclas de carrera
Los resultados señalan que las anclas de carrera gerencial y creatividad no presentan variabilidad alguna, esto quiere decir que ambas fueron seleccionadas independientemente de los grupos, lugar de nacimiento, edad, sexo, títulos de pregrado y posgrado obtenidos, motivos adicionales y referentes valorativos como propios. Por su parte, las motivaciones adicionales, señaladas como disparadores para estudiar el doctorado, se concentran en el lugar de nacimiento del entrevistado.
En cuanto al ancla de carrera seguridad, el modelo arrojó un diagrama de flujo con cuatro nodos. La figura 2 despliega los nodos encontrados con los valores chi al cuadrado asociados y la probabilidad respectiva.
Del nodo 0 (seguridad), se desprenden los nodos 1 y 2 como factores motivacionales para estudiar el doctorado en educación. Tales factores son: presiones del entorno (nodo 1) y reto personal (nodo 2). Ambos nodos son los más fuertemente asociados al ancla de carrera seguridad por poseer el chi al cuadrado más alto (9,791 con 1 grado de libertad y una p: 0,002).
El nodo 1 (presión externa) se ramifica en los nodos 3 y 4, pertenecientes a estudios de pregrado realizados (chi al cuadrado igual a 4,362 y una p: 0,037). Se observa que del 13 % que estudió la carrera de educación, un 95 % se mostró de acuerdo en señalar el ancla de carrera seguridad como la que más los identificaba.
Así, entonces, los nodos que definen el perfil de quienes se identifican con el ancla de carrera seguridad están asociados con quienes estudiaron como carrera de pregrado Educación y manifestaron haber recibido presiones del entorno para realizar estos estudios. Es de destacar que estas presiones se dispersan, de acuerdo con la información suministrada por el instrumento, entre la necesidad de ascender en el trabajo, las presiones de la institución donde se trabaja, las presiones de los colegas o compañeros de trabajo y las presiones familiares.
Conclusiones
Las principales elecciones vitales y profesionales durante la edad adulta responden al proceso de integrar el autoconcepto y aquello que se desea en la vida. A partir de esta idea, podemos concluir que los estudiantes que participaron en esta investigación eligieron estudiar un doctorado de educación orientados por el ancla de carrera gerencial, la cual es propia de aquellas personas cuya principal motivación es alcanzar puestos de alta responsabilidad e influencia.
Estos resultados son corroborados con los obtenidos en la sección de preguntas sobre las motivaciones adicionales para estudiar el doctorado en educación. Un 61,4 % expresó que esta decisión obedeció a un reto personal autoimpuesto (motivaciones intrínsecas) y coincide con el valor más señalado por la misma población, a saber, la responsabilidad (31,7 %), que implica el cuidado al tomar decisiones y la obligación de responder ante los hechos.
Los resultados también son consistentes con los hallazgos de Marín et al. (2010), quienes encontraron que el ancla de carrera gerencial era la más significativa en la población estudiada de egresados del programa de Administración de Empresas de una universidad colombiana, considerada sobreeducada. Posteriormente, Yeda et al. (2015) también concluyeron que, a mayor grado de escolaridad, mayor es el interés por el ancla gerencial, pues esta permite construir una trayectoria de carrera dirigida a ocupar posiciones de liderazgo y poder.
El caso del ancla seguridad, que ocupó el segundo lugar de escogencia, sugiere que este grupo busca estabilidad a largo plazo, un futuro seguro, ingresos estables, establecerse en familia e integrarse a una comunidad. Al aplicar la técnica del árbol de segmentación a esta variable, se evidenció que está asociada a quienes tenían estudios de pregrado en educación y a quienes manifestaron tener una motivación extrínseca, esto es, que recibieron presiones del entorno para realizar estos estudios -ya sea por la necesidad de un ascenso laboral o por presiones de la institución donde trabajan, de colegas, compañeros de trabajo o familiares-.
Cabe señalar que estos resultados son consistentes con los obtenidos en la exploración de las motivaciones adicionales para estudiar un doctorado en educación, según la cual, un 32,8 % asume que tal decisión fue impulsada de manera importante por factores externos (motivaciones extrínsecas). Esto se explica porque, en la carrera académica universitaria, es comúnmente exigido poseer un título de doctor para ingresar o ascender.
El ancla de carrera creatividad, que ocupó el tercer lugar en el grupo de participantes, está fuertemente asociada al ejercicio de la investigación, pues es propia de quienes buscan desarrollar un trabajo autónomo que obtenga sus propios productos. Esta competencia es requerida en la labor de investigar, pues implica crear preguntas propias de investigación y organizar todas las decisiones teóricas y metodológicas alrededor de la necesidad de forjar conocimientos nuevos de forma autónoma.
Al aplicar la técnica del árbol de segmentación tanto al ancla de carrera gerencial como a creatividad, se evidenció que no están determinadas por la cultura de los países de la región, tampoco por variables como edad, sexo, estudios de pregrado realizados o estudios de posgrado ni por referentes o valores asumidos. Esto puede indicar que estamos en presencia de un patrón que podría repetirse en otros países de la zona.
El ancla de carrera gerencial, analizada a la luz de la teoría motivacional de McClelland (1987), coincide con la motivación dirigida hacia el poder, lo que significa que está orientada a la búsqueda de posiciones que permitan ejercer la influencia personal para controlar las actividades de otras personas y lograr objetivos propios.
Ahora bien, a sabiendas de que el objetivo principal de un doctorado es la producción de conocimientos, se esperaría que la motivación principal fuera hacia el logro, lo cual se asocia más al ancla técnica y no al ancla gerencial, tal como lo demostraron Yeda et al. (2015) en su estudio con estudiantes de educación superior. Sin embargo, la motivación al logro se ubicó en el último lugar en este grupo de doctorandos. Esta baja identificación con el ancla técnica coincide con los hallazgos, para el caso venezolano, de baja productividad de artículos científicos de los doctores en educación (Ramírez y Arias, 2018).
También llama la atención que, a pesar de que la mayoría de los participantes tenían una formación profesional de pregrado o se desempañaban en el área de la educación, el ancla de servicio esté en el quinto lugar de preferencia, pues esta se relaciona comúnmente con los profesionales de la enseñanza y los ideales de ayudar a otros y lograr un mundo mejor. Una posible explicación de este hecho es que las anclas originales cambiaron con el tiempo y la experiencia.
En resumen, este estudio pretendió realizar una aproximación a las motivaciones para estudiar un doctorado en educación a partir de la teoría sobre las anclas de carrera. La conclusión más relevante es que el interés principal de la muestra estudiada es obtener posiciones de poder para influir en otras personas y llevar a cabo acciones conducentes a lograr sus objetivos, así como conseguir seguridad económica y laboral.
La discusión que se pone sobre la mesa gira en torno a la necesidad o no de redefinir los objetivos y contenidos curriculares que se imparten en los estudios doctorales en educación. La disyuntiva está en formar preferentemente para la administración educativa y gerencial, o formar para que, en el terreno de las aulas, los docentes-investigadores sean capaces de incidir en los procesos de enseñanza y aprendizaje de tal manera que aporten al mejoramiento de la calidad de la educación en nuestros países.
Una importante discusión está pendiente: o los doctorados en educación terminan adecuándose a la demanda y las expectativas de los aspirantes al título, o reafirman su misión de formar investigadores independientes y capaces de lograr las transformaciones pedagógicas necesarias para brindar una mejor educación.
Se hace necesario extender este estudio a otras naciones para reafirmar estos hallazgos y a otras áreas profesionales para establecer estudios comparativos, así como profundizar sobre los resultados que arrojaron nuevas preguntas de investigación.
Citas
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Astorga, C., Yáber, G. y Canga, J. (2020). Anclas de carrera y proyecto de vida en estudiantes de educación superior de la carrera psicología. Un estudio comparativo. Plumilla Educativa, 26(2), 145-169. https://revistasum.umanizales.edu.co/ojs/index.php/plumillaeducativa/article/view/4043 DOI: https://doi.org/10.30554/pe.2.4043.2020
Berlanga, V., Rubio, M. y Vilá, R. (2013). Cómo aplicar árboles de decisión en spss. REIRE, 6(1), 65-79. http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/43762/1/618361.pdf
Dessler, G. (2009). Administración de recursos humanos (11.a ed.). Pearson Educación.
Holland, J. (1997). Making Vocational Choices: A Theory of Vocational Personalities and Work Environments. Psychological Assessment Resources.
Magnusson, D. (1978). Teoría de los test. Trillas.
Marín, D., Cano, C. y Zavallos, F. (2010). Sobre-educación y anclas de carrera: un estudio de la discordancia profesión-ocupación. Resultados de Investigación, 3(6), 4-30. https://expeditiorepositorio.utadeo.edu.co/bitstream/handle/20.500.12010/10330/268.pdf?sequence=1&isAllowed=y
McClelland, D. (1987). Estudio de la motivación humana. Narcea.
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Ramírez, T. y Arias, F. (2018). Doctores en educación y producción de artículos en revistas indexadas. El caso venezolano. Revista de Pedagogía, 39(105), 261-286. http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_ped/article/view/16534
Schein, E. (1982). Dinámica de la carrera empresarial. Fondo Educativo Interamericano.
Yeda, O., Graziano, G., Almeida, M., Veronesi, R. y Oliveira, F. (2015). La relación entre gestión de carrera y aspectos culturales en instituciones de enseñanza superior. Invenio, 18(34), 23-33. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=877/87739279003
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