Relaciones entre las formas de regulación del aprendizaje en el aula
DOI:
https://doi.org/10.17227/rce.num93-21217Palabras clave:
aprendizaje autorregulado, diferencias individuales, escalas de regulación, heterorregulaciónResumen
Este artículo de investigación indaga por indicadores que permitan identificar formas de regular el aprendizaje en el aula, y examina la relación entre estas formas y la disposición del estudiante frente a la heterorregulación ejercida por el profesor. Participaron en el estudio 189 estudiantes universitarios colombianos, quienes respondieron un cuestionario compuesto por cuatro escalas: autorregulación, arregulación, desregulación y disposición a la heterorregulación. El análisis muestra un patrón de correlaciones en donde, en una dirección, se encuentra la escala de autorregulación, y en otra, las escalas de arregulación y desregulación. Un resultado muy sugerente es la ausencia de relación entre la autorregulación y la disposición a la heterorregulación.
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Recibido: 4 de marzo de 2024; Aceptado: 11 de abril de 2024
Resumen
Este artículo de investigación indaga por indicadores que permitan identificar formas de regular el aprendizaje en el aula, y examina la relación entre estas formas y la disposición del estudiante frente a la heterorregulación ejercida por el profesor. Participaron en el estudio 189 estudiantes universitarios colombianos, quienes respondieron un cuestionario compuesto por cuatro escalas: autorregulación, arregulación, desregulación y disposición a la heterorregulación. El análisis muestra un patrón de correlaciones en donde, en una dirección, se encuentra la escala de autorregulación, y en otra, las escalas de arregulación y desregulación. Un resultado muy sugerente es la ausencia de relación entre la autorregulación y la disposición a la heterorregulación.
Palabras clave:
aprendizaje autorregulado, diferencias individuales, escalas de regulación, heterorregulación.Abstract
This research article exploresindicators that help identify ways to regulate learning in the classroom and examines the relationship between these forms and the student’s disposition towards heteroregulation exercised by the teacher. The study involved198 Colombian university students who responded to a questionnaire composed of four scales: self-regulation, a-regulation, dysregulation, and disposition to heteroregulation. The analysis shows a pattern of correlations where the self-regulation scale is on one side and the a-regulation and dysregulation scales are on the other. A very suggestive result is the total absence of a relationship between self-regulation and disposition to heteroregulation.
Keywords:
self-regulated learning, individual differences, regulation scales, heteroregulation.Resumo
Este artigo de pesquisa investiga indicadores que permitem identificar formas de regular a aprendizagem em sala de aula e examina a relação entre essas formas e a disposição do estudante frente à heterorregulação exercida pelo professor. Participaram do estudo 189 estudantes universitários colombianos, que responderam a um questionário composto por quatro escalas: autorregulação, a-regulação, desregulação e disposição à heterorregulação. A análise mostra um padrão de correlações onde, em uma direção, encontra-se a escala de autorregulação e, em outra, as escalas de a-regulação e desregulação. Um resultado muito sugestivo é a ausência total de relação entre a autorregulação e a disposição à heterorregulação.
Palavras-chave:
aprendizagem autorregulada, diferenças individuais, escalas de regulação, heterorregulação.Introducción
El comportamiento autorregulado alude a la actividad que realiza cada persona, encaminada al logro de los objetivos que se propone. En su versión más clásica, las personas autorreguladas monitorean, regulan y controlan su cognición, su motivación y su comportamiento de manera que alcanzan sus propósitos; así ejercen acción sobre sí mismos y sobre el entorno físico y social en el que se encuentran (Pintrich, 2000).
Gran parte de la investigación psicológica inicial sobre autorregulación poseía un trasfondo terapéutico; se enseñaba a las personas a eliminar comportamientos disfuncionales como agresiones, adicciones o conductas autodestructivas para su vida, para lo cual se apelaba a la persona y a su disposición para controlarse a sí misma (Schunk, 2005). Este foco terapéutico inicial giró muy rápidamente hacia la aplicación de los principios de autorregulación hacia el aprendizaje en contextos académicos y otras formas de desarrollo individual como las habilidades motrices y sociales. Este viraje estuvo motivado por la búsqueda de explicaciones para el éxito académico que pudieran ir más allá de la habilidad intelectual del estudiante. El constructo conquistó entonces la investigación psicopedagógica (Zimmerman, 2001).
La idea general de autorregular el aprendizaje se corresponde con ciertos propósitos educativos que han surgido en los últimos tiempos. Ella se compagina muy bien con el propósito de desarrollar el pensamiento (o el conocimiento) por la vía de la metacognición -la idea de enseñar a pensar sobre lo que pensamos-, y con el ideal de desarrollar habilidades para aprender de manera autónoma e independiente -la idea de enseñar a aprender-. Estos dos objetivos se encuentran en gran parte de las agendas educativas y pedagógicas, y obedecen a necesidades reales de alcanzar un aprendizaje alejado del enfoque de reproductivo de repetir contenidos o memorizar datos.
Aplicada a la situación de aprendizaje, las investigaciones indican estrechas relaciones entre altos niveles de autorregulación y altos desempeños de aprendizaje, actitudes positivas hacia el estudio y ausencia de comportamientos indeseables en entornos académicos (Zeidner y Stoeger, 2019). Múltiples estudios han constatado igualmente el efecto positivo de una pedagogía que busque desarrollar al máximo esta capacidad, ya sea por medio de la enseñanza de estrategias metacognitivas de estudio (Nilson, 2013; Chen et al., 2017), o de la implementación de andamiajes de diverso tipo para el desarrollo de alguno de los componentes del proceso autorregulatorio (Perry et al., 2008; Hederich et al., 2018).
Asumir de lleno la autorregulación en un contexto formal de enseñanza trae retos que, sin duda, no se pueden ignorar y que, a nuestro juicio, no han sido suficientemente analizados. Por una parte, es necesario atender al hecho de que la autorregulación es una característica atribuible a individuos -de ellos se dice que son, o no son, autorregulados- y, en esta medida, es innegable la existencia de diferencias individuales en el ejercicio de la autorregulación. Así, se ha sustituido la explicación del logro académico, que originalmente recaía en las habilidades intelectuales del estudiante, por sus habilidades autorregulatorias, más ligadas a sus comportamientos, lo cual da una luz de esperanza.
Ahora bien, al igual que con la noción de inteligencia, concebida generalmente como una característica gradual (se es más o menos inteligente), la autorregulación del aprendizaje se entiende exclusivamente como una variable escalar (se es más o menos autorregulado). La mirada diferencial, sin embargo, permite pensar en que además de grados de autorregulación es posible pensar en formas o tipos de regulación del aprendizaje. Surge entonces la pregunta por todas las posibles formas (adecuadas o no) que tiene un estudiante a la hora de regular su aprendizaje.
Por otra parte, una mirada a la regulación del aprendizaje en contextos de aprendizaje escolarizado obliga a preguntarse por el papel del profesor durante ese proceso. Si asumimos que regular el aprendizaje del estudiante -heterorregular la actividad del aula- está en la base de las funciones docentes, es pertinente preguntarse cómo interactúa esta con las diversas formas de regular el propio aprendizaje desde la orilla del estudiante.
El panorama descrito plantea, entre otras, dos cuestiones: (a) si bien existen ya muchos instrumentos que permiten identificar niveles de autorregulación del aprendizaje, como el MSLQ de Pintrich et al. (1991) o el SQR de Brown et al. (1999), entre otros, no existen propuestas para identificar formas o tipos de regulación del aprendizaje en el aula; y (b) aunque se han construido muchas propuestas pedagógicas para fomentar la autorregulación del aprendizaje, estas no reconocen los diversos tipos y formas de regulación presentes en el aula. En particular, la función heterorreguladora del profesor y su influencia en los procesos de regulación del estudiante no han sido suficientemente estudiadas.
En este contexto, la presente investigación busca:
-
Proponer indicadores operacionales que permitan identificar las formas de regulación del aprendizaje que presentan los estudiantes en el aula de clase.
-
Establecer la relación entre las formas de regulación del aprendizaje por parte del estudiante y la disposición del estudiante frente a la regulación que intenta establecer el profesor.
Aspectos conceptuales
Formas de regulación en el aula
Hoy, sin duda, la capacidad de autorregulación del estudiante es uno de los factores que incide en un aprendizaje activo y comprometido (Hadgraft y Kolmos, 2020; Helker et al., 2024). Mucho se ha estudiado sobre las formas de identificar diferentes niveles, formas o tipologías de autorregulación del aprendizaje (Endedijk et al., 2016; González Torres y Torrano, 2008; Winne y Perry, 2012; entre otros); sin embargo, los intentos han sido poco exitosos.
Una de las propuestas más interesantes al respecto es la ofrecida por el modelo de autorregulación versus la regulación externa (SRL vs. ERL) de De la Fuente (2017); De la Fuente, Martínez et al. (2019) , y De la Fuente, Sanders et al. (2020). Según estos autores, la forma de regulación del aprendizaje es una característica del individuo que puede tomar tres valores: autorregulado, arregulado y desregulado. Cada una de estas se describe por su grado de proactividad frente a las actividades de aprendizaje y por su efectividad. Así, se describe a la persona autorregulada como aquella con proactividad positiva frente a su aprendizaje. Una persona arregulada, por su parte, no presenta proactividad frente a las actividades de aprendizaje y, en consecuencia, es básicamente reactiva frente a los hechos y a merced de lo que el entorno le imponga. Por último, una persona desregulada muestra proactividad negativa, es decir, que lleva a cabo un manejo activo, pero inadecuado, de su regulación; en cierta medida, sabotea el logro de sus propias metas.
Cada una de estas manifestaciones puede traducirse en comportamientos observables en una situación de aprendizaje. De la Fuente (2017) construye descripciones para los diferentes tipos de regulación, atendiendo a las tres fases del modelo de autorregulación de Zimmerman (2002), que se despliegan en tres momentos específicos, para un total de nueve momentos en donde se concreta la regulación del aprendizaje. Estas fases y momentos son:
1. Preparación (antes de la tarea), compuesta por:
1.1 Análisis de la tarea.
1.2 Formulación de metas.
1.3 Motivación.
2. Ejecución (durante la tarea), incluye:
2.1 Observación.
2.2 Análisis del proceso.
2.3 Corrección de errores.
3. Reflexión (después de la tarea), que contiene:
3.1 Reflexión.
3.2 Atribución causal.
3.3 Respuesta afectiva frente al resultado.
La tabla 1 muestra la descripción de los tipos de regulación en cada una de estas fases y momentos.
Nota: adaptado de De la Fuente Arias (2017).
Tabla 1: Tipos de regulación del aprendizaje en el aula
Fase
Momento
Autorregulado Proactividad positiva
Arregulado Reactividad
Desregulado Proactividad negativa
Preparación
Análisis de tarea
Autoanálisis de la tarea
Sin análisis de la tarea
Análisis erróneo de la tarea
Formulación de metas
Autodefinición de metas
Sin metas
Metas erróneas
Motivación
Automotivación
Sin motivación
Autodesmotivación
Ejecución
Observación
Autoobservación
Sin auto observación
Autodistracción, evitación
Análisis del proceso
Autoanálisis
Sin supervisión
Autoimpedimentos
Corrección de errores
Autocorrección
Sin auto corrección
Procrastinación
Reflexión
Reflexión
Autorreflexión
Sin reflexión
Autoevaluación errónea
Atribución causal
Autoatribución
Sin atribución
Autoatribución errónea
Respuesta afectiva
Autoestima positiva
Sin respuesta afectiva
Autoestima negativa
A fin de identificar las tres formas de regulación, De la Fuente utiliza el SSSRQ (Spanish short self-regulation questionnare), que constituye una versión corta del SRQ (self-regulation questionnaire) de Brown et al. (1999). Un aspecto relativamente problemático de esta propuesta es que, a pesar de que son tres tipos diferentes de regulación, el instrumento no propone escalas diferentes para cada tipo; así, un individuo es clasificado como autorregulado, arregulado o desregulado, según si obtiene puntajes altos, medios o bajos, respectivamente.
Para contar con un instrumento que identifique el patrón de un estudiante frente a sus hábitos regulatorios, la estrategia operacional de De la Fuente no resulta adecuada, puesto que los tres tipos de regulación hacen referencia a líneas cognitivas, conductuales y motivacionales diferentes, y no a niveles de intensidad en la actividad autorregulatoria. Por esta razón, uno de los objetivos de este estudio es la construcción de una batería que identifique directa y positivamente cada una de las tres formas de regulación identificadas.
Regulación externa del aprendizaje en el aula
Ahora bien, es claro que el aprendizaje ocurre en un contexto específico que influencia de manera significativa el proceso, el cual varía según las características del contexto. En correspondencia con las tres categorías de regulación individual, De la Fuente (2017) propone también tres categorías para la clasificación de las influencias contextuales, por entornos: autorregulatorio, arregulatorio y desregulatorio, y describe cada una según cómo promueve la regulación. De esta forma, un entorno autorregulatorio incentiva la autorregulación; uno arregulatorio mantiene al estudiante expectante frente a las propuestas, y uno desregulatorio promueve activamente la desregulación.
La regulación externa del aprendizaje se conecta en este modelo con el profesor y sus formas de enseñar. En este punto, De la Fuente (2017) aboga por una enseñanza regulatoria efectiva, en la que se busque el desarrollo de capacidades de autorregulación del aprendizaje por parte del estudiante. Al igual que con el proceso de aprendizaje, el autor propone formas de enseñanza hacia la autorregulación y describe las prácticas que conducen hacia la arregulación y hacia la desregulación.
El modelo plantea que todo este sistema de comportamientos individuales y de influencias del entorno no opera en abstracto; ocurre durante la realización de actividades de aprendizaje específicas en el aula. Este es uno de los aspectos más atractivos de la teoría de De la Fuente, en la medida en que se enfoca en problemas prácticos en el nivel del aula para comprender la dinámica enseñanza/aprendizaje que se da en este contexto específico.
En este sentido, una pregunta relevante apunta al grado de disposición del aprendiz para responder a la actividad heterorreguladora del profesor. Conocer esto permitiría comprender las formas en que su nivel de aceptación, o de resistencia, de una enseñanza regulada interactúan con sus propios comportamientos de autorregulación. Esta es la segunda de las preguntas que el presente proyecto intenta responder.
Metodología
Diseño
El presente es un estudio psicométrico y descriptivo correlacional que pone a prueba indicadores para identificar formas de regular el aprendizaje, y establece posibles correspondencias entre estos indicadores y el grado de disposición a ser heterorregulado por el profesor.
Muestra
Los participantes del estudio fueron 189 estudiantes universitarios de la Universidad Pedagógica Nacional (Colombia), en las licenciaturas de Educación Comunitaria, Educación Especial, Educación Infantil y Lenguas. Por sexo, la muestra se distribuye en 161 (85 %) estudiantes de sexo femenino, 23 (12 %) masculino, y 5 más que se presentan con otros géneros (3 no binarios, 1 transmasculino y 1 bigénero). La edad mínima fue de 16 años y la máxima es de 41, para un promedio de 21,64 años (DE = 3,95). Antes de su participación, los estudiantes conocieron los propósitos generales del estudio y accedieron a su colaboración, para lo cual respondieron un breve formato de consentimiento informado.
Escalas
Las cuatro escalas fueron diseñadas por el equipo de investigación a partir del modelo de De la Fuente (2017), las cuales conforman un cuestionario que indaga por el nivel de acuerdo o desacuerdo del estudiante, frente a acciones o actitudes respecto de alguno de los momentos específicos del proceso regulación del aprendizaje:
-
Autorregulación del aprendizaje (control del propio proceso de aprendizaje).
-
Arregulación (ausencia de control del proceso).
-
Desregulación del aprendizaje (control contraproducente del proceso de aprendizaje).
-
Disposición hacia la heterorregulación (regulación por parte del profesor).
Cada escala consta de nueve ítems, correspondientes a los nueve momentos que una actividad de aprendizaje regulado incluiría (análisis, formulación de metas, motivación, observación, análisis del proceso, corrección de errores, reflexión, atribución causal y respuesta afectiva frente al resultado). Todos los ítems se responden con arreglo a una escala Likert de cinco puntos. En el anexo de este documento se detallan los 36 ítems del cuestionario.
Resultados
Análisis de escalas
La tabla 2 presenta estadísticos descriptivos y los valores de confiabilidad, indicados a través del w de McDonald, para cada una de las cuatro escalas examinadas: autorregulación, arregulación, desregulación y disposición a la heterorregulación.
Tabla 2: Estadísticos descriptivos e indicadores de confiabilidad de las escalas
Escala
M
DE
ω de McDonald
IC 95 %
N.º de ítems
Autorregulación
4,04
0,50
0,784
[.738, .830]
9
Arregulación
2,37
0,58
0,748
[.694, .802]
9
Desregulación
2,82
0,63
0,789
[.744, .834]
9
Heterorregulación
3,13
0,62
0,764
[.713, .815]
9
La escala que muestra medias más altas, y que representa en mayor medida la autopercepción de los estudiantes, es la de autorregulación; le siguen a gran distancia y en orden descendente las de heterorregulación, desregulación y arregulación. El punto medio de la escala es 3,0, lo que indica que los estudiantes se consideran en buena medida muy autorregulados mientras que su disposición a ser regulados por el profesor se muestra más bien ambivalente.
En cuanto a los valores del índice de confiabilidad de cada escala, tal y como se observa en la tabla 2, en todos los casos se obtienen valores ω superiores a .7, límite que tradicionalmente se acepta como adecuado. El mayor ω se presenta en la escala desregulación.
Análisis de ítems
La tabla 3 presenta un análisis más detallado de las escalas y los ítems que las integran. Se incluyen medias y desviaciones estándar de los ítems de cada escala, junto con dos estadísticas si el ítem es eliminado: las correlaciones ítem/total corregidas (CITC) y valor w correspondiente.
Nota: * CITC: correlaciones ítem-total corregidas. ** CITC <.3.
Tabla 3: Análisis de los ítems de cada escala
Ítem
M
DE
Si el ítem se elimina
ω McDonald
CITC*
Autorregulación
Análisis_Au
4,06
0,90
.771
.424
Objetivos_Au
3,96
0,95
.768
.451
Motivación_Au
4,00
0,84
.757
.510
Observación_Au
4,11
0,80
.777
.362
Supervisión_Au
4,19
0,84
.764
.461
Corrección_Au
4,32
0,70
.765
.459
Reflexión_Au
3,64
0,87
.747
.571
Atribución_Au
3,98
0,75
.759
.509
Afecto_Au
4,14
0,78
.763
.476
Arregulación
Análisis_Ar
2,92
0,98
.755
.207
**
Objetivos_Ar
2,98
1,21
.744
.339
Motivación_Ar
1,91
0,93
.705
.532
Observación_Ar
1,98
0,88
.709
.537
Supervisión_Ar
2,63
1,03
.730
.393
Corrección_Ar
2,29
1,07
.716
.472
Reflexión_Ar
2,33
0,99
.716
.466
Atribución_Ar
2,23
1,01
.720
.458
Afecto_Ar
2,06
0,89
.724
.436
Desregulación
Análisis_D
2,95
0,96
.767
.513
Objetivos_D
2,77
0,94
.777
.413
Motivación_D
2,46
0,95
.791
.286
**
Observación_D
3,19
1,16
.782
.398
Supervisión_D
3,00
1,19
.747
.591
Corrección_D
2,32
1,01
.767
.483
Reflexión_D
2,93
0,90
.783
.346
Atribución_D
2,97
1,07
.756
.557
Afecto_D
2,82
1,20
.749
.581
Disposición a la heterorregulación
Analisis_H
3,58
0,81
.746
.436
Objetivos_H
3,70
0,76
.773
.143
**
Motivación_H
2,78
1,01
.723
.529
Observación_H
4,12
0,67
.759
.297
**
Supervisión_H
3,24
1,11
.737
.478
Corrección_H
2,87
1,06
.746
.426
Reflexión_H
3,02
1,23
.723
.536
Atribución_H
2,35
1,00
.718
.568
Afecto_H
2,56
0,96
.748
.382
El análisis de las medias de los ítems muestra, en general, bastante uniformidad en el interior de cada escala. En autorregulación, las medias varían entre 3,64 y 4,19, cifras que indican una tendencia a mostrar altos puntajes. En arregulación, las medias tienden a ser muy bajas, y varían entre 1,21 y 2,92, todos los ítems están bastante por debajo del punto medio de la escala (3,00). En la escala de desregulación, las medias son levemente más altas, situándose entre 2,46 y 3,19. Para la escala de disposición a la heterorregulación, las medias están entre 2,78 y 4,12, con la máxima media se presenta en el ítem de observación, que resulta atípicamente alta en la escala.
Por parte de las CITC, se observa que todas son positivas y altas. Solo en cuatro de los 36 ítems aparecen valores en las CITC menores a .3 (señalados con dos asteriscos en la tabla 3): uno en la escala de arregulación, el ítem de análisis de la tarea (r= .207), uno en la escala de desregulación, el de motivación (r= .286), y dos en la escala de disposición a la autorregulación: el de formulación de objetivos (r= .143) y el de observación (r= .297). Salvo en estos cuatro ítems, cuyo efecto es más bien marginal, los análisis muestran que todos los reactivos presentan correlaciones con la escala de la que forman parte.
Relaciones entre las escalas
La tabla 4 presenta las correlaciones de Pearson entre las cuatro escalas que hemos examinado.
Tabla 4: Correlaciones de Pearson y niveles de significación entre las escalas
Escala
Autorregulación
Arregulación
Desregulación
Heterorregulación
Autorregulación
r
-
p
-
Arregulación
r
-.308
-
p
< .001
-
Desregulación
r
-.293
.534
-
p
< .001
< .001
-
Heterorregulación
r
.063
.491
.374
-
p
.391
< .001
< .001
-
En cuanto a la escala de autorregulación, se observan correlaciones ligeras, negativas y significativas entre esta y las de arregulación y desregulación. Es interesante notar la correlación prácticamente nula entre la escala de autorregulación y la de heterorregulación. Esta independencia resulta sugerente.
Por otro lado, deben notarse correlaciones moderadas, positivas y significativas entre las escalas de arregulación, desregulación y heterorregulación, y muy especialmente entre las dos primeras. Desregulación y arregulación podrían constituir, por sí mismas, una dimensión, o una misma dirección en una dimensión.
Esto parece configurar un patrón de correlaciones en el que en una dirección aparece la escala de autorregulación y, en la otra, las escalas de arregulación y desregulación. La escala de heterorregulación ocupa un lugar intermedio entre estas dos direcciones, aunque parece inclinarse, en mayor medida, hacia la dirección marcada por la arregulación y la desregulación.
Discusión y conclusiones
Respecto del comportamiento de las diferentes escalas puestas a prueba, puede afirmarse que estas, en general, muestran muy buenos indicadores psicométricos, en especial la de autorregulación. En esta, además de los altos niveles de confiabilidad, todos los ítems muestran correlaciones ítem/total corregidas altas y medias similares.
Por su parte, las escalas de arregulación y desregulación muestran indicadores de confiabilidad bastante altos, si según el análisis detallado de los ítems en cada una de estas escalas es posible encontrar un ítem con correlaciones ítem/total corregidas un poco menores a .3, y medias levemente más altas que los otros ítems de la escala. Tal vez, estas pequeñas desviaciones se hayan debido a dificultades de redacción de los ítems, que ya quedaron corregidas en la versión que se presenta en el anexo.
En cuanto la escala de disposición a la heterorregulación, aunque se presenta aquí un coeficiente de confiabilidad bastante alto, en este caso hay dos ítems con correlaciones relativamente pequeñas, si bien positivas, con el resto. Tal vez esta escala requiera de más trabajo, sobre todo con algunos ítems en los que se enfatiza la nota como motivador principal (ítems de motivación, reflexión y afecto). Este énfasis en la calificación no es del todo claro en una persona con una disposición a ser heterorregulado; a menos que la nota se entienda como una expresión de aprobación del docente. Este asunto sería discutible. Aun así, la escala registrada es una muy buena aproximación a una escala válida para la determinación de la disposición del alumno a ser regulado por el docente.
El panorama de las correlaciones entre las cuatro escalas es interesante y sugerente, pero, desde nuestro punto de vista, no conclusivo. Primero, debe mencionarse que, de acuerdo con la propuesta original de De la Fuente, autorregulación, arregulación y desregulación son tres tipos diferentes de regulación evidentes en el aula, que deberían asociarse con dos factores diferentes: proactividad y efectividad. En esta medida, esperábamos correlaciones más pequeñas de las que encontramos entre las escalas. Por el contrario, nuestros resultados parecen apoyar, aunque discretamente, los obtenidos por De la Fuente, cuando indica que se registra una sola dimensión que comprende las tres formas de regulación marcada, en un extremo positivo, por la autorregulación y, en el extremo negativo, por la desregulación. De acuerdo con De la Fuente, la arregulación se da en un punto intermedio entre los dos extremos. En cambio, según nuestros resultados, la arregulación se alinea de forma más cercana con la desregulación (De la Fuente, 2017).
El caso de la disposición a la heterorregulación es más complejo. Si se observan sus correlaciones positivas con la arregulación y con la desregulación, podría concluirse que las tres escalas forman parte de esta misma dimensión. En contraste, la correlación nula entre la de heterorregulación y la de autorregulación parece indicar una independencia que, a todas luces, resulta aún más interesante y sugerente.
Sin dudas, dentro de la estructura didáctica del aula de clase, una parte fundamental del papel del docente es el de la regulación de las actividades de aprendizaje. Esto puede entrar en contradicción con los comportamientos de aquellos estudiantes especialmente autorregulados, o incluso con los desregulados. No es esto lo que se observa: la disposición a ser regulado por el docente tiene relaciones directas con la desregulación y nulas con la autorregulación.
¿Cómo interpretar estos resultados? Primero, debemos apelar al principio de realidad y de conveniencia del estudiante. Por muy autorregulado que pueda ser, el estudiante comprende que resulta contraproducente entrar en contradicción con lo propuesto por el docente, habida cuenda de que de su juicio depende la aprobación, o reprobación, del curso. En estas condiciones, un estudiante autorregulado puede, estratégicamente, permitir que su proceso sea regulado por el profesor, o no hacerlo. Esto explicaría las correlaciones nulas encontradas entre la autorregulación y la disposición a la heterorregulación.
Segundo, debemos considerar los efectos cognitivos de una situación mantenida por la regulación externa. Con docentes muy reguladores se dan ambientes que propician la arregulación del estudiante con las nefastas consecuencias. Es más cómodo “dejarse llevar”, pero esto tiene un costo, en la medida en que la dirección del desarrollo implica el logro de una autorregulación cada vez más clara y efectiva (Zimmerman, 2002). La regulación externa impide este proceso, y lleva a la formación de estudiantes arregulados, en primera instancia, y desregulados, después, por su falta de entrenamiento. Esto explicaría las relaciones entre heterorregulación, arregulación y desregulación.
En general, la situación no parece sencilla de comprender. Persiste gran cantidad de incógnitas sobre los elementos individuales, circunstanciales y de aula que explicarían los diferentes mecanismos de regulación del aprendizaje. ¿Qué tan consistentes son los estudiantes respecto de sus comportamientos de autorregulación, arregulación y desregulación? ¿De qué depende su disposición a la heterorregulación? En particular, ¿esta disposición es constante, o depende de factores del docente? Esperamos en futuros proyectos ir aclarando algunas de estas preguntas.
Citas
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